miércoles, 25 de septiembre de 2013

178. Edificación sólida y rocosa no líquida y arenosa: Heb 11, 13-16



    
    Dios nos está preparando una Ciudad. Pólis y politéia En el centro de la fe bíblica está el amor de Dios, su solicitud concreta por cada persona, su proyecto de salvación que abraza a la humanidad entera y a toda la creación, y que alcanza su cúspide en la encarnación, muerte y resurrección del Verbo hecho carne. La fe viva y amante es indesligable del amor iluminado y de la esperanza planificadora hacia la Ciudad, Jerusalén, que la Trinidad nos prepara y quiere que habitemos ya. La fe no sólo se presenta como un inaudito Camino de Belleza de Encuentro con el Resucitado para cada hombre, sino también como Edificación de relaciones solidísimas con Dios los hermanos y el universo. Como un Lugar en el que el ser humano puede aprender a convivir, a interrelacionarse con las Tres Personas de Dios, sus hermanos y la naturaleza, contra todas las tormentas de la pecadora condición humana.
   El primer constructor es Noé que en el Arca, logra salvar a su familia, a los animales y las plantas. Después Abrahán, edificador de una familia que se convertirá con los siglos en el Pueblo de Dios. Nace así, en relación con la fe, una nueva fiabilidad, una nueva solidez, que sólo puede venir de Dios. Si el hombre de fe se apoya en el Dios del Amén, en el Dios Fiel, Is 65,16 evita lo líquido y la arena y adquiere lo sólido y la roca. La fe nos da la Buena Noticia de hasta qué punto pueden ser sólidos los vínculos humanos, cuando Jesús se hace presente en medio de nosotros, contaminados por la volatilidad globalizadora que no acepta responsabilidades y compromisos de por vida. No se trata sólo de una solidez interior, convicción firme del creyente; la fe ilumina también las interrelaciones humanas, porque sigue la dinámica del Amante, el Amado y el Amor de las Tres Personas de Dios. El Dios digno de fe  nos construye, no un desierto movedizo y aislado sino Jerusalén, la Ciudad de la Paz. La fe no es intimista ni privada sino comunitaria. Creo y Creemos son inseparables.
    La luz de la fe permite valorar la riqueza de las relaciones humanas, su capacidad de mantenerse, de ser fiables, de enriquecer la vida común. Sin un amor fiable, nada podría mantener unidos a los hombres. La unidad entre ellos se podría concebir sólo como fundada en el utilitarismo, en la suma de intereses manipuladores y el miedo, pero no en la bondad de vivir juntos, ni en la alegría que la sola presencia del otro nos suscita. La fe permite comprender la arquitectura dramática de las relaciones humanas, porque capta su fundamento último y su destino definitivo en la Muerte y Resurrección de Jesús, y así ilumina el arte de la edificación contra todo poder satánico de destrucción. La fe es un bien común que nos otorga el arte de convivir en Paz con todos. Como dice san Bernardo donde no hay paz, tampoco está Dios, porque su Morada está sólo en la Paz. Sal 75, 3; Carta 462, 4  
    Esa convivencia a la que nos impulsa la fe que edifica la Ciudad de la Paz, actual y futura, no es inmovilidad de muerte sino el movimiento impetuoso de la vida que reconstruye un inicio de mundo mejor una y otra vez, pase lo que pase con las pujanzas aniquiladoras de turno. Frente a la crisis del cambio de época podemos caer en la resignación y el pesimismo hacia toda posibilidad de intervención eficaz. En cierto sentido llamarnos afuera de la misma dinámica del actual viraje histórico, denunciando sus aspectos más negativos con una mentalidad semejante a aquel movimiento espiritual y teológico del siglo segundo dC llamado apocalíptico, que no entendió el empuje del Apocalipsis. Esta concepción pesimista de la libertad humana y de los procesos históricos lleva a una parálisis de la memoria, la inteligencia y de la voluntad. La libertad crece en el corazón que se siente amado y tiene fe en el futuro. La desilusión esclavizadora lleva a la fuga y al aislamiento. Es algo semejante a Pilato lavándose las manos. Una actitud que parece pragmática pero que, de hecho, ignora el grito de justicia, de humanidad y de responsabilidad social, y lleva al individualismo, a la hipocresía y al cinismo.
    No dejemos ofuscar la esperanza, huir de la realidad, lavarnos las manos o encerrarnos en nosotros mismos. Aunque ciencia en el sentido más estricto de la palabra lo son solo las matemáticas, en las materias específicas cada ciencia tiene su propia forma, según la particularidad de su objeto. Lo esencial es que aplique un método verificable, se excluya lo arbitrario y se garantice la racionalidad en las respectivas demostraciones. La exégesis históricocrítica es necesaria para una fe que no propone mitos con imágenes históricas, sino que reclama una historicidad verdadera y por eso debe presentar la realidad histórica de sus afirmaciones también de forma científica. En el ámbito histórico y en el del pensamiento filosófico, la teología ha producido resultados duraderos, aunque no sean iguales a los de la lógica matemática. Una función importante de la teología es la de mantener la religión unida a la razón y la razón a la religión. Ambas funciones son de esencial importancia para la humanidad. Existen patologías de la religión y no menos peligrosas patologías de la razón. Ambas necesitan la una de la otra, y tenerlas conectadas es una tarea de la teología. La ciencia ficción existe en el ámbito de muchas ciencias. Son visiones y anticipaciones, para alcanzar un verdadero conocimiento, sólo imaginaciones con las que buscamos acercarnos a la realidad. Si sustituimos a Dios con la naturaleza, queda la pregunta, quién o qué es esta naturaleza. En ninguna parte se la define con precisión y aparece por tanto como una divinidad irracional que no explica nada. En una religión de las matemáticas tres temas fundamentales de la existencia humana quedan sin considerar, la libertad, el amor y el mal. Carta del papa emérito Benedicto al matemático italiano Piergiorgio Odifreddi, 30/VIII/2013, en respuesta a su libro abierto Caro papa, ti scrivo, Mondadori, 2011.
    En Cristo tenemos un camino nuevo y viviente, Heb 10, 20 histórico científico teológico, más allá de toda fantaciencia, para recorrer en este momento histórico promisorio que vivimos; y que nos impulsa a buscar y a encontrar vías de esperanza, que abran horizontes nuevos a la Iglesia y la sociedad. Benedicto XVI explicó en Friburgo el 25/IX/2011 su proyecto de una Iglesia desmundanizada y pobre, llamada a centrarse en la adoración a Dios y el servicio al prójimo. Aquí es precioso el gozo de la oración, el estudio y el trabajo para enfrentarnos con los dolores de los hombres que siempre existirán. Viendo la unión amorosa de Jesús con su Abba, incluso en el momento de mayor sufrimiento en la cruz, aprendemos a tener una luminosa mirada pascual. La luz de la fe no disipa todas nuestras sombras, si no lo hace cualquier saber menos este Supremo, sino que en unión con el amor y la esperanza nos proyecta hacia un futuro cierto, la Jerusalén de aquí y del Cielo, más allá de las ilusiones e ídolos de nuestros pecados. No permitiremos que nos roben la esperanza teologal con falsas soluciones inmediatas que cristalizan los procesos vitales, igual que una pobre lombriz disecada al sol, en vez de proyectarlos hacia Jesús resucitado que nos acompaña en nuestro sendero, hasta sostenernos en la muerte, en que Dios nos dirá el último, sal de tu tierra, ven hacia Mí y entra por las puertas de la Ciudad. Ap 22, 14
    

