domingo, 18 de diciembre de 2016

231. Pautas para copensar cosentir contactar con Estabilizar Monastizar Obedecer, Ap 10, 1-8



    Y el Ángel vestido con una nube y un arcoíris sobre su cabeza, tenía su rostro como el sol, sus piernas eran columnas de fuego, y en su mano tenía un Librito. Levantó su mano derecha hacia el cielo y juró por el Viviente de los siglos eternos. No existirá más el tiempo. Y cuando suene la trompeta del séptimo Ángel y se escuche su voz, será llevado a su Fin, ἐτελέσθη, Τετέλεσται, Jn 19, 30 el Misterio de Dios, conforme a la Buena Noticia, εὐηγγέλισεν que anunció a sus servidores los profetas. Jesús se identifica por amor con este Ángel, como se identifica con nosotros los seres humanos. La Escatología, el Esjatón del Logos, su última Palabra, lleva a plenitud el Evangelio y consuma la historia. Hace desaparecer transfigurando el anteproyecto de este universo viejo, que está en dolores de parto, y da a luz la Nueva Creación, transfigurada en el Resucitado. Es el Paso hacia la Otra Dimensión, sin tiempo. Nunca más habrá miedo, desesperación, mal, llanto, sufrimiento, pecado y muerte. Sólo Vida Verdad Amor en la Visión de la Trinidad en gozosa comunión con todo lo creado. No existen santos tristes. La Revelación es una inacabable explosión de Dicha Divina.

    1. El Apocalipsis o La Revelación, Libro del Monacato. La Biblia es el libro de las monjas y de los monjes en la Tradición de la Iglesia. Dios sale al Encuentro de los seres humanos por sus obras, allí la razón lo atisba. Y por su autorevelación repleta de amor[1]. Allí, por la obediencia de la fe el hombre lo abraza en el Verbo hecho Libro, Carne y Pan, para que tengamos acceso al Padre en el Empuje, Energía o sobria ebriedad del Espíritu[2], que nos lleva al éxtasis feliz con las obras de misericordia. Esa Revelación sobrenatural, El Mysterium fidei, inalcanzable por la sola razón, es tan amada por el monacato, que el Libro Apocalipsis o Revelación de Jesucristo, que nos hace el Sujeto Jesús, y tiene por Objeto la Revelación escatológica de Cristo, es el principal. Es el Libro que sintetiza y culmina a los otros 72, al estar tejido por ellos. Es el Libro de los 73 de la Biblia que más define el carisma monástico mariano. Es el Libro de la resistencia y sumisión propio de los pobres de Yahveh que huyen al Desierto a esperar sin presunción, en gracia cooperante, al Señor de la historia.
    La Autorrevelación Apocalíptica de la Trinidad no es un producto de nuestras inteligencias. Los monjes biblistas y teólogos tenemos que tener cuidado de no transformarnos en doctores de la ley farisaicos, sacerdotes y ancianos esclerotizados que pierden contacto con los delincuentes y las prostitutas, con el pueblo envuelto en un sinnúmero de males. Paralizados por tradiciones humanas, descartan y regañan a los pequeños, atándoles yugos insoportables que nada tienen que ver con la Revelación del Buen Pastor que los atrae y, cargándolos sobre sus hombros, los une a Sí. Lejos de intimidar o enloquecer[3], su objetivo es esperanzar al pueblo pobre y humilde con la Bienaventuranza del Cielo y sus añadiduras terrenas, sin dejar de mostrar con cariño las exigencias del Reino. Su substancia es la esperanza teologal febril en la intervención de la Trinidad para hacer justicia en este Mundo, superando las injusticias, los horrores y sinsentidos de las guerras atroces que sostiene la mercadotecnia armamentística, con la bancarrota de los niños e inocentes, y el cinismo de malvados y poderosos a quienes los ídolos llevan a la rastra  para emborracharlos en cubas corruptas.
