jueves, 15 de septiembre de 2011

20. Lectio Divina, Escucha y Diálogo con la Alegría de la Palabra de Dios: Neh 8




    Esdras desde un estrado de madera leyó el Libro de la Ley de Dios, interpretando el sentido para que comprendieran la lectura. El pueblo, postrado ante el Señor, lloraba al oír las palabras de la Ley. Esdras les dijo, este día está consagrado a Yahveh, no estén tristes ni lloren, pues la alegría del Señor es su fortaleza. Esta lectura solemne del Pentateuco, hecha por el sacerdote y escriba Esdras, ocurrió en el año 398 aC, si fue en tiempos de Artajerjes II de Persia. Se trata de un inicio de Lectio Divina, que se expandirá a la Nueva Alianza y por los Padres saltará al monacato primitivo, desde el siglo III hasta nuestros días, con sus cuatro fases. Lectio-Meditatio-Oratio-Contemplatio, a la luz de su Ícono María Mater Fidei et Verbi Dei. Verbum Domini, 27 y 86-87
    La Lectura de Dios, Autor principal de las Escrituras, es una forma de escucha y oración en comunión con las Tres Personas de Dios a través de la Biblia. Dice san Ambrosio, cuando tomamos con fe las Escrituras en nuestras manos, y las leemos con la Iglesia, volvemos a pasearnos y a dialogar con Dios en el Jardín del Edén. Los mojes que según san Benito tenemos que dedicar 4 horas diarias a la Lectio, desde hace siglos la comenzamos en la soledad de la Celda o en la Biblioteca, arrodillados o postrados, como nuestro hermanos judíos, en una Epíclesis al Espíritu pues nadie puede interpretar por cuenta propia lo que dice la Escritura, ya que no fue anunciada ni escrita por voluntad humana, sino que los hombres han hablado de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo. 2 Ped 1, 21 Luego la besamos porque el Verbo se ha abreviado y encartado en lo que los hagiógrafos han decidido escribir, Lc 1, 3 y hacemos un momento de silencio para entrar en el Secreto de nuestro Padre, recordándonos que toda Lectio es contacto Cosmoteándrico. La Palabra es cósmica, antropológica y cristológica, se manifiesta en la Historia del universo, de los seres humanos y de la Trinidad, tres Libros en un solo Libro. Muchas veces en mi experiencia todo ha terminado allí, mirando caer la nieve en una flor en invierno, o el amanecer de un verano.
     Lectio es qué me dice el texto en sí mismo, sin este momento se corre el riesgo de que el texto se convierta sólo en un pretexto para no salir de nuestras elucubraciones. Meditatio es qué nos dice el texto a nosotros, de manera personal o comunitaria, no como palabras dichas a otros en el pasado, sino a mí aquí ahora en este momento. Oratio es qué le decimos a la Trinidad como respuesta a su Palabra. Contemplatio es qué conversión de mente, corazón y vida, nos pide el Resucitado para entrar en comunión con sus proyectos que ya me ven transfigurando. Verbum Domini, 86-87
    Leemos despacio y prestando gran atención al sentido literal que Dios quiere darnos por esas palabras a través de la historia narrada por los hagiógrafos. Evitamos la proyección subjetivista recurriendo a las Notas, las Cronologías, los Mapas y los Comentarios católicos; de ahí que toda Lectio tenga relación con la Liturgia de la Palabra inseparable de la Eucarística. Las palabras son como semillas que por la escucha en fe, se plantan en la tierra del corazón. Mt 13
   Meditamos el mensaje que, una palabra, un versículo o el pasaje, nos van destilando para acogerlo en nuestra vida aquí y ahora puesto que la Revelación surge de la Vida e ilumina la vida. Algunos llegamos a escribir algunas líneas de estos destellos de la Luz de la Vida.
   Oramos dialogando con las Personas Divinas en forma vocal, meditativa discursiva, e inicio de contemplación en que sólo queda el amor en alabanza, gratitud o lamentación. Integramos sin dualidades malsanas, la letra con el Espíritu, la humanidad con la Divinidad.
    Contemplamos entrando en profunda comunión amorosa con la Trinidad desde la Humanidad del Verbo, adquiriendo poco a poco la Visión o el Proyecto que tienen sobre el cosmos, la historia del hombre y mi pequeñísima peregrinación por este mundo. Enzo Bianchi, Pregare la Parola Para la mística esponsal es oración de vacío y silencio, de encuentro  e iluminación, oración del corazón en el fuego del Amor. Omoúsion por gracia en la unidad substancial de las Tres Personas, unidad de espíritu o sensus humilis et iluminati amoris no sólo porque el Espíritu Santo la produce en el espíritu del hombre, o lo dispone a ella, sino porque ella misma es el Espíritu Santo, Dios Amor. Esto sucede cuando aquél que es el Amor del Padre y del Hijo, su unidad su suavidad su bien su beso su abrazo su interpenetración y todo lo que puede ser común a ambos, en esa suprema unidad de la verdad y en la verdad de la unidad, se convierte de alguna manera en la unión consubstancial del Hijo con el Padre, y en el Espíritu nos encontramos incluidos en el abrazo y el beso del Padre con el Hijo. Carta de Oro, 263 y 294
    De acuerdo a nuestra tradición trapense la Lectio no es un medio para alcanzar algún fin, aún de carácter espiritual. Es una entrega incondicional a la Palabra bíblica que sale a nuestro Encuentro y nos hace entrar en la Alegría de la Trinidad que es nuestra fortaleza.

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