miércoles, 18 de septiembre de 2013

177. Los Tres y la fe amante el amor iluminado y la esperanza planificadora: Col 1, 26-29



    El Misterio oculto desde toda la eternidad y que ahora Dios quiso manifestar a sus santos es Cristo en nosotros, la esperanza de la gloria. El corazón del carisma monástico mariano, benedictino cisterciense, que los monjes copistas venimos transmitiendo desde hace 1.500 años, es el mismo Jesús Amor Humilde en la Escuela de la fe, la esperanza y el amor. Donde está Jesús está la docibilidad, el amor y la humildad. Hay que recalcar la discreción entre la Luz humilde del Resucitado que habla a nuestro corazón y la luz de la mundanidad, una luz artificial que nos vuelve soberbios y orgullosos. La identidad cristiana es una identidad de Luz no de tinieblas. No pertenecemos a las tinieblas sino que somos hijos de la Luz. Esta Luz no ha sido bien recibida por el mundo. Pero Jesús ha venido para liberarnos del pecado que son esas tinieblas que buscan devorar a Verbo hecho carne. Se puede fantasear en obtener la luz con sólo las tecnociencias. Pero la Luz de Jesús es distinta. No es una luz creada sino Increada, diferente a la luz de este mundo. La luz que nos ofrece el mundo es artificial, fuerte como una explosión de petardo o flash fotográfico con magnesio. En cambio la luz de Jesús es suave, tranquila, pacífica, como la luz amable y difusa de la Nochebuena. Sin imposición alguna, con la Familia de Nazaret en silencio de adoración.
    La Luz de Jesús, no es un espectáculo Pop, es Luz que viene de su Corazón al nuestro. No obstante, es verdad que tantas veces el diablo viene disfrazado de ángel de luz, le gusta imitar a Jesús y se hace el santo, nos habla con serenidad, como le habló a Jesús tras el ayuno en el desierto. Por eso debemos pedir la sabiduría del discernimiento, para conocer cuándo es Jesús que nos da la Luz y cuándo es el demonio, disfrazado de ángel de luz. Muchos creen vivir en la Luz y están en las tinieblas sin darse cuenta. La Luz de Jesús podemos conocerla, porque es una Luz humilde, no es una luz despótica y tiránica. Es apacible, con la fortaleza de la mansedumbre. Es una Luz que habla sin ruidos y nos ofrece la Cruz. Pero si viene una luz que nos vuelve orgullosos, nos lleva a mirar a los demás desde arriba, a la soberbia y al desprecio, esa no es la Luz de Jesús, es la luz del diablo, disfrazado de Jesús o de ángel de luz, actuando en la malicia del ocultamiento, cual si no existiera, por el katéjon 2 Tes, 2.7 que lo retiene y no lo deja manifestarse, engañando a muchos.
    Es urgente aprender los caminos que nos permiten discernir la verdadera Luz de la luz fatua. Ignacio de Loyola presenta 53 en sus Ejercicios Espirituales, inspirado en su experiencia y en la diacrisis monástica. Donde está Jesús hay amor, humildad, docibilidad y Cruz. Jamás encontraremos un Jesús que no sea manso y humilde de Corazón, docible al Padre, con amor en el Espíritu y ayudándonos a llevar la Cruz, enlazándonos con su Yugo suave y su Carga ligera. Entonces debemos ir tras Él, seguirlo sin miedo, hacernos discípulos misioneros de esa Luz que nos guía a la Belleza de la Resurrección, realizando la Verdad en el Amor. Ef 4, 15
    La fe no es espejismo, ni fábula ni ilusión. La fe es una experiencia de Verdad, Amor y Vida. La fe viva que actúa energouméne, trabaja como loco o poseído por el amor iluminado, en esperanza planificadora. Gal 5, 6 Quiero que sepas una cosa. Tú sabes cómo es esto. Si miro la luna de cristal, la rama roja del lento otoño en mi ventana, si toco junto al fuego la impalpable ceniza o el arrugado cuerpo de la leña, todo me lleva a ti, como si todo lo que existe, aromas, luz, metales, fueran pequeños barcos que navegan hacia las islas tuyas que me aguardan. Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme, dejaré de quererte poco a poco. Si de pronto me olvidas, no me busques, que ya te habré olvidado. Pero si cada día, cada hora sientes que a mí estás destinada con dulzura implacable. Si cada día sube una flor a tus labios a buscarme, en mí todo ese fuego se repite, en mí nada se apaga ni se olvida, mi amor se nutre de tu amor, amada, y mientras vivas estará en tus brazos sin salir de los míos. Pablo Neruda, 1904-1973 de acuerdo a García Márquez el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma; y según Harol Bloom ningún poeta del hemisferio occidental del siglo XX admite comparación con él, candidato a presidente de Chile y Nobel de Literatura 1971.
    La razón desmesurada, elevada a medida de todas las cosas, ha llevado al hombre hasta el miedo de perder no sólo la propia vida, sino incluso la propia humanidad. El extravío que se ha producido no tiene fondo ante el enigma del destino de la humanidad y de la persona. Recuerdo una novela representativa de este momento histórico y resumen simbólico de su crisis; Barrabás, de Pär Lagerkvist. Barrabás es el símbolo del hombre moderno, expresión de esa cultura que lo concibe como un ser autónomo en su totalidad. El libro narra la historia del bandido o guerrillero que recibió gracia en lugar de Cristo quien, de improviso, pocos días después de su captura, se ve liberado por causa de este desconocido, Jesús de Nazaret, al cual queda ligada por esto su vida, esa vida tan independiente tan salvaje y tan libre. La novela está toda construida en torno al hecho de que, si Barrabás vive y continúa siendo poderoso y capaz de llevar a cabo las empresas que le han hecho famoso, lo debe al hecho de que Otro ha muerto en su lugar. Giovanni Papini, en su introducción a la primera edición italiana, comenta con agudeza, Barrabás es, por consiguiente, el hombre por excelencia, que tiene su vida a salvo por obra de Cristo y no sabe por qué. Busca saber, busca informarse, trata de ver y, en realidad, no lo sabrá jamás con exactitud. Barrabás está lleno de curiosidad, perturbado y nunca se convertirá. Lagerkvist obtuvo el premio Nobel en 1951, por esta novela escrita el año precedente, y la motivación del galardón la considera como emblema del hombre europeo, el cual reconoce en el cristianismo la fuente de los valores que ha regalado al mundo su cultura, pero no logra ya creer en el Eterno Viviente. Luigi Giussani Ni racionalismos ni fundamentalismos fideístas sino Fe y razón.
    Un psiquiatra levantó un vaso de agua y preguntó cuánto pesaba aquel vaso. Las respuestas variaron entre 150 y 300 gramos. Respondió, el peso absoluto no es importante, todo depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si un minuto, no hay problema, si una hora, me dolerá el brazo y si lo sostengo un día, el brazo se me paralizará. El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sostengo, más pesado, más difícil de soportar se vuelve. Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no es nada. Si piensas un poco más  empiezan a doler, y si piensas en ellas todo el día acabas paralizado, incapaz de hacer algo. Ejemplificación psicológica de la exhortación pneumatológica del Sermón de la Montaña, Mt 6, 25-34 y la Amerimnia de los Padres del Desierto.
    Todos tenemos que honrarnos, honrar a todos los hombres, anticiparse a honrarse unos a otros, RB, 4, 8 y 72, 4 y obedecer a nuestra conciencia recta y formada en la medida de lo posible. De ahí que el creyente no puede ser soberbio ni arrogante, al contrario, la fe en la Verdad Revelada lo hace humilde, sabiendo que más que buscarla y poseerla, es la Verdad quien nos apapacha y nos posee. Quien cree proclama la Singular Verdad Absoluta que es Cristo, pero sus palabras no son todas verdades absolutas, pues la Verdad, según la fe cristiana, no es sólo la adecuación de mi inteligencia a la realidad, sino el mismo Amor Increado de la Trinidad que viene a nuestro encuentro, y así la Verdad entra en interrelación personal con cada ser humano. Cada uno recibe la Verdad y la expresa, respetando su derecho a la libre expresión tanto eclesial como civil, desde su misma limitación, su historia, su cultura y la situación en que vive.
    De ahí que una fe sin esperanza está tan muerta como una fe sin amor. La esperanza no puede ser confundida con el vaso medio lleno, la confianza en el futuro tecnocientífico, el pensamiento positivo o el mero optimismo humano. Actitudes buenas pero que dependen de nuestra formación, temperamento y humor. Para un cristiano, la esperanza es Jesús en su Persona unida al Padre y al Espíritu, con su Energía para liberar y rehacer cada vida y cada historia en Gloria. La esperanza es una virtud del Espíritu Santo, un regalo de Jesús para impulsarnos hacia el Padre, es el mismo Jesús y lleva su Nombre, Dios salva. Cristo en nosotros es la esperanza de la gloria que jamás desilusiona. No vale decir tengo esperanza en la vida, o en tal o cual cosa o líder. Tengo esperanza en el Resucitado, en esa Persona viva que viene en la Eucaristía, que está presente en su Palabra y habita en nuestros corazones por la fe amante, el amor iluminado y la esperanza planificadora.
    La desesperanza y la presunción, el odio, la envidia, los chismes, el miedo, la incredulidad e idolatría no son caminos de liberación. Libertad y esperanza van juntas, donde no hay esperanza no puede haber libertad en proyección de un futuro mejor según los insuperables Planes de Dios. Jesús rehace todo lo que se desmorona. Es Cristo quien hace nuevas todas las cosas de la Creación Redención Glorificación. Esa es su esencia, poner de pie, anásthasis, lo que se derrumba y muere, por su Resurrección en el Teodramática inagotable de las Supraformas inimaginables, aquí ahora en este momento, y en la Vida Eterna.
    Es precioso encontrar a quienes llegan al ocaso de sus vidas con esta alegre esperanza. Esa que tuvo la Virgen, durante la oscuridad del Viernes de la Pasión y Muerte, hasta el alba del Domingo de Resurrección. La esperanza de la santa apokatásthasis ortodoxa que nunca defrauda y hace renacer todo en la Escuela del servicio al Único Señor, donde nada se pierde; y lo que hayamos sembrado bajo el signo de la debilidad y la corrupción se revestirá de la Incorruptibilidad de la Nueva Morada, la Ciudad de la Jerusalén Celestial Centro Espiritual del Universo, donde habita la Justicia, cuya bienaventuranza saciará y rebasará todos nuestros anhelos de Paz en la Unitotalidad de la Trinidad, Shalom en Plenitud Infinita. GS, 39 Jerusalén, en realidad, no es más que otro nombre para la Totalidad de Cristo Única Ciudad de la Paz.

viernes, 6 de septiembre de 2013

176. Monacato ayer hoy mañana 3



5. Monacato Moderno y Contemporáneo, siglos XVI-XXI

I. Puntualizaciones


    01. No mantengas ocultas las palabras proféticas de este Libro porque falta poco tiempo. Pronto regresaré trayendo mi recompensa, para dar a cada uno según sus obras. Yo Soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin. Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho a participar del Árbol de la Vida y entrar por las puertas de la Nueva Ciudad. Ap 22, 10-14 La espiritualidad, teología y carisma monástico mariano son apocalípticos. No apocalípticos en el sentido de aquel movimiento espiritual y teológico pesimista y desesperanzado del siglo II. Esta concepción derrotista de la Providencia y la libertad humana de los procesos históricos, lleva a la parálisis de la memoria, la voluntad y la inteligencia. La apocalíptica revelada es una profecía de esperanza realista. El monacato cortado siempre reverdece, sucissa virescit. Estamos llamados a dar, con la búsqueda de la Morada Celeste, testimonio manifiesto y mantener vivo ese deseo dentro de la humanidad, sin perder el memorial del pasado, sin escapismos del regalo del presente, y sin dejar la proyección del futuro. Los monjes y monjas existimos en la esperanza del Reino de Cristo; con fe amante, amor iluminado y esperanza planificadora. Somos muy pocos, la Iglesia y muchos en el Mundo nos aman, y dejamos a los clérigos y laicos su cuidado, mientras intercedemos por ellos en el silencio, la soledad y la oración incesante de la Eucaristía, preparada y continuada por la Liturgia de las Horas en el Coro. Cual metáfora, alimentamos con algo comparado a la Energía del Campo Punto Cero, NullPunktsenergie,  la energía que surge del vacío según la mecánica cuántica, y en nosotros del Resucitado en el Orar Leer Trabajar, solidarizándonos con los pobres en Salud Educación Empleo.
    02. La elaboración de tablas y cuadros cronológicos, del Big Bang hasta hoy en un año, nos inclinan a la humildad. Resulta desconcertante que la aparición de nuestro planeta Tierra como producto de la condensación de la materia interestelar no acaezca en este año cósmico hasta primeros de septiembre; que los dinosaurios aparezcan en Nochebuena; que las flores no broten hasta el 28 de diciembre o que el ser humano no haga acto de presencia hasta las 22:30 del 31 de diciembre, la historia escrita ocupe los últimos diez segundos, y el espacio transcurrido desde el ocaso del medioevo hasta la época contemporánea es de un segundo. Pero, a pesar del intervalo insignificante que nos corresponde en la tabulación cósmica del tiempo, es obvio que lo que vaya a ocurrir en la Tierra y su entorno al iniciarse el segundo año cósmico, dependerá en buena medida del nivel que alcance la ciencia y la sensibilidad del género humano en su prístina manifestación. Carl Sagan, Los dragones del Edén. Especulaciones sobre la evolución de la inteligencia humana  El cosmos supo, en la Providencia, funcionar por miles de millones de años sin nosotros. Lo podrá seguir haciendo cuando desaparezcamos. Somos conscientes de nuestra fugacidad, con fecha de elaboración, lote y caducidad, y del Dios rico en tiempo con 10 segundos de historia escrita en un contexto infinito que nos precedió y seguirá. La vida monástica no puede ser apurada ni estresada. La historia puede ser esclavitud. La historia puede ser libertad. Contempla cómo ya se desvanecen los sitios y los rostros, con quien tanto los amó. Para renovarse, transformarse y transfigurarse. T.S. Eliot, Mareo leve El monacato es lento, tranquilo, sereno, quieto junto a las galaxias y los bosques de cipreses, cedros y secuoyas, con los que nos mimetizamos ya que nos enseñan cuán despaciosos y vacíos son los procesos de Transfiguración Sostenible en Jesús. Si se apresura se desborda, cruza límites que hoy están prohibidos, no tal vez mañana, y no cumple su cometido de Cristo orante lector y trabajador entre los pobres de Yahveh.
    03. Sin embargo, somos indesligables de nuestro entorno, y nuestra consciencia del Dios que Es Amor y nos ha otorgado una pequeña misión en audacia creadora, en la hesijía o quies, que en comunión personal tenemos que realizar, y de cómo la ejerzamos incrementaremos la entropía diabólica o el Orden Trinitario, sin caer en la utopía de que somos los solos constructores de la historia. El Único Señor de la historia es el Resucitado y nosotros sus insignificantes libres colaboradores hasta que tengamos los aparejos listos pa'l viaje. Últimas palabras del beato cura Brochero +1914 a los 73 años Dios no nos quiere robots inermes teledirigidos. Poseemos, por Gracia, un potencial constructivo increíble, capaz de oponerse a toda destructividad. Los que esperan en Yahveh verán renovado su vigor. Is 40, 31 Que aventajen los que te reedifican, bonayik a la gente que te destruyeIs 49, 17 Usando el poder que el Señor nos dio para edificar y no para destruir. 2 Cor 13, 10 Es esencial a Jesús crucificado y resucitado, restablecer lo desmoronado en el Misterio dramático de las Supraformas. Lo que acaece al Verbo hecho carne, sucede también a su Cuerpo Místico y Cósmico. En las Consideraciones 126 y la 161 hemos reflexionado sobre. 1. Introducción y monacato universal. 2. Monacato primitivo, siglos III-V. 3. Monacato benedictino, siglos VI-X. 4. Monacato medieval, siglos XI-XV. 5. En esta 176. 5. Monacato moderno y contemporáneo, siglos XVI-XXI. Faltan más contenidos, aclaraciones y bibliografías. No olvide, por favor, que se trata de un curso a vuelo de pájaro para principiantes, no se salga de sus casillas buscando un tratado de especialistas. No he sido más que un acémila monje copista que, en general, cito de memoria mis Lectios, con el Entrar y el Suprimir de la Lap Top entre los dedos, en vez de la penna y el rasorium.