    No considero, lo que es improbable, que a todos los monjes les guste o sean especialistas en el Apocalipsis. Sino que el monacato, el más elocuente clamor de la esperanza, vive de una u otra manera, mucho más de La Revelación que de la razón. De modo divino, no sólo humano, ahonda hacia donde nos lleva la automanifestación del Resucitado a los apóstoles y a sus sucesores en la Iglesia y en el Mundo. Cuando el monje olvida la apocalíptica, la Revelación Total, olvida su comunión con los mártires, los miserables y marginados que no cuentan. Hasta cuándo, Señor Santo y Verdadero, tardarás en hacer justicia. Ap 6, 9-11 Por ellos intercede para que no pierdan la esperanza. Dios es Justicia y crea justicia. Ese es nuestro consuelo y nuestra esperanza. La gracia no excluye la justicia. La gracia no es un cepillo que borra todo, de modo que cuanto se ha hecho en la Tierra acabe por tener igual valor. Contra este tipo de cielo y de gracia protestó y con razón Dostoiewski en Los hermanos Karamázovi. Al final los malvados, en el Banquete Eterno, no se sentarán a la mesa junto a las víctimas, como si no hubiera pasado nada[4]La esperanza es la virtud de nuestra Felicidad. Omitirla es privarse del Banquete del Reino,  no a causa ni por razón de nosotros, sino por el mismo Dios. Alegrémonos, regocijémonos y demos gloria a Dios, porque han llegado las Bodas del Cordero, y su esposa ya se ha preparado. Ap 19, 7 
    La literatura apocalíptica utiliza un lenguaje extraño que no es del agrado de algunos. La existencia del monje, no obstante, por más tirria que tengamos a su pasado y lo queramos mimetizar con maquillaje postmodernista, es extraña, escondida inexplicable para muchos, fuera y dentro de la Iglesia. Perdería su identidad si no mantuviera ese extrañamiento propio de la Revelación.Se expresa con un género literario bien conocido entre los siglos II aC al III dC. Israel, la Iglesia, el Mundo, el Reino y el Esjatón, sin mezclarse, forman un Todo. Luego se diluye, como se diluyó la profecía por el sV aC con Malaquías, hasta que llegara la plenitud del Profeta Jesús. El mensaje es evangélico subversivo escondido. El Apocalipsis va contra toda idolatría de cualquier poder que busque mimetizar al Pantocrátor o Todopoderoso. En la apocalíptica se asume lo profético, lo litúrgico y lo pastoral. Pero a los hechos y realidades históricos se les da un barniz hermético mediante signos complejos, intransparentes, refinados y a veces crípticos. Difíciles de entender, hasta que el mismo Resucitado no nos abra la inteligencia al Proyecto de su Padre. Dios solo podía darnos estas síntesis simbólicas de comunión entre la Trinitariogalaxia, la angelicogalaxia, la antropogalaxia, la biogalaxia, y la inorganicogalaxia en Unitotalidad. Una especie de realismo mágico trascendente que vela y revela. El simbolismo puede ser cromático, cósmico, teriomorfo, aritmético, angélico, antropomórfico, bíblico, onírico, surrealista, policial, teomórfico. Todo fenómeno sirve para dar el alerta del Númeno Estelar, la Trinidad o Antimal por antonomasia actuando en la historia. La Iglesia, convirtiéndose, retornando a Dios, aprende a reconocer su Kairós Pascual en el Mundo hacia el Reino del Regocijo que jamás acabará. Por consiguiente, con delicadeza y respeto, da el Logos de su Esperanza a quienes se lo piden. 1 Ped 3, 15

    2. Luchar por la esperanza ante el azote de la desesperanza histórica. Resulta un descubrimiento estudiar el ambiente psicoespiritual, de esperanza y desesperación, en que surge la apocalíptica. Los exilios a Asiria y Babilonia no digeridos. Menos la dependencia de Alejandría y la helenización. Después Roma y su aplastante imperio. La destrucción del Templo en el año 70 dC. El desastre de Masada. La desaparición del Estado entre 586 aC y 1948. Hasta la refundación de Israel pasarán 2534 años.
    Obligados a mantener la esperanza en que todo terminará Bien, aunque parece que todo va mal. Se desvanece el que apoyados en el Auxilio de Dios conseguiremos la Gloria Eterna, y los bienes de este mundo útiles para nuestra salvación y la de nuestros hermanos. Los salmos 42, 43, 44, 74 y otros, lo indican. La atmósfera está enrarecida, las cosas no caminan según la Promesa de Felicidad. El Pueblo se siente vapuleado, por los enemigos y enigmas que los atacan ante el aparente silencio de Dios. Estribillos y preguntas reiterativas se multiplican. Por qué te deprimes, alma mía, por qué te inquietas. Espera en Dios. Todo esto nos ha sobrevenido sin que nos hayamos olvidado de Ti. Sin que hayamos traicionado tu Alianza. Dónde está tu Dios. Todos los rincones del país están repletos de violencia. Hasta cuándo te insultará el enemigo. No olvides los gritos de tus adversarios.  
    La apocalíptica es un TheoLógos revelado de la Totalidad, para que nadie ni nada nos separe de las Bienaventuranzas de Jesús que vino viene y vendrá. Así como es el Profeta Liturgo Pastor, Cristo es también el Revelador. El Esjatón de lo Último Absoluto en el Novísimo de lo Nuevo Absoluto. Continuidad en Discontinuidad. Ya está en medio nuestro, pero todavía no en plenitud quoad nos. Por eso Cristo nos visita de Mil formas. Viene en su Preexistencia, al ser Engendrado es Enviado. La Procesión Eterna implica la Misión en el tiempo. Y la Misión en el tiempo implica nuestros procesos en la historia. Viene con la creación del universo, está en cada creatura, logoi. Viene con su Encarnación, Vida y Pascua. Viene con la Gracia de la Palabra los Sacramentos y el Servicio. Viene en los acontecimientos desconcertantes de cada generación. Viene para que, tomado como guía el Evangelio, estrellemos o diluyamos nuestros vicios y demonios, que en el Apocalipsis se hacen exponenciales, contra Él. RB, pról., 21  y 28 Si velamos y oramos sin cesar, percibimos que no va quedando piedra sobre piedra y todo es destruido y puesto en pie con nuevas supraformas para llevar a cabo la llamada universal a la santidad. El desapego de las creaturas transitorias, y la adhesión a la Trinidad que Permanece, introduciéndonos en paradojas cada vez más preciosas. Viene con nuestra muerte en Cristo. Viene con su Parusía, cuando el dominio del mundo, puesto en parte bajo el poder de satanás, al ser vencido el mal, pase por completo a la Trinidad, que juzga y hace un Mundo Nuevo. Y otra vez vendrá con Gloria para juzgar a los vivos y a los muertos. Y Su Reino no tendrá fin.
    La esperanza no defrauda, el optimismo baratija sí. Se necesita esperanza en estos tiempos oscuros. A veces nos sentimos perdidos, desanimados e impotentes, ante el mal y la violencia que nos circunda, ante el dolor de tantos hermanos nuestros. No dejemos que la esperanza nos abandone, porque Dios con su amor camina con nosotros. Espero porque Dios está junto a mí. Y esto podemos decirlo todos. Dios camina conmigo y me lleva de la mano. Dios no nos deja solos. El exilio del pueblo de Israel fue un momento dramático en la historia, cuando el pueblo lo perdió todo. La patria, la libertad, la dignidad y la confianza en Dios. Se sentía abandonado y sin esperanza. Hay que abrir de nuevo el corazón a la fe y volver por el desierto. Ese desierto es un lugar en el cual es difícil vivir, pero por  ahí se podrá caminar para regresar no solo a la patria, sino retornar, shuv, metanoia a Dios, y volver a esperar y sonreír. Cuando estamos en dificultades, no sonreímos. La esperanza nos enseña a sonreír en las sombras para encontrar a Dios. Una de las primeras cosas que suceden a las personas que se alejan de Dios es que pierden la sonrisa. La vida muchas veces es un desierto, es difícil caminar por esa vía, pero si confiamos en Él puede convertirse en bella y amplia, como una autopista. Basta no perder jamás la esperanza, basta continuar creyendo no obstante todo el mal que nos rodea. Porque Jesús ha vencido el mal y nos ha abierto el camino de la vida[5].
    La esperanza planificadora, adosada a la armadura de la fe amante y la saeta del amor iluminado, es como un casco o yelmo, con el que Dios nos reviste al quedarnos desnudos de Él por el pecado. Gen 3, 10-11 y Tes 5, 8 No hago más pie en mis ideas y fuerzas, por más geniales y de fusión solar que sean. Toda mi confianza se jala de la Palabra y el Dínamo del Resucitado hecho Espíritu Vivificante. No tengo confianza en el futuro por lo que pueda hacer con las demás creaturas, por más estupendas que sean nuestras planificaciones sostenidas por serias previsiones futurológicas probabilísticas. Esperando contra toda esperanza, con Abraham tengo fe, y con él, Dios me hace padre de muchas naciones, para que todos los hombres se salven y lleguen a conocer cual es la Verdad de la Delicia. Rom 4, 18 y 1 Tim 2, 4

    Mediocridad pusilánime escandalosa. Totalidad Escatología Esperanza son un único Principio del Gozo Evangélico. Es la liberación de la amargada mediocridad. Cuya etimología es medium ocris, quedarse a mitad del peñasco. El mediocre no es bueno ni malo es regular, no es blanco ni negro es  gris, no es caliente ni frío es tibio. Su zona es lo anodino trivial y mezquino. No sabe lo que es ser excelente, brillante, genial, santo, héroe, magnánimo y magnificente. Es cómodo y perezoso con sus talentos, no los hace producir, los entierra y todavía presume. Cuando lo que quiere Jesús es que produzcan el ciento por uno. Desprecia el fervor o hervor del Espíritu. Le basta con la tibieza, no morirse ni de frío ni de calor. Por eso Jesús lo vomita de su boca. Ap 3, 16 José Ingenieros dirá en El hombre mediocre que con estos tales es imposible crear un futuro alentador. Faltos de ideales y de sueños, no son locos enamorados de Cristo y de su Reino, de los hermanos y la ecología. Con el pecado, vicio y antivalor, de la mediocridad, son la negación del compromiso bíblico de este Blog, Cristificar Unitotalizar Transfigurar. Edificar un inicio de mundo mejor hacia el Hogar de la Trinidad. Transfigurarme en Cristo por la Transubstanciación Eucarística hacia la Resurrección Universal.
    La magnanimidad da un toque de esplendor y sublime magnificencia a todas las virtudes. Como parte de la fortaleza las hace fuerzas dinamizadoras que dejan entrever a Jesús, quien nos estimula a amar sin límites. La mediocridad las achica, las enmohece y las va destruyendo por una morbosa debilidad, tristeza, acedia, depresión, desesperación de alcanzar los bienes que para nosotros, y para mí, Dios nos ha prometido. Por eso es deletérea, al desfigurar la transparencia del Júbilo de Cristo. Oro, pero dormitando distraído y menos que más. Leo pero poco y sin retener. Trabajo pero la pereza me corroe. Tengo fe pero nado en la incredulidad consentida. Trato de discernir pero no me abrazo a la Cruz y me vence la desolación sin Resurrección. Quiero evangelizar pero mi astenia cierra el camino de la liberación a los demás. Lo peor es que el empeoramiento empieza a empeorar. Mafalda Y la mediocridad de tantos corrompe y es responsable de los escándalos de algunos. Aunque los mediocres se sientan ejemplares, confundiendo via media virtuosa con mediocridad viciosa, exijan tolerancia cero, y quieran lavarse las manos. Todos estamos llamados a la conversión y a la santidad. Entre un santo y un pusilánime hay el mismo abismo que entre un héroe y un cobarde. El héroe nos deslumbra, el cobarde opaca la Luz de Dios. Se vuelve agrio, angustioso, asfixiante. No sabe descansar y dejarse regocijar por el Dedo enamorado de Dios en la Belleza de la Biofilia sin thánatos.