04. Tal como el paso de la Antigüedad al Medioevo estuvo marcado por ciclópeas conmociones de cambios a todos los niveles, más lo estuvo el de la Edad Media a la Moderna y Postmodernismo. Los pasajes históricos no se dan cual vuelta de hoja al final de un capítulo. Las generaciones contemporáneas pueden ni notarlos. Ya el siglo XIV fue una premisa, el XV una preparación, y el XVI un estallido con la Reforma protestante, la mayor catástrofe que haya sacudido a la Iglesia en toda su historia, J. Lortz  y la Reforma católica, en las que hemos vivido hasta el Vaticano II y el Mayo francés, y recién estamos comenzando a transreformar. Los abusos tardomedievales y la inmoralidad, personal y comunitaria, de algunos clérigos, consagrados y laicos, a pesar de los 4 concilios ecuménicos de Letrán, 1º y 2º de Lyon, Constanza, Florencia y el 5º de Letrán; 1512-1517 que clamaban por una reforma. Deberíamos estudiar al menos a siete grandes. El franciscano inglés Guillermo de Ockham, 1290-1349 con el nominalismo, la ruptura entre fe y razón, y la sola Scriptura. Thomas de Kempis, 1380-1471 con la Devotio moderna, piedad sublime de la que extraemos ciencia jugosa, pero algo intimista de contemplación silenciosa, sin mucha relación con la liturgia, los sacramentos y la Iglesia Comunión, pues al devocionismo exagerado sigue la sequía sacramental. Nicolás de Cusa, 1401-1464 propuso un programa de reforma para toda la Iglesia, Ecclesia semper reformanda y Pío II, 1458-1464 redactó la Bula para su aplicación, que no logró publicar al morir de forma instantánea. Conectar con Juan de Cirey, abad de Císter, y los 16 artículos de París. 1494 Eliminar tres obstáculos. El que las elecciones de los abades no sean libres, poniéndose al frente de los monasterios a personas ineptas. La malhadada encomienda, los abades comendatarios devoran el patrimonio de los monasterios, hacen disminuir el personal, las mujeres entran por todas partes al monasterio y los monjes salen a su gusto. La multiplicación de los pleitos, monjes y monjas acuden a juicios que duran largo tiempo, para evitar vivir en el claustro. Girolamo Savonarola, 1452-1498 sus críticas al desenfreno de Florencia, los Medici y el papa Alejandro VI. Martín Lutero, 1483-1546 monje y sacerdote de una rígida reforma de los agustinos, casado luego con una monja cisterciense, con sus legítimos pedidos de cambios y sus procaces y despiadadas críticas a la Misa y al monacato. Hoy, acercándonos a los cinco siglos, se trabaja en el texto Del conflicto a la comunión. La interpretación luterano católica de la Reforma en 2017. Luteranos y católicos debemos pedirnos perdón por los daños que nos hemos causado los unos a los otros y por las culpas que cometimos ante Dios, gozándonos ahora por el deseo de unidad que el Resucitado ha despertado en la Esperanza.




    05. Hacemos síntesis apretadas, rápidas y limitadas que no pueden ofrecer el amplio panorama histórico ni los matices hermenéuticos. Cada participante del encuentro aportará su punto de vista, consciente de ser la vista de un punto en docibilidad con apertura a los puntos de los demás, y el copensar abrazándonos a la Verdad que nos busca, nos enriquecerá. Lo valioso está en no quedarse con las claridades del Patrimonio cisterciense del siglo XII o de otras épocas. Si no es lícito callar sobre el mal de la Iglesia, tampoco se debe callar acerca de la huella luminosa de bondad y pureza que la fe ha trazado a lo largo de los siglos. Es verdad también que hoy la fe impulsa a muchas personas al amor desinteresado, al servicio de los demás, a la sinceridad y a la justicia. La fe, la ciencia y el mal, Carta del Papa emérito Benedicto XVI, publicada 24/IX/2013 en La Repubblica, enviada al escritor y matemático Piergiorgio Odifreddi, en respuesta a su libro Querido Papa te escribo.Todos somos pecadores, como todos nos enfermamos y morimos. Es sabio conscientizar y orar las sombras y tinieblas que pueden atacarnos durante años. Es tan importante estudiar la salud como las enfermedades y contaminaciones que nos acecharon y nos acecharán siempre y tienen que ser prevenidas y curadas.
    En los cinco siglos sobre los que nos toca reflexionar los monjes pasamos por cuatro concilios ecuménicos. El 5º de Letrán, decretos sobre el sistema fiscal de la Curia Romana, la enseñanza del catecismo, la predicación y la abolición de las encomiendas, cosa que revocó Leó X. No logró quitar abusos graves cual la acumulación de prebendas y la obligación de residencia. Trento, 1545-1563 querido por Carlos V y llevado a cabo por los papas Pablo III, Julio III y Pío IV; dogmas sobre la Justificación, Escritura Tradición y Magisterio, Sacramentos; y la auténtica Reforma de la Iglesia occidental que enfrentó la tristeza de la división, por desgracia sin asomos de ecumenismo. Vaticano I, 1869-1860 la Revelación y conocimiento de Dios, unión de razón y fe, primado de jurisdicción e infalibilidad del papa. Vaticano II, 1962-1965 16 documentos pastorales con algunos puntos dogmáticos, sobre la Iglesia ad intra y ad extra.



    06. Los cistercienses en estos 500 años van pasando por períodos en consonancia con la historia de la Iglesia y del Mundo, con o sin coqueteos, y tan atractivos y difíciles de interpretar cual los artísticos cuadros paranoicos surrealistas de Dalí y Picasso. Aunque no podemos separarnos de ellos, debemos cuidarnos de reducir todo a estadísticas y movimientos sociopoliticoeconómicos que se cuelan en los fregones monasterios, considerados como elementos extraños. La Nueva Jerusalén, otro Nombre para el Totus Christus, será siempre más Antigua que el mismo Paraíso pues es el Primer Proyecto del Padre en el Resucitado por el Espíritu, una Reliquia de un pasado sorpassato o sobrepujado al Infinito. El martirio y la críptica santidad que siguió floreciendo en claustros arrasados o diezmados lo demuestran. Los monjes somos lombrices sepultados en tierra, fecundando y dando Vida a la Tierra, sin hacernos notar desaparecemos de la superficie. Apocalípticos, conocemos el Misterio de los Sellos a través de los cuales viene Jesús y participamos en la Pascua de Dios; la guerra, la peste, el hambre, el clamor por la justicia, los terremotos y demás calamidades naturales, y el silencio junto con la oración hasta que suenen las trompetas y prosiga la purificación. Ap 7 y 8
    Y cuidarnos en especial, de hacer del Memorial histórico una romántica Tienda de nostalgias que no nos conciernen, salvo por la belleza y el olor propio de la pátina de lo antiguo, memorabilia que no nos tocarán. Hermosa esa Tienda mas desconectada de Jesús ya no es Memorial. Pasado Presente y Futuro es una única realidad de nuestro existir en Cristo el mismo Ayer Hoy y Siempre, antes del Big Bang, durante, y después del Big Crunch, o lo que sea; verdadera superación exponencial de Lost y de cualquier ciencia ficción. La Historia es un Despertar Místico de que existimos a flashes de ayer hoy mañana. Con Jesús y su Iglesia vivimos entrelazados por un abrazo de mutua ayuda, Él me cuida y yo debo cuidar de Él, con una ternura inaudita. Parece audaz, pero es así en la Humanidad del Verbo unido a su Cuerpo Místico. Jesús nos pidió velar, gregoreîte y orar con Él en su agonía. Y nos quedamos dormidos. katheúdontas Mt 26, 36-46 Amodorrados sin ton ni son; no supimos aprender de su agonía las infinitas agonías por las que juntos tenemos que pasar, cual si lo que le pasara a Dios y a los otros, no nos fuera a suceder a nosotros. Además de ser fuente de sabiduría, prudencia y discernimiento en nuestras vidas que están gestando historia.
    Cuando llegué a Spencer, que estaba en 1960 en la diócesis de Boston, éramos 210 entre coristas y legos. Hoy son 70 con 10 ausentes. Nosotros en Azul somos 18 con dos ausentes, José Superior ad nutum de Frattocchie, y este servidor capellán de El Encuentro. Nuestras cuatro Hermanas de Siria nos mandaron este mail que resumo, el 06/IX/2013. Nuestro monasterio se encuentra en la única zona de Siria que, aunque habiendo sido tocada desde el principio de los combates, a veces cruentos, ha quedado habitable y sin gran destrucción. Las gentes que nos rodean son solidarias y estamos protegidas por la amistad de nuestros vecinos. Nos adherimos de corazón al llamado a la paz de nuestro Papa y a la oración que nos une a todos. Algunos quieren matar la esperanza, pero debemos resistir con todas nuestras fuerzas. Resuenan de una manera particular para nuestra permanencia en Siria, como comunidad monástica, estas palabras de Isaac el Sirio. No se te ha establecido para llamar a la venganza contra los acciones y contra los que las cometen, sino para invocar sobre el mundo la misericordia, para cuidar de que todos sean salvados y para unirte al sufrimiento de cada hombre, tanto justo como pecador. Las Dunas era una profecía. Y lo peor con Jesús, no supimos consolarlo, acurrucarlo junto a nuestros corazones y acariciarlo con amor. Lo dejamos solo, qué horror que repetimos, y nos necesitaba tanto y lo necesitará Forever. Si lo sabrán María y José; y el Pueblo humilde que lo acompaña en la Eucaristía después de la Misa en la Cena del Señor.