    La mediocridad es un escándalo ultra viral. Jesús es radical, sabe que este virus infecta de muerte paulatina. Córtate la mano, arráncate el ojo, es mejor que te cuelguen una piedra de molino y te arrojen al mar antes que escandalizar a estos pequeños.  Mt 18, 6-10 Y es mucho mejor prevenir con magnanimidad, que curar el desliz desde la mediocridad a la transgresión letal. Toma nota, la campana sociológica de Gauss muestra que sólo en los extremos tenemos lo mejor y lo peor. En el amplio medio está lo mediocre. Twitters Totus Chistus, 11.XII.2016 La mediocridad es una tentación sutil de la mundanización que nos tiene cercados. Así son y hacen todos. La Virgen no es así. Su Magnificat engrandece al Señor, Christus semper maior. Μεγαλύνει ἡ ψυχή μου τὸν κύριον. Los mediocres son capaces de cantar la Grandeza de Dios, pero nunca hacerlo más grande desarrollando los talentos que les dio, y realizando aquellas buenas obras que Dios les preparó de antemano. Ef 2, 10 Obras que pueden parecernos insignificantes. Un oscuro capellán desapercibido entre las Mil Cumbres. O tan grandes y exigentes que se nos vuelven imposibles de llevar a cabo. Pastor indispensable de la parroquia más grande y difícil de una diócesis. El Espíritu nos da claridad con los años, para consumirnos, por lo pequeño o lo grande, en su Fuego de santidad heroica. Nos regala captar qué tengo que hacer, hasta que muramos de pie cual nuestro Padre san Benito, y por la Eternidad[6].

    3. Las Venidas de Cristo. Hay que distinguir, sin desligar, lo creado de lo Increado de este Misterio. Los signos precursores de su Venida pertenecen a esta vieja creación que llega a su fin. Guerras, hambrunas, epidemias, persecuciones, debacles cósmicos, blasfemias, tentaciones, idolatrías, seguir adorando a los demonios, el rechazo de la conversión y el enfriamiento del amor en muchos. El peor es la intensificación del misterio de la iniquidad, operando por la Bestia o el Estado corrupto e injusto, el falso Profeta o los medios de comunicación errados y manipuladores, y el Dragón padre de la desunión y la mentira. El más positivo es la salvación de Israel y de los paganos. Sólo un resto de Israel ha tenido fe en Jesús el Mesías. Eso logró la entrada de las naciones en el Pueblo Santo. Pero al Fin todo Israel, el Resto que tuvo fe en Jesús y los que se mantuvieron con la Ley, se salvará. Y todos, los judíos y paganos por igual miserables, alcanzaremos misericordia. Porque Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos en Jesucristo. Rom 9-11 Ninguno de los signos es cronológico ni concretan fechas del fin. Ya están operando para que pongamos sólo en Cristo nuestra Liberación, y no en la pecaminosidad de lo mundano. O se busca la Trascendencia en la Trinidad. Y desde y para la Trinidad la Totalidad Creatural. O se yerra poniéndola en una cerrada mundanidad sin Dios[7].
    El Misterio de la Trinidad Increada, el Apocalipsis del Misterio de Cristo, el Evangelio llevado a su Telos , κατὰ ἀποκάλυψιν ἐγνωρίσθη μοι τὸ μυστήριον τοῦ Χριστοῦ, Ef 3, 1-7 está más allá de la historia,. Es la Parusía, la Manifestación del Hombre Dios en su Gloria, con todos sus ángeles y santos. Como ladrón en la noche que no esperábamos y pone nuestras vidas patas para arriba. El Principio, el Camino y el Esjatón es siempre Cristo, Protología Hodología y Escatología. No tenemos necesidad de fe para percibir los signos, sí su interpretación y vivencia desde Dios. Pero el Misterio final, el Evangelio del Reino de la Trinidad Todo en todos, es objeto de fe. La Escatología es el Gozo de la Buena Noticia en el Ven Señor Jesús. Ven en las buenas y en las malas, Ven para siempre y destierra toda desunión y destrucción, el pecado y la muerte que separan de Dios. Ven regalándonos la Totalidad Nueva, Ἰδοὺ καινὰ ποιῶ πάντα. Ap 21, 5 Tus Venidas son el único fundamento de nuestra esperanza, no confiando en nuestra fuerza sino en tu Energía Infinita. El Esjatón sella el anhelo de felicidad que pusiste en nosotros. Es la autorrevelación de tu Alegría. No cursi futurología, ni curiosidad amarillista, sino llamada a nuestra libre responsabilidad ante la Gracia que nos regalas.

    4. El Encuentro de Dios con el hombre. Los que leyeron la Trilogía completa, incluyendo Estabilizar Monastizar Obedecer engargolado o digitalizado antes de su publicación, pescaron la categoría Encuentro como clave de lectura. El lector es un intérprete privilegiado que ilumina al autor. Se le debe prestar especial atención, y discernir con él sus sugerencias, no sea que me crea el único hermeneuta y aporree con más de lo mismo. Aunque la cantidad no toca la calidad, Dios es Amor está una sola vez en la Biblia, 1 Jn 4, 8 y 16 quedé asombrado cuando conté que Encuentro aparece 570 veces en los tres libros. Mientras que Colaciones 33. Colcha Maternal de Retazos 18. Laberinto o sus similares, a la que le daba la máxima importancia, 230 veces. Mucho menos de la mitad. Ellas y ellos, no habían hecho ese recuento. La sacaron por intuición, sabiduría o inspiración. Encontrado por la Trinidad, salgo de mí y voy a tu encuentro, mi hermana y hermano muy queridos. Te miro, te veo, te reconozco, te escucho, te nombro, te valoro, te abrazo, te amo y llevo tu alegría o tu dolor. Te hago sentir tu enorme dignidad. Tienes derecho a ser incluido, escuchado, tenido en cuenta, defendido, amado, protegido. Ayudado a crecer hasta tu máxima estatura de hija e hijo en el Hijo del Padre. Te aseguro que no estás solo, que puedes afrontar tus problemas y desafíos, que eres capaz de tomar decisiones definitivas y libres de por vida en el Verbum caro. Tú eres persona, el capital más grande que existe. No debes ser utilizado, explotado, excluido, maltratado. Vales más que cualquier cosa. Debes ser respetado y reverenciado, en tus deberes y derechos. Y aunque hayas caído en lo más bajo, puedes volver a tu Padre rico en misericordia. Él te espera y no se cansará de perdonarte. Abrir tu corazón al Espíritu del Encuentro para que salgas de tu ego, de lo mío y para mí, y contento ir a las periferias existenciales del sufrimiento y la bienaventuranza universal[8].
    En la Dedicación en oración estaban unidos. Intercedemos por ese Encuentro laberíntico tan difícil y tan esperado. Se hace posible por el Encuentro Personal o Unión Hipostática de Cristo. En El laberíntico servicio de tender puentes entre Monjas y Monjes, Laicos, Pueblo de Dios, Humanidad y Cosmos, coloqué varias pautas para copensar esta Trilogía, o mejor Pentalogía con los Blogs y Twitters, sorteando el laberinto y manteniendo la comunión. La Memoria de Dios, vivir orando en íntima relación con el Misterio de la fe. Volver al Corazón Eucarístico. La Unión o Alianza Indisoluble Hipostática, que logra el encuentro definitivo entre la Trinidad y sus criaturas. Existir intertrabados. Conexión entre Preexistencia Encarnación Pascua Trinidad Parusía. La plegaria incesante. Estar salvados en la esperanza que jamás defrauda. Todo lo podemos en Aquel que nos energetiza y nos impulsa a la Visión del Reino Eterno. Colaciones sobre Colchas Maternales de Retazos en el Laberinto de la Luz del Mundo. Luz que ilumina a toda la creación, pero que el mundo no conoce y hasta los suyos pueden no recibirla. Jn 1, 9- 12 Las culturas y la Misericordia. La tragedia del pecado sin el Redentor Salvador Liberador. La ayuda que nos presta el carisma monástico mariano con sus milenarias Trilogías, Tres son los que dan testimonio, el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo. 1 Jn 5, 8 Literatura, fe y política, imágenes. Reencender el carisma antes de perdernos en la mediocridad e ir corrompiéndonos. Quien no avanza retrocede. Mundo Iglesia Reino. Importancia de la doctrina social de la Iglesia. Opción preferencial por los descartados y la integración de todos los pueblos y religiones creando puentes de movilización ética mundial. En inclusión solidaria y desarrollo integral sostenible, con todos los estratos sociales, hacia la Jerusalén Celestial.
    Siempre el Punctum Puncti es el Esjatón Jesús el Cristo, la Esencia del cristianismo, la  Encarnación Pascual Trinitaria. El Padre ya nos dio Todo enviándonos a su Verbo y al Espíritu. Aquí, siendo fiel a Repetitio mater studiorum, traducido por el circunloquio, volver a recordar con alegre creatividad, es la madre de los que buscamos la formación vital permanente sin cansarnos jamás, insistiré en algunos contenidos candentes que reclaman más atención para pautar su lectura. Nos arrancan del analfabetismo católico que enceguece, a millones. Una de las causas que nos esclavizan a los ídolos y no nos permiten ser llevados por la Ternura del Buen Pastor, el Único Dios Vivo Verdad y Amor. Metánoia, Koinonía, Metamorfosis. Transmentalización, que comienza a sintonizar con la comunidad eclesial pluriforme en la Mente Común con Resucitado en medio. Eso nos lleva a la Transfiguración en Cristo.  A realizar la secreta misión que el Padre ha pensado para cada uno, antes de la creación del cosmos, cuando nos eligió para que fuéramos santos, inmaculados con María nuestra hermana, por el amor. Plan que va más allá de toda utopía de ciencia ficción[9]. Proyecto que es Misericordia para alabanza de la Gloria de su Gracia, con que nos agració en su Amado Hijo. Ef 1, 1-14

    5. Escatología y universal vocación a la santidad. El capítulo V de la Lumen gentium, es el mejor antivirus para nuestras mediocridades, tonalidades de grises, y tibiezas. La Iglesia de manera indefectible es santa adherida a Jesucristo el Único Santo, en el Único Espíritu Santo, por la voluntad operante del Único Padre Santo. 1 Tes 4, 3 Santo eres en verdad, Señor, que desde el principio del mundo obras para que el hombre sea santo, como tú mismo eres Santo[10].