    07. Damos una división simple centrada en los cistercienses y en pocos países, compartida por varios estudiosos, cuyos compartimentos solapándose e interfiriéndose nos pueden dar un vistazo tensionado e inquietante, que zamarrean nuestras confianzas humanas, y seamos apapachados por la verdadera esperanza sobrenatural que nos da el Misterio Pascual. Casi nada diremos de otros monacatos y menos del monacato oriental, con los siglos XV al XVIII en aislamiento, el XIX de liberación nacional y el XX-XXI con inmensas penalidades, pruebas, y reconstrucción hacia un Concilio Panortodoxo. Nicolás Zernov El tiempo presente y el tiempo pasado, quizás estén presentes en el tiempo futuro. Y el tiempo futuro esté contenido en el tiempo pasado. Y si todo el tiempo está presente en la Eternidad, todo tiempo parece incambiable. Es decir que el fin antecede al principio, y el final y el principio siempre estuvieron allí, antes del principio y después del fin. Así el Todo es siempre un ahora. T.S. Eliot




1. El fin de la prosperidad se da en el siglo XIV primicias. Entre 1250 y 1300 fundamos ciento cincuenta monasterios; entre 1300 y 1350, diez; y entre 1350 y 1400, cinco. En Flandes, el monasterio de Las Dunas alcanzó su esplendor en 1300 con 215 monjes de coro y 500 hermanos legos. En 1395 los monjes eran 60 y no había ningún converso. Fue destruida por los calvinistas en 1565. Cuando estaba siendo reconstruida, en 1578 los calvinista la volvieron a atacar, demoliéndolo y llevándose hasta las piedras.
2. Las reformas antes de la Reforma cundieron por todas partes, en general sin mucho éxito, durante el siglo XV preparación. Los factores en contra eran enormes. El gran cisma de occidente. Císter reconocía al papa de Aviñón Clemente VII, de ahí que los papas de Roma Urbano VI, 1378-1389 y Bonifacio IX, 1389-1404 prohibieron el contacto con la Mater omnium nostrum durante 30 años. La equivocada ejecución en la hoguera del sacerdote y teólogo checo Juan Huss, 1369-1415 llevó a la rebelión de los husitas que destruyeron 30 de nuestras abadías. El conciliarismo, los Concilios ecuménicos 16º de Pisa Constanza, 1409, 1414-1418 y 17º Basilea Ferrara Florencia, 1431-1442 se consideraban por encima del papa. Las consecuencias de la peste negra, la pandemia más devastadora en la historia de la humanidad, que afectó a Europa y Asia, alcanzando su punto máximo entre 1347 y 1353, reapareciendo luego en otros lugares; causó 25 millones de muertos en Europa, un tercio de su población, y 50 millones más en Asia. La produjo el hambre y la malnutrición, bajando las defensas, y un brote de la bacteria Yersinia que provenía de la India y se coló en las pulgas. La caída en 1453 de Constantinopla en manos de los turcos. Los papas renacentistas, enlodados con la política italiana, incapaces de reformarse a sí mismos y menos de reformar a los demás. El nacionalismo exacerbado, el galicanismo francés, las guerras privadas y bandoleros en Alemania que se metían en los monasterios, con la connivencia salvaje de los gobernantes de turno, y obligaban al capítulo conventual a elegir abades aliados con el crimen organizado, el inicio del imperialismo español, los Tudor en Inglaterra. Las Órdenes Militares y las Cruzadas, desde la primera, 1096-1099 hasta la octava, 1269-1270 que acabó con la vida de san Luis rey de Francia; y las que siguieron, la de miles de niñas y niños en 1212 que terminó en la tragedia de Italia, las cruzadas bálticas, siglos XII-XVI contra los albigenses, siglo XIII  y la de la reconquista española, las Navas, 1212 y Granada. 1492 La guerra de los cien años, 1337-1453 entre Francia e Inglaterra, para tratar de dirimir quién controlaría las enormes posesiones de los reyes ingleses en territorios franceses desde 1154, debido al casamiento de Enrique II Plantagenet con Leonor de Aquitania. Terminó con la retirada inglesa de Francia.
    Repetimos, estudiar los orígenes de la Estrecha Observancia es tarea difícil, faltan más elementos sobre los personajes, las influencias internas y externas a la Orden y un número no despreciable de documentos por descubrir. No todas las comunidades estaban mal según los Artículos de París de 1494, en muchos monasterios de la Orden parece que la observancia original de la vida religiosa se ha conservado hasta el momento presente. Otras abadías, aunque se hayan desviado en algún momento han vuelto a la pureza primitiva de la religión. Pero hay otras que necesitan reforma.



 3. El siglo XVI, el Estallido, las Congregaciones y Provincias y el inicio de la reforma tridentina. El gran estallido fueron las Guerras de Religión en Europa, suelen dividirse en doce. 1524-1697 Al terminar habíamos perdido 180 abadías víctimas de la violencia brutal y la mezquina codicia entre los mismos cristianos que nos hace ver la diferencia entre Jesús y su Iglesia amada, inseparables y tan distintos. Las tierras quedaron sin cultivar, los monjes urgidos por el hambre mendigaban de pueblo en pueblo. La crisis de los Capítulos Generales, de las Visitas Regulares, y de los abades indignos que llegaban a tener amantes y se dedicaban a la caza, la guerra, los juegos o azar o la abierta criminalidad. Así un botón de muestra, Candeil en Francia, que pasó en 1372 de 60 a 12 monjes. Un intruso llamado Bernardo mediante la simonía fue el abad. Combatía su acedia jugando a los dados, acostándose con tres concubinas y asesinando. Por supuesto algunos de sus monjes lo emulaban. El Capítulo General no pudo sacar el escándalo e intervino el papa Gregorio XI desde Aviñón, sin éxito documental constatado. De las 100 abadías que teníamos en Alemania a principios del siglo XVI, 45 fueron saqueadas o pasaron al luteranismo. En Loccum el abad luterano delegó su representación al Capítulo de 1601 en un abad católico. La Carta de Caridad se leía pero en saco roto, la Filiación se dejó y dio paso a las Congregaciones, más independientes con fisonomía propia debida a reformas como los Fulienses y los inicios de la Estrecha Observancia, y las Provincias territoriales por regiones, países o vínculos de conveniencia, dependientes del Capítulo General. Después de la ruptura con Roma, Enrique VIII, ayudado por Thomas Cromwell,  daba un decreto real en 1536 suprimiendo todo monasterio con menos de 12 miembros. Los abades recibían una pensión y los monjes debían elegir entre unirse al clero o ubicarse en otra abadía o al Colegio cisterciense de Oxford. Los rebeldes, siete abades con otros monjes, fueron ejecutados. Tres años después el monacato desapareció de Inglaterra y los monasterios fueron confiscados, para engrosar el tesoro real, aun con valiosas bibliotecas, y los edificios dados a la nobleza o destruidos a ras del suelo, no sea que los monjes pensaran en volver. En Escocia la confiscación comenzó en 1560, controlada por Knox y los presbiterianos. El abad comendatario de Dundrennan, se casó, hizo del monasterio su hogar y proveyó de pensiones a sus ex monjes. El Capítulo General quedó paralizado durante el siglo XVI y no pudo reunirse más que siete veces, con poquísimos abades, no olvidar que la reunión debía ser anual. Císter fue saqueado en 1574, 1589 y 1595; varios monjes fueron torturados y otros huían jalados por el pánico. La mitad de los monasterios franceses corrieron la misma suerte. Los noviciados, en su mayoría, se hicieron provinciales. Las grandes nuevas Órdenes de Carmelitas, Jesuitas, Escolapios y las nuevas Congregaciones de Lazaristas e Hijas de la Caridad, Salesas, Oratorianos, Sulpicianos y Lasallanos comenzaron a ejercer una notable influencia en la espiritualidad cisterciense, lo que puso en peligro el carisma monástico que perdía identidad ya desde el siglo XIII con las Órdenes mendicantes, franciscanos dominicos mercedarios, y la Devotio Moderna. Un carisma se conserva para bien del Cuerpo Místico si mantiene sus raíces y capacidad de inculturación, con su teología y espiritualidad propias. Si una Clínica se convierte en un Supermercado ya no le sirve a la sociedad como clínica. Si un monasterio de monjas, heredero del monacato primitivo, se hace un Instituto religioso actual, aun contemplativo y con algunas observancias monásticas, ya no le sirve a la Iglesia como monacato, es otra cosa, muy respetable y hasta muy santa para ejercer otras misiones.