    Los mediocres, lejos de ser un insulto es una llamada compasiva de Jesús a los que nos debatimos en la mediocridad, no tenemos idea de la Potencia propia del Evangelio de la Gracia de Dios, Hech 20, 24 que nos diviniza, pateróforos cristóforos penumatóforos, cual comunión y participación en la Naturaleza de Dios, theóforos. Con largos o cortos pasos, siempre en et et, y más y, no en aut aut, lo lo grande o lo pequeño. No perciben el Dínamo que nos hace energúmenos de Dios, κατὰ τὴν δύναμιν τὴν ἐνεργουμένην ἐν ἡμῖν, Ef 3, 20 No distinguimos bien entre justificación, santificación y glorificación[11]. Entre apartarse del pecado y convertirse a Cristo, alcanzar la perfección del amor que no tiene límites, y entrar en la Vida Eterna. La justificación puede darse en un transcurso o en un momento. La santificación es un proceso de pasaje del diamante bruto a piedra preciosa de la Jerusalén Celestial. Ap 21, 19 Requiere la vida entera para mantenerse en Gracia, ir borrando las reliquias mundanas de nuestros pecados y lo vicios inveterados, hacer crecer las virtudes espejos de las Energías o Perfecciones Increadas de la Trinidad, y llegar la configuración o transfiguración total en Jesús, el Santo de Dios[12]. Como en un espejo reflejamos la Gloria del Señor, y somos transformados a su propia imagen, de gloria en gloria, por la acción de Jesús que es Espíritu. 2 Cor 3, 18 La divinización, Dios se hace hombre para que el hombre se haga Dios. El ser humano se hace por Gracia lo que Dios es por Naturaleza. La transformación total en el Amado Manso y Humilde de Corazón. Esa Unitotalidad es la Meta y la peroración repetitiva de esta Pentalogía. Porque eso es lo que nos señala la Unión Hipostática. La Encarnación del Logos Impecable en la Inmaculada. Y de su plasmación en quien se hace madre de Cristo, pasando de los somático a lo psíquico y pneumático.
    Esa santidad requiere una fortaleza sin medida, de la que Jesús es el Paradigma. Nada de light and soft, nada de barros o arenas movedizas, sino la Roca Inconmovible. Los dones del Espíritu, modo divino, nos sacan de modos humanos rastreros y cobardes. Sólo los santos, con diferentes grados de semejanza con Cristo, entran en el Cielo. Purgándose, iluminándose y uniéndose a la Trinidad, aquí o en el Purgatorio. Todo esto es el Rostro de la Misericordia en nuestra libertad liberada. No hay sólo más alegría en Dios por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve que no tienen necesidad de conversión. Lc 15, 7 También la Trinidad se llena de júbilo por los que se hacen santos y los que entran en la Gloria del Cielo. Y habrá un solo Cristo amándose a Sí mismo. Sin Cristo, sus ángeles y sus santos, no sabríamos para donde virar, con el Viraje hacia Dios de mi papá al confrontarse con Jesús y con la santidad cisterciense y del sacerdocio[13]. Ni como ir desovillando nuestra peregrinación. La noche es tan importante domo el día, su oscuridad es la luz de la fe. Noche que guiaste. Noche amable más que la alborada. Noche que juntaste. Amado con amada. Amada en el Amado transformada[14].
    El gozo del Evangelio que transfigura sólo llegará a su Fin y Pléroma cuando se realice la Consumación Total. No es algo individual sino social y cósmico. Implica la caída definitiva de Babilonia, refugio de demonios, que el universo entero sea sometido a Cristo, y Él entregue el Reino de la Nueva y Eterna Alianza a su Padre, para que la Trinidad sea Toda en todos. Ap 18 y  1 Cor 15, 24-28 La Iglesia, en consecuencia, peregrinando por este mundo no es del todo el Reino, tiene que estar en el mundo sin ser del mundo. Es una identidad que se está borrando en laicos, consagrados y clérigos por falta del Modo Divino en el Fuego misionero de Pentecostés. Manifesté, Ἐφανέρωσά hice una epifanía de tu Nombre a los hombres que me diste de este mundo. Ellos no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del maligno, ἐκ τοῦ πονηροῦ. Santifícalos en la Verdad. Tu Logos es la Verdad. Jn 17, 6-19

    6. Escatología y cultura de la Misericordia. Estamos llamados a hacer crecer una cultura de la misericordia, un estilo de vida basado en el encuentro con los demás. Cultura en la que ninguno mire al otro con indiferencia, ni aparte la mirada cuando vea el sufrimiento de sus hermanos. Las obras de misericordia son artesanales. Ninguna de ellas es igual a otra. Nuestras manos las pueden modelar de mil modos, y aunque sea único el Dios que las inspira y única la materia de la que están hechas, la misma misericordia, cada una adquiere una forma diversa. Tocan todos los aspectos de la vida de una persona. Podemos llevar a cabo una verdadera revolución cultural a partir de la simplicidad de esos gestos que saben llegar al cuerpo y al espíritu de la vida de las personas. Es una tarea que la comunidad cristiana puede hacer suya, consciente de que la Palabra del Señor la llama a salir de la indiferencia y del individualismo, en el que se corre el riesgo de caer por llevar una existencia cómoda y sin problemas. A los pobres los tienen siempre con ustedes. Jn 12, 8 No hay excusas que puedan justificar una falta de compromiso cuando sabemos que Él se ha identificado con cada uno de ellos. El estilo de la misericordia se va plasmando con la oración asidua, con la dócil apertura a la acción del Espíritu Santo, la familiaridad con la vida de los santos y la cercanía concreta a los pobres. Es una invitación apremiante a tener claro dónde tenemos que comprometernos. La tentación de quedarse en la teoría sobre la misericordia se supera en la medida que esta se convierte en vida cotidiana de participación y colaboración. No deberíamos olvidar las palabras con las que el apóstol Pablo, al narrar su encuentro con Pedro, Santiago y Juan, después de su conversión, se refiere a un aspecto esencial de su misión y de toda la vida cristiana. Nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, lo cual he procurado cumplir. Ga 2,10 Nunca podemos olvidarnos de los pobres. Es una invitación más actual que nunca. Se impone en razón de su evidencia evangélica y de los hechos[15].
    Construir esta cultura es entrar en el actual debate que pone todo en tela de juicio, donde la Iglesia no tiene el monopolio, a veces anquilosado y fixista, sobre la compasión y cómo accionarla. Necesitamos un salto en la santidad propositiva sinodal y evangelizadora, en ese paralelismo entre los Atributos de Dios y las virtudes de magnánimas mujeres y varones de nuestro tiempo[16]. Puentes de enlace entre clases sociales y religiones. Amigos de los ricos y servidores de los pobres. Bajo sus múltiples formas, indigencia material, opresión injusta, enfermedades físicas y psíquicas, y la muerte, la miseria humana es el signo manifiesto de la debilidad congénita en que se encuentra el hombre tras el pecado original, personal, estructural y del mundo. Y de la necesidad que tiene de salvación. Por ello, la miseria humana atrae la compasión de Cristo y el amor preferencial de la Iglesia[17]. Al hacerlo convertimos balas en balígrafos para firmar justos acuerdos de paz, cual en Colombia.

    7. Escatología y contemplación bíblica inclusiva. Si Dios hubiera querido que nuestra oración contemplativa fuera una abstracción de lo creado para quedarnos sólo con Él, nunca nos hubiera dado la Biblia. La Lectio Divina sería una distracción. La Misericordia para con los hermanos y la naturaleza, una huída de la auténtica espiritualidad. Pero nuestra oración parte de la Biblia, camina por la Biblia y tiene por fin la Biblia, el Cristo Libro Biblioteca Infinita de Inclusividad. Es un encuentro unitivo con la Trinidad Total, fundamentada en la Alianza de la Unión Personal en Jesús y participada por su Totalidad. Ese es el Evangelio Eterno, εὐαγγέλιον αἰώνιον, Ap 14, 6 el mismo que se anuncia siempre, y a cuya Luz caemos o nos levantamos, y llega a su Fin, Telos Pléroma, en la Parusía.
    Los monjes no pueden edificar murallas entre el claustro pneumatológico, psicológico, somático y social. El Paradisus claustralis debe imbricarse con lo socioeconomicopolítico. Sin dejar la clausura, habrá que luchar con la oración y las bienaventuranzas en este mundo pasajero, signo kenótico del que vendrá. Es lo mejor que podemos hacer para llegar al Nuevo. Thomas Merton, según el New York Time, el monje de mayor influencia después de Lutero. Y de acuerdo al anglicano Allchin, el  monje que supo reconciliar la vida espiritual con el mundo y la sociedad entrelazando ambos extremos, lo logró. La espera de Jesús es lo más opuesto a la inercia. Nuestra vocación consiste en mirar el futuro con esperanza. No tenemos sólo una historia gloriosa que recordar y narrar, sino una gran historia que construir[18]. Se habla de una sociedad postcristiana. Sería más propio de la esperanza, los obispos son servidores del Evangelio para la esperanza del mundo[19], hablar de una sociedad precristiana en expectación del Evangelio cuyo Reino no tendrá fin, sólo la epéktasis del Telos o Finis sine fine. El presente que viene del pasado es el mejor camino hacia el futuro, cuya óptima planificación es esencial, para quienes estamos convencidos, por la Revelación, que Cristo es el Señor de la historia.
    No decimos enigma del futuro, aunque no comprendemos cómo será, sabemos que siempre mantendrá Cruz y Resurrección entrelazados. Y esa falta de comprensión nos lleva con nuestros lenguajes imperfectos a una cierta nube del no saber. No lo sé, me repetía llorando en una comunicación telefónica mi hermana Carmen, luego se quedaba callada. Lo hizo pocos días antes de morir a sus 86 años. En una persona fuerte, trabajadora y decidida, de educación y cultura muy asertiva, parecía una alucinación desconcertante, rayana en la demencia senil. Siete meses después de su muerte lo entendimos. Dios le concedió darse cuenta que del Misterio de la Vida poco o nada se puede comprehender. No hay creatura que logre unirme al Incomprensible. La fe nos da pautas claras que hemos repetido en esta Trilogía para evitar el máximo loguismoi, el olvido del Proyecto de Dios. Lo que me encierra en una egolatría autosuficiente, haciendo de esta existencia fugaz el valor supremo. Es propio del sabio, guardar silencio cuando no sabe, y comenzar a investigar asistido por el Paráclito.
    La Revelación, el hecho de que  Dios se comunique con los seres humanos y no los deje sólo con sus razonamientos, hacen del futuro un desafío ilimitado[20]. A nosotros no nos importan los vaivenes pasajeros de esta vida, sino ofrecerla como Cristo anunciando el Evangelio de la Gracia de Dios que resume toda la Revelación. Los ídolos, los anticristos y la última prueba de la Iglesia que sacudirá la fe de muchos, ya están actuando. Ella sólo entrará en la Gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección. El Reino no se realizará  mediante un triunfo histórico de la Iglesia en forma de un proceso creciente, sino por la victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal[21]. Nuestra estatura y calidad espiritual se miden por lo que esperamos.