4. El siglo XVIILa Estrecha Observancia y la Guerra de las Observancias. La Estrecha Observancia se desarrolló despacio. Cual sucede en el monacato, no es obra de algún fundador carismático sino de decenas y cientos de monjes y monjas que van trabajando durante siglos en sus Laboratorios. Un laboratorio puede ser una dependencia en cualquier centro docente para aprender lo que otros nos legaron, o un edificio especial habilitado, controlado, normalizado y asegurado, para investigaciones, experimentos, análisis, síntesis, y todo aquello que avance el desarrollo integral y creativo del hombre; sin tener veleidades de separarse de la dura realidad. Hay laboratorios de muchas especies, psicológicos, meteorológicos, clínicos, lingüísticos, físicoquímicos, nucleares, artísticos, informáticos. Al monasterio se le pide ser uno que, desde el Ven Señor Jesús Escatológico y su Gracia en los procesos históricos, una la fe de la Escuela al servicio de Jesucristo con el estudio, el diálogo y la cultura; tanto para la edificación de la Iglesia como del Mundo, sin dejar de apuntar hacia la Jerusalén Celestial. Blog, 152
    El 4 de diciembre de 1563, día de la clausura del Concilio, se promulgó el Decreto sobre los regulares y las monjas. Ante todo, observarán con fidelidad todo lo que pertenece a la perfección de su profesión religiosa, votos de obediencia, pobreza y castidad, y todos los otros votos y preceptos particulares de cada Regla y Orden, los que se refieren a su naturaleza respectiva, a la conservación de la vida común, a la comida y al vestido. Los superiores pondrán todo su celo y solicitud en no apartarse en nada de todas estas cosas, sabiendo que no pueden omitir cosa alguna de lo que pertenece a la esencia de la vida regular. En esa sesión estaban presentes tres Cistercienses. Dom Luis de Baissey, abad de Císter, Dom Jerónimo Soucier abad de Claraval que sucederá a Dom Luis y Nicolás II Boucherat que también será abad de Císter después de Dom Jerónimo. Esto nos indica hasta qué punto, desde 1560 a 1604, ya que Dom Edmond de la Croix, sucesor de Dom Nicolás, había sido secretario de Dom Jerónimo; durante más de cuarenta años los superiores de la Orden fueron monjes impregnados del espíritu de Trento, y decididos a aplicarlo.  Esa aplicación va a realizarse a través de la visita a los monasterios, efectuadas por el abad de Císter, o por el Procurador general, o por los vicarios provinciales instituidos para las regiones donde los visitadores ordinarios no podían llegar por las turbulencias del momento.
    Algunas fechas dan idea de la tarea realizada. 1565. Capítulo general para promover la aplicación de los decretos del Concilio. Los abades reciben el encargo de visitar los monasterios de su país. 1569. Nicolás Boucherat, procurador de la Orden visita los monasterios de la Italia meridional y de Sicilia. 1570. Dom Jerónimo Souchier publica una lista de ordenanzas que aplican a la Orden los decretos de Trento. 1572. Nicolás I Boucherat visita los monasterios de Italia y reúne allí una capítulo nacional. 1573-1574. Visita los de Sicilia, Suecia, La Alta y Baja Germania y los de otras regiones vecinas. 1575. Visita Flandes. Sus dos sucesores no frenan el ritmo. Dom Edmond visita Polonia, Bohemia, Francia, Italia, Saboya, Borgoña, Bélgica, Alemania y España. Esta lista nos hace pensar en el gran trabajo realizado para seguir el deseo del Concilio de Trento, a pesar de las dificultades antes mencionadas, y sobre todo en la mentalización de los espíritus sobre la necesidad de una reforma, y  preparar así el terreno para que germinara en algunos el anhelo de ir más lejos en el rigor, con peligro de desmesura. En 1601 se reunió en Císter el Gran Capítulo con 1.000 participantes, entre abades, priores y monjes, y la ausencia de la Congregaciones independientes del abad de Císter. Trataron de ejecutar los decretos de Trento y dieron unos Estatutos con una Suma de Observancias, Libro de Usos y Ceremonias y un Directorio espiritual; que el Capítulo de 1605 no tuvo en cuenta.
    Octavio Arnolfini, 1579-1641 de la nobleza italiana, es considerado como uno de los fuertes impulsores de la Estrecha Observancia. Fue nombrado a los 19 años por Enrique IV de Francia abad comendatario de La Charmoye en la Champagne, Casa hija de Claraval, cuyo abad Dionisio Largentier, 1596-1624 era amante de la reforma. Octavio había nacido en Lyon de una familia de la Toscana, era un chico serio, piadoso, diplomático y político prudente dentro de su inexperiencia. Luego de sus estudios sirvió en la corte de Francia y tenía excelentes relaciones con la corte papal. El 15 de enero de 1599 recibió la Bula del papa Cemente VII que confirmaba su nombramiento. Sacó de las ruinas a su monasterio destrozado y de inmediato tomó el hábito en Claraval, hizo el noviciado, profesó en 1603 y el rey lo confirmo como abad regular. En 1605 fue elegido abad de Chatillon. Lo sucedió otro monje joven, doctor en teología y con mucha más energía y ambición, Esteban Maugier. *1573 En 1622 sería nombrado Vicario de la Estrecha Observancia por el abad de Císter, y en 1636 por el cardenal Richelieu. Algunos lo consideran el primer Superior de esta Rama, casi no residió en su monasterio por sus servicios a los demás. Bernardo Carpentier, 1553-1647 prior en 1600 de Prières se agregó también a esta específica reforma.
    El 9 de mayo de 1606, Arnolfini con Maugier y Abraham Largentier, sobrino de Dionisio, renovaron su profesión en el Colegio de san Bernardo de París, con la determinación de instar a la reforma para que la Regla de san Benito fuera observada sin dispensa alguna y la abstinencia perpetua de carne. Y concluían, si nuestros superiores, después de repetidas súplicas, se niegan a aceptar nuestras propuestas, estamos determinados a cargar con la cruz de Cristo y con cualquier tribulación, antes que abandonar nuestra resolución. Hay ambigüedad con tempranos hilos separatistas como al fin sucedió. Se los llamó abstinentes, y al resto de la Orden, ancianos. Dionisio esperó 10 años para introducir la abstinencia en Claraval y la dejó a la libre decisión de los monjes. En 1622 los reformadores endurecieron su posición de no negociar la abstinencia perpetua de carne, la prohibición de los vestidos de lino, la fidelidad a las leyes del ayuno y el silencio y las demás seguidas desde épocas antiguas. La corte de Luis XIII pidió a Gregorio XV que nombrara un Visitador apostólico por seis años renovables, lo que recayó sobre el cardenal La Rochefoucauld. Se había iniciado la guerra de las observancias, que duraría hasta 1892, matando a hermanos con palabras hirientes, Mt 5, 21-24 y llegando a la violencia física. Heridas que recién hoy comenzamos a curar.
    Adentrarnos en la reforma nos permite ver las diferentes sensibilidades cistercienses que ensanchan nuestras posibilidades de ser monjes, y nos ofrece la gracia de tocar la obra del Espíritu en el seno de la vida monástica hecha de nuestro plasma pecador, capaz de lo mejor y de lo peor. De lo mejor como una respuesta generosa a la vocación recibida con un deseo sincero de fidelidad a los votos pronunciados, una voluntad firme de conversión o transmentalización en Cristo, y poner en práctica un Concilio Ecuménico. Y de lo peor, por la búsqueda de intereses bastardos, y actos vergonzosos de bellaquería, que no eran los del Reino de los Cielos, la tentación del poder salvaje y la imposición a otros de mis propias voluntades, aun en gustos devocionales, y todo el juego de influencias mundanas y políticas. Así este período es fuente de esperanza, pues de las piedras brutas que somos nosotros Dios puede hacer elementos de belleza para su Iglesia. Impacta que, hasta ahora, no hay ni un santo canonizado entre los reformadores iniciales, sin poner en duda la auténtica santidad personal que hubo en varios de ellos. La primera beata será la sarda Gabriela de la Unidad, y el primer santo el español Rafael Arnáiz, ambos del siglo XX que, por amor más bien, llevaron con sufrimientos las draconianas observancias de la reforma.
    No se ve que luchen por Magnificar a la Trinidad Amor, la encarnación del Verbo para salvar a los pecadores, La misericordia de Dios y de la Orden, la inclusión de abstinentes y ancianos en vez de la exclusión mutua, o la Pascua de Jesús que muere y resucita por cada uno para reunir respetando toda pluriformidad, con un ardiente amor y solidaridad por cada hermano. Sin juzgar sus consciencias y menos las apariencias, algunos como De Rancé; Caro Christi caro Mariae est et in Te sunt oculi nostri ne pereamus Virgo benedicta; fueron buenos y amados padres espirituales queridos por monjes y laicos; pareciera que se lucha por purificar la copa y el plato y tener por dentro voracidad y perfidia con quienes no pensaban como ellos; por pagar el impuesto de la menta, la ruda y las legumbres descuidando la justicia y el Amor de Dios. Lc 11, 37-54 Hubieran debido practicar primero lo esencial sin desatender elementos pequeños y secundarios, como comer o no comer en el suelo con o sin carne, andar calzados o descalzos, o azotarse con cadenas o con cuerdas. Esta hipocresía, antievangélica, pelagiana y jansenista, es tentación constante de monjes y monjas y la Escuela del Amor se ve a través de la óptica de la penitencia. Somos capaces de devorarnos  por confundir una corchea con punto con una nota negra en el pentagrama del Coro, o que alguien adopte otras formas de ascetismos en comunión con su abad. Dejamos de lado el mandamiento de Dios por seguir tradiciones humanas. Mc 7, 8 Esto no quita el que estemos agradecidos por la defensa que hicieron de algunos valores auténticos del patrimonio y carisma cisterciense, como el amor a la Virgen María, la clausura, el silencio, la soledad, la contemplación, la pobreza y una vida disciplinada que mantiene la Paz. Constituciones, Introd., 2




    En 1625 Pedro Nivelle fue elegido abad de Císter. No era adepto a los reformistas que en 1628 contaban con 14 monasterios, pero dejó a Maugier cual Vicario de los abstinentes. En 1635 La Rochefoucauld entró en el Colegio san Bernardo de Paris con escolta militar, expulsó a la plana mayor, y lo convirtió en el cuartel general de la reforma. Nivelle se dirigió a Richelieu para que interviniese. El cardenal aceptaba sólo si pasaba a ser abad general de los cistercienses. Nivelle presentó su renuncia y fue hecho obispo de Luçon; y el capítulo general, en un simulacro de elección, otorgó a Richelieu el título de abad de Císter. Roma no se lo reconoció, mas el galicanismo lo mantuvo en su puesto. No cumplió lo pactado, arrojó a los ancianos de Císter e hizo poner abstinentes. Al morir, 1642 las casas de la Estrecha Observancia habían pasado de 15 a 30. Mientras agonizaba, ancianos comenzaron a retornar a la abadía Madre, y apenas muerto volvieron otros más. En enero de 1643, bajo la mirada airada y la tumultuosa protesta de los abstinentes eligieron abad de Císter a un joven monje de 35 años Claudio Vaussin. 1608-1670
    Armando De Rancé, 1626-1700 abad de La Trapa recién reformada fue enviado en 1664 a Roma con Domingo George, abad de Val Richer para defender a los abstinentes. El resultado fue la Bula In Suprema del papa Alejandro VII dada el 19 de abril de 1666. Se elogiaba a la Estrecha Observancia pero quedaba bajo la dependencia del abad de Císter y el Capítulo General. Lo inimaginable para los  franceses, aun para el Consejo real y el Parlamento, era un cisma dentro de la Orden, como había ocurrido en otros países. Sin embargo, toda esta patética trifulca nos enseña que cuando personas o grupos quieren separarse de una comunidad para formar algo parecido o diferente, lo mejor es dejarlas partir en la Paz de Cristo, ayudarlas en lo que se pueda, y seguir cada cual por su sendero. En la Iglesia el Camino es Único y los senderos carismáticos infinitos tendrán buena cabida en el Arca de Cristo donde hay Lugares para todos.