    El enigma es ininteligible, la esperanza, como la fe y el amor, es inteligible, fides quaerens intellectum ut experiar. Fe que busca inteligibilidad para abrazarse a la Trinidad, a los hermanos y a la naturaleza. Por supuesto que pasaré por noches oscuras al toparme con el actuar del Increado que se mantendrá incomprensible. Pero en la Luz de Cristo vemos la Luz de los Tres. Dios nos habla y da sentido a nuestra historia, el enigma es el sinsentido del ídolo sordomudo. A cada instante me pregunto si veo oigo huelo gusto y palpo a la Trinidad en cualquier cosa que esté pensando hablando o haciendo. Si no lo hago es que la podredumbre del pecado me está apartando de la Luz del Cirio Pascual. Y recorreré mi camino hacia algún lugar entre. El verde invisible y el tren negro como el azabache. Y cantaré mi canción como un indómito rebelde. Porque eso soy yo y no puedo negarlo. Pero al menos ahora sabré no herir. Ni empujar. Ni causar dolor. Y Dios lo sabe. Ni siquiera intentarlo. Bob Dylan
    Al instante que, por la fe avisto esa Luz de la Vida, todo cambia, todo tiene suprasentido, todo es el Principio Esperanza que nunca está vacío del Alégrense del Resucitado. Mt 28, 9 Viejo y chocheando tengo que purificar mi corazón para que no se vuelva quejoso, inmovilista desubicado, con las nuevas generaciones, nostálgico de mi insignificante pasado. Asumo lo bueno que me dio, sin rechazar lo que me presenta el Hoy de Dios, y me depara su Futuro Absoluto. No idealizamos el pasado, o el presente, o el futuro. Los discernimos en el Apocalipsis, el Esjatón de toda La Revelación, esa que supera al Infinito la elucubración humana en la Sabiduría revelada del Hombre Dios. La distancia entre el primer Adán, psiquis terrenal viviente, y el Nuevo Último Adán, Espíritu Celestial que da Vida y nos zambulle en la Felicidad. 1 Cor 15, 46-47 Porque no existirá más el tiempo, ese jronos que devora lo que procrea. Y el Misterio de la Trinidad será un Disfrute sin Fin, ese que engendra Vida colmada de Regocijo en cada uno de nosotros.

[1] C.S. Lewis, El peso de la Gloria, Harper Collins, New York, 1980, 187 p. Si hoy preguntasen a veinte buenos cristianos cuál piensan ellos que es la mayor de las virtudes, diecinueve responderían que la abnegación. Pero si le hubieran preguntado a cualquiera de los grandes cristianos de antaño, habrían respondido que el amor. Se ha sustituido el medio por el fin. La Nueva Alianza tiene mucho que decir sobre el negarse a sí mismo. Y así desear nuestro propio bien y esperar el placer sería algo malo. Eso no pertenece a la fe cristiana. La asombrosa naturaleza de las recompensas prometidas en los Evangelios, hacen pensar que Jesús encuentra nuestros deseos de felicidad, demasiados débiles.
[2] Ef 5, 18. Filón de Alejandría, Ambrosio de Milán, Orígenes. La embriaguez lleva a la alegría sub racional, la paradoja de la sobria embriaguez del Espíritu, al gozo supra racional. Ese es el consuelo del Espíritu en que debemos existir.
[3] Francis Coppola, Heart of Darkness or Apocalypse Now Redux 
[4] Benedicto XVI, Spe salvi, 44. Blog 196. Pautas para copensar, cosentir y contactar con Creer Discernir Evangelizar  
[5] Francisco, Catequesis, 7 de diciembre 2016
[6] Blog 143. Mis posibles tres últimas donaciones, teorizar escribir acompañar
[7] Twitters Totus Christus, 26.XI.206
[8] Blog 164. El gozo de sembrar la Palabra hacia la Nueva Ciudad
[9] J.B. Libanio, Utopía y esperanza cristiana, Dabar, CdMx, 2000, 232 p.
[10] CEM, Misal Romano, Plegaria Eucarística de la Reconciliación I
[11] CEC, 1987- 2029
[12] Congregación para el clero, Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis, 2016. El camino de la formación y estudios para el presbiterado muestra la diferencia entre la entrada, y las etapas propedéutica, discipular, configurativa y pastoral. Son ocho o nueve años de formación inicial, a la que debe seguir la permanente de por vida. Una cosa es convertirse a una vocación y otra educarse, formarse, estudiar y ejercerla transfigurado en el Corazón Sacerdotal de Jesús. Al no saber discernir, terminaré en la mediocridad, la rigidez mundana del gestor ridículo, insatisfecho buscando mi fama en vez del Reino para el pueblo. Nada, no obstante, puede disminuir nuestro amor y empatía por los seminaristas y sacerdotes, que están desorientados pero luchan por alcanzar la Meta.  
[13] Orar Leer Trabajar, p. 448
[14] Juan de la Cruz, Noche oscura
[15] Misericordia et misera, 20
[16] Francisco, El Nombre de Dios es Misericordia, Planeta, CdMx, 2016, pp. 103 y ss. Ir por el camino de la santidad significa vivir en la Presencia de Dios, ser irreprochable, poner la otra mejilla, imitar su infinita Misericordia.
[17] CEC, 2448
[18] Vita consecrata, 110
[19] Juan Pablo II, Exhortación apostólica postsinodal, Pastores gregis, 2003
[20] J.B. Libanio, Teología de la Revelación. A partir de la modernidad, Dabar, CdMx, 2002, 502 p.
[21] CEC, 677