    Es necesario colocarse en el Barroco, cuya etimología vendría  de perlas con deformaciones o tipo de razonamiento pedante y artificioso, en tono sarcástico y polémico, situado entre el Manierismo y el Rococó. Es un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de concebir el arte en arquitectura, escultura, literatura, música, pintura, danza y teatro. Creció en Europa y Latinoamérica. Fue cual la plasmación de esa época caracterizada por las disputas entre católicos y protestantes, las diferencias políticas entre Estados absolutistas y parlamentarios, y la burguesía que pone los cimientos del capitalismo. Lo clásico es un arte racional, masculino, apolíneo; lo barroco es irracional, femenino, dionisíaco, y ambos se complementan. Se puede dividir en tres momentos. Primitivo, 1580-1630 Pleno, 1630-1680 y Tardío.1680-1750
    Los participantes tienen que estudiar algo de la reforma entre las monjas cistercienses. Roma nombró en 1617 para un Tart decaído a Juana de Courcelles, 1591-1651 que encontró monjas con doncellas y criadas, bucles, hábitos de seda, perfumes costosos y encantos de tocador. En 1623 el grupo reformado abandonó Tart y se instalaron en una casa de Dijon. Dejaron la Regla de san Benito y tomaron la de las carmelitas por un tiempo, y retomaron otra vez la Regla.
    Además el jansenismo y el quietismo que se coló en comunidades. Miguel de Baius, +1589 que terminó retractándose, enseñaba en Lovaina que la concupiscencia o epithymía era pecado y que nuestra voluntad no puede luchar contra el mal y todo cuanto obra es pecado. San Pío V rechazó 79 proposiciones extraídas de sus escritos. El obispo y teólogo Cornelio Jansenio, 1585-1638 escribió el Augustinus, que fue publicado en Lovaina en 1640 para evitar controversias. Surgió un movimiento que se expandirá en tres sentidos, el jansenismo teológico, el jansenismo moral y espiritual influyente en el rigorismo moral de los siglos XVIII y XIX, y el jansenismo político antijesuítico y galicanicista. Algunos monasterios fueron afectados, cuales Orval y sus tres filiales, y Port Royal que, tras años de diversas condenas por parte del papa, fue destruido en 1709 y las monjas dispersadas. El quietismo surgió en España, Francia e Italia, propuesto por el místico y presbítero español Miguel de Molinos, 1628-1696 en su Guía espiritual que desembaraza el alma y la conduce por el interior camino para alcanzar la perfecta contemplación y el rico tesoro de la paz interior, que publicó en 1675, donde exagera la gracia en detrimento de la libertad. Insistía en la pasividad espiritual y mística, ensalzando las virtudes de la contemplación. Dios habla cuando buscamos un estado de quietud, sin razonar ni ejercitar otras facultades, aceptando de modo pasivo, en el vacío y la nada budista, lo que Dios desee conceder. En 1685 Miguel fue torturado y condenado por la Inquisición a prisión perpetua. Su obra fue prohibida por Inocencio XI. El obispo y teólogo François Fénelon de Cambrai, 1651-1715 su defensor, fue condenado por Inocencio XII. Tanto Molinos como Fénelon están siendo profundizados para extraer lo mucho de positivo que hay en ellos. Fénelon fue un profeta de la Revolución que se desencadenaría. Le escribió a Luis XIV en 1694. Has introducido en tu corte un lujo monstruoso e incurable, empobreciendo a Francia. Has llevado a cabo guerras que sólo tenían un motivo de gloria y de venganza. Tu nombre se ha hecho odioso, mientras tu pueblo muere de hambre. El cultivo de las tierras está casi abandonado, las ciudades y los campos se despueblan, los oficios languidecen, Francia no es más que un gran hospital desolado y desprovisto. La sedición se enciende poco a poco en todas partes. Muchos creen que ya no tienes ninguna compasión por sus males, que sólo amas tu autoridad, tu comodidad y tu gloria, que endurece tu corazón y te es más querida que la justicia, incluso que tu salvación eterna. Vives centrado en ti, como si fueras el dios de la Tierra y todo lo demás hubiera sido creado para serte sacrificado.
5. El siglo XVIII, el Antiguo Régimen, De musica monachorum, y la Revolución francesa. La historia tiene sus descensos y ascensos que pueden estar mezclados. Mientras había monasterios que agonizaban o desaparecían, otros se mantenían cada vez mejor parecidos a fénices redivivos, en especial por reformas sustentables, exitosa economía, nuevas vocaciones, el barroco, el Ancien Régime, los descubrimientos, la expansión misionera y la ilustración.
    El Antiguo Régimen fue lo que la Revolución francesa llamó al estado anterior a su Nuevo Régimen. Portugal lo comenzó, en el siglo XVI se le agregaron España, Francia e Inglaterra. Cesará en 1789, aunque Inglaterra ya lo había modificado. Sus características eran, en lo económico la transición del feudalismo al capitalismo; en lo social la oposición entre los estamentos privilegiados, la nobleza y los clérigos, una burguesía no dominante, y millones hundidos en la miseria; y en lo político por una monarquía autoritaria con una corte que centralizaba el poder, pero respetaba los privilegios personales o grupales, de clase y territoriales, que mantenían cual gobierno chino, una incontable cantidad de fueros y jurisdicciones.
    En general las abadías mantenían la disciplina y los estudios; no obstante que la inculturación, con lo bueno o lo malo querida o no, siempre se ha dado; el barroco aristocrático penetró y una atmósfera palaciega llenó numerosos claustros. Alcobaça en 1762 tenía en Portugal, 140 monjes profesos, 400 empleados, y una hospitalidad regia con obras teatrales y conciertos ejecutados por los monjes. El último Capítulo de Antiguo Císter en 1787 deploraba el abuso extendido entre los monjes de llevar el cabello con rizos y empolvado, se les privó de recreos, vacaciones y salidas.


    Estamos en el siglo de Mozart, 1756-1791 uno de los músicos y compositores más famosos de la historia, que a los 5 años era apreciado por la realeza europea. A los 14 escuchó el Miserere de Allegri, que sólo podía ejecutarse en la Capilla Sixtina, y su publicación estaba prohibida bajo pena de excomunión. Amadeus lo escribió enseguida de memoria y el papa Clemente XIV lo nombró caballero de la Orden de la Espuela de Oro. En los monasterios se usaba la polifonía y había buenas orquestas. Los monjes músicos no sólo realzaban las Horas canónicas, sino que en las comidas la música de cámara deleitaba por igual a monjes, huéspedes e invitados. En Zwettl un jubileo abacial dio lugar a una Cantata ideada por la comunidad llamada Applausus, que fue orquestada por Haydn. 1732-1773 Existían abadías con magníficas colecciones científicas, galerías de artes e históricas, laboratorios físicos y químicos, bibliotecas adornadas como palacios y observatorios astronómicos. Fue fácil, después de la supresión de los jesuitas en 1773, que varios monasterios se hicieran cargo de la educación. Había que probar la utilidad social de la Orden y Trouvé con el Capítulo General de 1786 decidieron que lo mejor era mostrar que mantenía escuelas gratuitas con pensionados. No fue una invención de Agustín de Lestrange, 1754-1827 el que los cistercienses fuéramos una Orden educativa. De manera desesperada tenían que parar los golpes contra la supresión de Casas religiosas inútiles, decretada por los Habsburgos como José II, la Revolución y la Secularización que nos pondrá en peligro mortal just at the Edge of the Elimination.
      

      El 4 de julio de 1776 EU declaró la independencia de Gran Bretaña. La Revolución francesa de 1789 habrá que colocarla en un contexto más amplio de independentismo y democracias republicanas. No fue en los inicios contra la Iglesia, aun cuando mucho estaba en ciernes con la ilustración y el enciclopedismo. Bastaría la educación para desarrollar al hombre, la religión en todo caso sería tolerada cual deísmo racionalista según la masonería, Londres, 1717 Rousseau, 1712-1778 Denis Diderot, 1713-1784 y Voltaire, 1694-1778 que habló de aniquilar a la infame Iglesia. Estas ideologías se politizaron, el monaquismo pasó a ser símbolo de oscurantismo e incompatible con el ilustrado orden social. En 1790 comenzó el desguace, supresión o venta de los 228 monasterios que teníamos en Francia. Cuando se interrogó a Císter, Dom François Trouvé afirmó yo quiero vivir y morir como monje, lo siguieron el prior, los priores anteriores y 11 monjes. Otros 30 cambiaron por pensiones. Cistercium Mater omnium nostrum, la Madre de todos los cistercienses, con sus 800 hectáreas, fue vendida el 24 de marzo de 1791. Para evitar más saqueos, parte de los edificios estaban en ruinas, se envió una compañía de artillería al mando de un joven llamado Napoleón Bonaparte. Trouvé fue el último en abandonarla, delegó su autoridad en los Vicarios de Alemania, Bélgica y el procurador en Roma; y vivió en casa de su sobrino en Vosne, donde falleció en 1797. Después de 700 años moría la unanimidad en la diversidad del Monastic Dream de los 21 monjes que salieron de Molesmes con los santos Roberto, Alberico y Esteban. Cortada reverdezco. Hubo que recomprar Císter un siglo después de su supresión, a los Hermanos de san José, y lo hizo la baronesa de Rochetaillée a pedido de Dom Chautard, abad de Chambarand. Dom Sebastián Wyart, abad de Sept-Fons, fue elegido como abad de Císter en 1899, siendo el primer abad general de la Orden de los Cistercienses de la Estrecha Observancia, creada en 1892. Las revoluciones están concebidas, en la Providencia de Dios, para liberar a la Iglesia de Cristo, había sentenciado el beato Antonio Rosmini. 1797-1855 Unos 40.000 sacerdotes fueron deportados, encarcelados o ejecutados por negarse a jurar lealtad a la constitución civil del clero. Monjas y monjes sufrieron el martirio como las beatas Margarita y Magdalena en 1794, guillotinadas en Orange; y los beatos Pablo, Elías y Gervasio Brunel gasificados con alquitrán en Rochefort también en 1794.
    Desde 1792 hasta 1795 reinó el Terror. En 1793 fueron guillotinados el rey Luis XVI y la reina María Antonieta, se suprimió el cristianismo por el culto a la razón. En 1794 fue ajusticiado Robespierre y el gobierno lo asumió un Directorio hasta que Napoleón lo abolió con un golpe de estado en 1799. Se autocoronará emperador en 1804 luego que el papa Pío VII, 1800-1823 lo ungiera. Después de un ultimátum de Napoleón en 1806, Francisco II abdicó al Sacro Imperio Romano Germánico que había durado 844 años, y fue el inicio de los siglos benedictinos. En 1808 ocupó Roma y arrestó a Pío VII enviándolo a Fontainebleau. La expropiación y secularización, en otros países, fue menos sangrienta pero más devastadora. La Imperial Decisión Final en Alemania terminó en 1803 con 250 monasterios y 18 universidades católicas, y en Polonia sólo en la zona rusa por decreto del Zar se cerraron 194 monasterios de monjes, y con las otras zonas en total 230.




6. El siglo XIX, el resurgimiento y la odisea de los Trapenses. Con la segunda abdicación de Napoleón en 1815, su confinamiento en la isla de Santa Elena y el Congreso de Viena para la reorganización de Europa, donde la Santa Sede denunció la Secularizazión como un robo, pero renunció a la restitución del patrimonio eclesiástico, resurge la gracia de la pobreza. Los procesos históricos fueron tan fuertes que los monjes remanentes del arrasador cambio de época, con mayor o menor sabiduría, se dieron cuenta que no podrían ni convenía restaurar las formas del antiguo Císter que había nacido como una pujante renovación espiritual monástica mariana, se había convertido en una pequeña y privilegiada potencia socioeconomicopolítica, y en 700 años se había desvanecido. El monje del siglo XIX hasta nuestros días, paria del medioevo entre el romanticismo capitalismo y marxismo, es un pauper cum Christo paupere, perdido y extraño entre millones con ideologías diferentes, cargando con humildad el Ordo noster Crux Christi, en el Jesu Christi Desiderium sine fine de san Bernardo. Si un historiador del Medioevo no puede escribir sin hablar de los monjes; uno de los siglos XIX-XXI puede ignorarnos sin que nadie se dé cuenta.
    Agustín de Lestrange, 1754-1827 traía en su sangre la tragedia de la alta política civil y eclesiástica y de las contradicciones de su tiempo. Fue el decimocuarto hijo de Luis Enrique, importante empleado de Luis XV, y de Juana de Lalor, hija del noble irlandés que acompañó al destierro a Jacobo II, 1633-1701 rey católico de Inglaterra y amigo de Rancé, cuando  fue destronado por Guillermo de Orange en 1688. Acabados los estudios de Humanidades, estudió filosofía y teología y fue ordenado presbítero en 1778. Vicario parroquial en París, el arzobispo de Vienne dos años después lo nombró vicario general de su diócesis y lo propuso para obispo auxiliar. Esto lo hizo temblar, no quiso asumir esa responsabilidad y a los 26 años entró en la Trapa. Hizo el noviciado y dada su formación y seriedad en 1781 los votos solemnes. Nombrado maestro de novicios, no se quedó aislado como otros monjes, ni perdió contacto con la alta sociedad, manteniéndose al tanto de lo que estaba sucediendo. Con su perspicacia genética al estallar la Revolución se dijo, o huimos o nos matan. Expuso su plan a Gervasio, quien dirigía el monasterio desde el fallecimiento del abad Pedro Olivier y moriría mártir, y le contestó que era mejor sufrir en silencio, esperar que la Trapa se librara de la supresión, y que la emigración era un sueño irrealizable. Así como de Rancé veía todo lo cisterciense a través del prisma de la penitencia, Lestrange lo veía todo desde salvar lo que podamos y como podamos contra viento y marea, aun poniendo en práctica lo del fin justifica los medios que Dostoiewski olería en algunos católicos del siglo XIX. Enseguida puso en práctica su método que nunca dejaría hasta su muerte antes de que terminara su proceso en Roma ante el papa León XII; actuar de acuerdo a su consciencia, que solía confundir con la santa voluntad de Dios, con indescriptibles líos políticos, arbitrariedades, fundaciones irrealistas, faltas de discreción, autoritarismo, administración discutible, mortificaciones exageradas, rigorismos más allá de Rancé y de cualquier resistencia humana, innovaciones nunca vistas cual la Tercera Orden de La Trapa, e independencia de los obispos. No obstante el que los monjes durmieran poco y en el suelo, con una dieta de pan agua y verduras, trabajaran seis horas y oraran hasta 12 en las solemnidades; en un siglo de reparación al Sagrado Corazón de Jesús marcado por Paray Le Monial, y ante lo horrores de la devastación revolucionaria, hace algo más comprensible la mentalidad de Dom Agustín.
Actuando con la aprobación que obtuvo a último momento de Trouvé y de Rocourt, abad de Claraval y padre inmediato de la Trapa, con unos 23 monjes, huyeron a Friburgo en Suiza iniciando la aventura monástica más espectacular en la historia del monacato. La autoridades le cedieron una antigua cartuja de Valsainte fundada en 1295, secularizada en 1778, en un valle boscoso. Entre 1791 y 1798 en que Napoleón invadió Suiza, Lestrange que había sido elegido abad en 1794, y a quien el gobierno de Friburgo le había dado permiso para 24 personas, estaba rodeado de 254, entre monjes, monjas refugiadas, desertores del ejército, y cien niños más el personal de la Tercera Orden. Cuando aceptó la invitación del Zar Pablo I de asilarse en Rusia, salió con todos ellos, en una abadía rodante, proeza logística que dejó atónito a Napoleón de quien huía.
Dios actúa a través mío que soy un pecador, sin ninguno de los carismas de san Pablo que se consideraba el peor, y lo mismo pasa con todos los miembros de la Iglesia, menos la Virgen. A Dom Agustín le debemos Spencer, fundado en 1825 por Vicente de Paul Merle, y Darfeld en 1795 que tuvo cerca un grupo de monjas venidas de la Valsainte. En 1816 las monjas dejan Darfeld y fundan Laval y Laval fundará Ubexy en 1841. Spencer fundará Azul en 1958 y Ubexy El Encuentro en 1971. Esto parece Lost en la sexta temporada completa, así es el Memorial de la Pascua. Blog 28
    Al morir Agustín, arropado por las monjas trapenses de Lyon Vaise, la Congregación para Obispos y Regulares de Roma nombró a Dom Saulnier abad de Mellery cual superior y visitador de los trapenses que se habían dividido en dos observancias, la de Laprade estilo de Rancé en Darfeld, Vieja Reforma, y la de Lestrange estilo Valsainte, Nueva Reforma. Las cosas se fueron complicando más, teníamos La Común y la Estrecha Observancia dividida en cuatro grupos autónomos de abadías, la Congregación Belga de Westmalle y Casamari en Italia que no se identificaban con las tres anteriores. El Vaticano I produjo otra clase de fricciones en 1869. Según los reglamentos, los superiores generales debían ocupar su lugar en el Concilio, por lo cual Dom Cesari abad general de los cistercienses fue invitado, pero no los Vicarios de las Congregaciones trapenses, la Rama más numerosa de la Orden. Pío IX a último momento ordenó dos lugares para ellos. En 1878 se pidió a Roma que las Congregaciones trapenses tuvieran un superior general independiente. El consultor dominico Bianchi de buen criterio, remitiéndose a la Carta de Caridad y que la Trapa no tenía un fin y unos medios distintos de Císter, no estuvo de acuerdo con un cisma dentro de la Orden, mas le pareció bien que las cuatro Congregaciones tuvieran un Vicario general y un representante ante la Santa Sede, manteniendo que todos reconocieran al abad general como única cabeza de la Orden. Esto no gustó a la Congregación de Sept Fons.
    León XIII convocó un capítulo extraordinario para 1892 de la cuatro Congregaciones trapenses incluyendo a Casamari. El papa había dejado claro al capítulo, que duró doce días bajo la presidencia del cardenal Mazella, que tenía plena libertad para elegir un Vicario general con plenos poderes bajo la jurisdicción de Císter, o convertirse en una Orden independiente. Sebastián Wyart, 1839-1904 ex oficial del ejército papal, muy estimado por Pío IX y León XIII, era abad de Sept Fons desde 1887. Casamari siguió desligada de las otras tres, Mellery Westmalle y Sept Fons, que se reunieron en una Orden autónoma de los Cirtercienses Reformados de Nuestra Señora de la Trapa. Wyart recibió 28 votos sobre 50 y fue elegido primer abad general. Su elección fue ratificada de inmediato por el papa. De manera apresurada, Wyart fue elegido abad de Císter y sucesor de Trouvé en 1899. Esto debió dejarse años después ya que dos abades generales, residentes en Roma, no podían ser el abad de Císter. La madeja de los hechos desde Arnolfini hasta hoy está tan enmarañada que resulta todavía difícil un discernimiento justo sobre la autonomía final de la Estrecha Observancia. Lo cierto es que desde la supresión de Cîteaux en 1791 la unidad canónica del Ordo cisterciense no se restableció más. No es correcto que después del restablecimiento de la Común Observancia en 1868 y 1891, con sus primeras Constituciones, pretendiera ser la única heredera del Císter primitivo, como no lo somos nosotros ni algunas de las otras Ramas. La comunión que recuperamos no es jurídica ni de uniformidad de observancias. Deriva del don de la vocación cisterciense, de nuestro común carisma y de crecer más en amistad.
    La Observancia Media fue fundada por el presbítero diocesano Lucas Barnouin en 1849. En 1854, declaración del dogma de la Inmaculada de allí el escapulario azul, compró el monasterio de Senanque, y en 1869 se les ofreció el de Lerins que pasó a ser sede del movimiento que postulaba el mismo tiempo para estudiar y trabajar. Fue aprobada de manera definitiva también en 1892. Hoy es la Congregación de la Inmaculada Concepción de las 12 que tiene la Sagrada Orden de Císter. No es deseable esta desunión entre diferentes observancias dentro del Único Císter. Así son los hechos, los podemos narrar, nunca construir según nuestros gustos y planificaciones.
    Entre los benedictinos aparecieron monjes de nuevo cuño, románticos que buscaban inspiración en el Medioevo pero liberados de ataduras y constituciones anteriores a la Revolución. Dom Próspero Guéranger, 1805-1875 apodado Guerroyer, como con Lestrange, y otros, no se podía ser neutro con quien estaba rodeado de fanáticos y detractores; levantaría Solesmes en Francia. Los hermanos Wolter, Beuron en Alemania. 1863 El altar es el corazón del coro, el coro o presbiterio el complemento del altar. En ambos como en un teatro celestial se representa el drama de la redención. Maredsous en Bélgica, 1872 Pietro Casaretto, *1810 y la Congregación casinense, Juan Bautista Muard, *1809 y La Pierre qui Vire, las Congregaciones en Estados Unidos, la refundación de San Anselmo, 1888 y la Confederación benedictina con su abad primado. 1893
    Los acontecimientos históricos nos desbordan, Lost se queda corto cuando nos sumergimos en el Monachatus quaerens, no manejamos la historia y el siglo XIX, con sus equivocaciones, estuvo cargado de iniciativas y logros. Porque es grande la sabiduría del Señor va edificando con buenas piedras o ladrillos deformes, y poco a poco todos aportamos en construcción o destrucción, mal que Él permite para extraer nuevos bienes. Eso sí, conoce las obras del hombre, a nadie le dio autorización para pecar, y cada uno recibirá según sus obras. Ecli 15, 18-20 y 16, 14 Los huracanes Ingrid y Manuel tocaron a 2 millones de mexicanos, murieron 200 personas, miles quedaron sin casa, se desbordaron 79 ríos, ocasionó la pérdida de 700 mil hectáreas agrícolas, y afectó la economía nacional; vinieron con el cierre del Gobierno en Washington y el millón de empleados sin goce de sueldo; y los miles de inmigrantes que siguen muriendo por alcanzar la Isla de Lampedusa. La alegría de la unión en la puriformidad, sin volver a confundir unanimidad con uniformidad, de la Escuela del Amar es posible, pedirá sabios y santos con discernimiento monástico para emprender una tarea ardua y esperada en fe inquebrantable. Sólo Dios Autor principal de la Historia, sabe si se logrará, cómo y cuándo. Tal vez en su Providencia es un bien menor que estemos unidos pero en jurisdicciones diferentes. Es bueno que hayamos purificado nuestra memoria con estudios históricos serios y pedido perdón por las ofensas que ambas partes cometimos contra la espiritualidad de comunión. Es un logro la Familia cisterciense, con la Orden de Císter, la Estrecha Observancia, las Huelgas, Bernardinas de Esquermes y Oudernaarde, nuevas configuraciones de las antiguas Órdenes militares y los Laicos cistercienses, alrededor del Signo de Cîteaux, Madre de todos.



7. Siglos XX-XXI, entre guerras mundiales, bombas atómicas y químicas, el Postmodernismo, la expansión mundial desde el boom a la sequía de vocaciones, la Glocalización e Internet. La encarnación del Verbo que, en su misterio pascual nos hace morir y vivir en la Trinidad, es la Historia de la historia, de todo lo que sin cesar se deshace y se rehace, muere y resucita, la clave para encontrarle sentido al Drama de la Totalidad del Cristo Místico y Cósmico. La primera y segunda guerra mundial y las demás incontables guerras nos vapulearon por todos los costados. El aggiornamento y nuestras debilidades trajeron problemas, deserciones, fracasos y maravillas.
    01. Sebastián Wyart1839-1904 primer abad general de la OCSO, 1892-1904 era abad de Sept Fons, 1887-1889 luego de Cîteaux pero residió en Roma. Trabajó en la aprobación de la nuevas Constituciones de 1894 y en poner en claro, a pedido del capítulo general de 1901, y con declaración de León XIII que nuestra autonomía no significaba haber salido de la Orden Cisterciense ni formado una nueva familia religiosa. No obstante la autonomía de la Orden son hijos verdaderos de la misma Familia cisterciense, así como el abad general, los otros abades y monjes de la Común Observancia. Gozan de los mismos privilegios, gracias, indulgencias, facultades, prerrogativas e indultos que los que tienen y gozan el abad general, los otros abades y monjes de la Común Observancia, sin ninguna diferencia y con la misma autoridad y valor. Non mediocri, 30/VII/10902 Visitó casi todos los monasterios, sin cruzar el Atlántico, y enfrentó con Dom Chautard la persecución religiosa en Francia. Dialogaba mucho con quienes lo consultaban, mostró amor y respeto, contestando con buenas cartas a las que enviaban con reproches e insultos.
    02. Agustín Marre1853-1927 segundo abad general de la OCSO, 1904-1922 era abad de Igny y obispo auxiliar de Reims. Al dimitir por enfermedad en 1922 fue hecho por Pío XI arzobispo titular. Pío X le envió una carta confirmando la Non mediocri, exhortando a los monjes a vivir según la Regla de san Benito en oración y penitencia, discerniendo con sumo cuidado las vocaciones para nuestros monasterios, dando una formación seria a los que serían ordenados de presbíteros, y cumplir bien con las Visitas Regulares. Le tocó la emancipación de Mariannhill en Ciudad del Cabo,1909 la muerte en olor de santidad de Dom Franz Pfanner dos meses más tarde, la primera guerra mundial y la crisis modernista, la destrucción de Igny por los alemanes y la cesión de la propiedad a Laval. En 1909 visitó los monasterios de Estados Unidos y Canadá. Marre se dio cuenta de la transformación que debía tener el carisma trapense para transmitir no sólo el modelo cisterciense sino nuevas formas sin perder su identidad. Sin embargo esto llevaría un siglo y no habría acabado, ni acabaría. Es propio del cortada reverdezco estar siempre transfigurándose. La tradición cisterciense no está sólo en el pasado sino en el hoy y en el futuro.
    03. Juan Bautista Ollitrault de Kéryvallan1862-1929 tercer abad general de la OCSO, 1922-1929 fue primero superior de Wood Barton en Inglaterra donde los monjes de Melleray se refugiarían en caso de ser expulsados de Francia, y luego elegido abad de Melleray. Tuvo una audiencia con Pío XI para rehusar la elección en 1922, debido a su mala salud y cansancio, pero el papa no accedió. Influenciado por el abad de Nuestra Señora de la Consolación en China, en 1923 Pío XI da su apoyo a la Obra de oraciones para la conversión de China y del Extremo Oriente, Kéryvallan acepta que se ore pero no entiende lo de la propaganda en un Boletín trimestral. En 1924 la Santa Sede disuelve el monasterio en el Congo por haberse convertido en un Centro misionero, y aprueba las nuevas Constituciones de los monjes en 1925, y las de las monjas en 1926, se pasa de la pura cura spiritualis al Padre Inmediato como superior con el peligro de limitar algo la autonomía de las monjas. En 1925 compran la isla de Caldey en Gales, a los benedictinos anglicanos que habían pasado al catolicismo. Se edita el nuevo libro de los Usos. En 1928 visita Getsemaní, New Melleray, Oka, Mistassini, San Romualdo y Calvario y termina con la Visita Regular de El Valle, luego Spencer, en Rhode Island. Al embarcarse para Francia le avisan de la extraña muerte por intoxicación o envenenamiento de su sucesor en Melleray, el abad Ambroise Bec, never underestimate the meanness in people's souls, even when they're being kind, especially when they're being very kind.  Alice Munro Aceptó, sin que el capítulo general y él lo vieran bien, que la comunidad de las Catacumbas se trasladara a Frattocchie en 1929. Murió en Roma de bronconeumonía.
   04. Hermán José Smets1875-1943 cuarto abad general de la OCSO, 1929-1943 era abad de Westmalle. De la humanista Amberes, hablaba con fluidez latín, francés, neerlandés, inglés, italiano y alemán. Temía que algunos trapenses se estuvieran cansando de hacer penitencia y optando por la futilidad de búsquedas alternativas. Hay una tendencia a atenuar el carácter trapense de la Orden que no es sólo benedictina o cisterciense y no puede dar la espalda a la obra de Rancé, al silencio, la clausura y demás austeridades de la ReglaInforme sobre el Estado de la Orden al capítulo general de 1931 De buena salud, su corazón comenzó a resentirse al año de su elección y de eso moriría. Inició la costumbre de escribir una carta circular a todas las comunidades de la Orden, a comienzo de cada año. Fundó la revista Collectanea que leía Pío XI, puso al día el Ritual cisterciense y el Menologio, y construyó la nueva Casa Generalicia del Aventino. Llevó con entereza la deposición del prior titular de Prairies y del abad Alexis Presse cuya experiencia en Boquen pasó a la Común Observancia; mas se fue saliendo más de cauce con su sucesor el prior Bernard Besret, depuesto por el abad general Sighard Kleiner en 1969, y suprimido en 1973, pasando la comunidad a la abadía de Lerins. Smets apuró además la muerte de los monjes de Viaceli en 1936, la guerra de Japón con China en 1937 y la hecatombe de la II guerra mundial que afectó a unos 400 monjes movilizados, El monje soldado será reeditado por dom Le Bail, cientos de monjas y monjes huyendo de sus comunidades y durmiendo al borde de las carreteras, caídos en los campos de batalla o de concentración, usados sus monasterios por la Resistencia o los alemanes, requisados como hospitales de campaña, ocultando a aviadores y paracaidistas, hospedando a miles de refugiados en Europa, China y Japón, o destruidos como Tegelen, Mariawald y Oelenberg
    05. Domingo Nogues1879-1958 quinto abad general de la OCSO, 1946-1951 era abad de Timadeuc. Nogues era Vicario de Smets, y al no poderse proceder a una elección siguió gobernando. Se queda en Cîteaux pues puede comunicarse con mayor número de monasterios que desde Roma bloqueada por alemanes y aliados. En 1946 el Capítulo General reunido en Cîteaux lo elige abad general y se estudian minutas para la adaptación de reformas sobre liturgia, régimen alimenticio, sueño y barbas. Domingo declara que deben estudiarse tanto para los monjes como para las monjas, pero que no pueden resolverse con apresuramientos imprudentes y no es el momento de mitigaciones a pesar de monasterios donde todas son excepciones. En 1947, año del martirio de los 33 monjes en China, y en vísperas de la guerra árabe israelí con Latroun en medio, se opone más. Nada de introducir laticinios, huevos, pescado, manteca y azúcar o una hora más de sueño. Hay que combatir el espíritu de independencia y crítica que se está filtrando. No se puede ir contra la Regla y los Usos. Si los novicios son débiles que busquen otra Orden menos austera. Hay tendencia hasta de restaurar el antiguo rito cisterciense, lo que se frena con el inicio de restauración de la Vigilia Pascual dada por Pío XII, la liturgia no es sólo algo estático del pasado sino presente en dinamismos de futuro. Con la Sponsa Christi de 1950 todas nuestras monjas deben hacer votos solemnes y guardar la clausura papal. El boom de las vocaciones que había comenzado con y después de la guerra, y tendría su cumbre en 1965 para ir decayendo hasta nuestros días, lo confirmaban en influir para que el Capítulo no cediera a las reformas. Se piensa que su dimisión a los 72 años, aunque su salud declinaba, es que presentía que no podría seguir oponiéndose, nadie me podrá reprochar que terminado mi servicio de abad general haya contribuido a cambiar lo establecido en las Constituciones.


    06. Gabriel Sortais, 1902-1963 sexto abad general de la OCSO, 1951-1963 era abad de Bellefontaine. Conocí a estos últimos cinco. Lo que rezagó Domingo en reformas lo apuró al máximo Gabriel. Su vida, con un buen protagonista de 1,90 m de alto, un director como Alfonso Cuarón y su hijo Jonás en Gravity y cual guionista Rowling, merecería un film, colmado de paradojas y apariencias que se van despejando; a veces se saca provecho de la adversidad, y otras veces, la suerte acaba en desgracia. Ecli 20, 9 Con su seriedad y fino tacto, sus desconcertantes accesos de coraje, su delicadeza y lucidez, resistió los embates de los que deseaban apurarse en exceso y apuró a los pachorrientos. No nos fiemos de los razonamientos demasiado humanos, pues el monje por su vocación y profesión, ha sido establecido en el plano sobrenatural. Nació cerca de París y estudió arquitectura. Entró en Bellefontaine a los 22 años. Después del primer año de noviciado estuvo enfermo cuatro, hasta la profesión solemne. Elegido abad en 1936, a los 33 años, se sintió exhausto y debió descansar en el monasterio de Gardes. En 1939 es movilizado cual capellán militar. Herido, hecho prisionero y repatriado retoma el abadiato, pero está al límite de sus fuerzas con dispepsia. Predica en las parroquias alrededor de su abadía en favor de los prisioneros. En 1941 es asesinado el militar alemán encargado de Nantes y la represalia será la ejecución de 50 rehenes civiles. Gabriel va a hablar con el nuevo comandante y le ofrece su vida en vez de los inocentes. Es rechazado, pero esa misma tarde la radio anuncia que los rehenes han sido liberados. A los 50 años sentía el desgaste de los 75, fue intervenido siete veces y le sacaron un riñón. Cuando lo vi en Spencer, fornido y fuerte como un atleta de béisbol nunca hubiera imaginado que él mismo estuviera escribiendo, he recorrido las clínicas de Roma durante el mes de julio y agosto, enfermo y sufriendo mucho. Sufrió crisis espirituales que no se avergonzó de narrar. Tentaciones de incredulidad, desesperación, abandono, desolación, es duro tener una especie de evidencia de que el Cielo, en el que sigo creyendo, no está hecho para mí, y estoy abocado a estar separado de Dios. En 1946 era ya Vicario de Domingo, y a los dos meses de su muerte fue elegido abad general. Su actividad incansable durante doce años, si tenemos en cuenta sus cruces, fue prodigiosa. Toma contacto con las 96 comunidades extendidas en 17 países para ver si en ellas, las monjas y los monjes, revera Deum quaerent. RB, 58 Se cartea con cientos de sus hermanos y hermanas. Enviará 26 Cartas circulares, preocupándose en especial de los abades y abadesas. La era de los satélites artificiales había comenzado, los rusos mandaron a la perrita Laika con el Sputnik 2 en 1957, lo cual apresuró la carrera de la NASA para ver quien llegaría primero a la Luna. Con visión profética, Gabriel Lost perdido a 100.000 kms de la Tierra, sin gravedad ni cansinas peroratas, castigado por basura chatarra, preparó la Orden para lo que vendría después del Vaticano II. Supresión del oficio parvo de la Virgen y reducción del oficio de difuntos. Equilibrio entre Coro Lectio Trabajo y Tiempo Libre, inicio de reuniones de abades por regiones, participación de los conversos en el coro, promoción de los estudios con Monte Cistello y la nueva Casa Generalicia en terrenos de Tre Fontane desde 1958.Visitado por Juan XXIII en 1960. Ratio institutionis et studiorum en 1960, un hombre no llega a madurar sin cierta cultura intelectual. Durante su período los monasterios se expandieron más en USA, Genesee, Ava, Snowmass, Vina y Redwoods; a Camerún, Koutaba y Bamenda; al Congo, Mokoto, La Clarté Dieu y Emmanuel; a Kenia, Victoria; a Angola, Bela Vista; a Bénin, L'Etoile Notre Dame; a Madagascar, Maromby; a Indonesia, Rawaseneng; a Australia, Tarrawara; a Nueva Zelanda, Kopua; en Japón con Imari y Nasu; a Argentina, Azul; a Chile, La Dehesa. Se sale de Europa, donde habrá una sola fundación, Maria Frieden, y se implanta en otras sociedades y países de misión. El monasterio debe aportar a toda cultura el testimonio de que la Iglesia no está sólo dada al apostolado, sino también entregada a la oración dentro de una vida fraternal. En 1963 seríamos sorprendidos por tres partidas. El 3 de junio muere Juan XXIII; el 13 de noviembre en un hospital de Roma, mientras el obispo Gran, trapense coadjutor de Oslo le da la absolución y la Unción, muere Gabriel; y el 22 de noviembre fue asesinado en Dallas Kennedy. Monseñor Gran anunció en el aula conciliar, durante la segunda sesión del Vaticano II, el fallecimiento de Gabriel, y en su funeral estuvieron presentes 120 obispos.
    07. Ignacio Gillet, 1901-1997 séptimo abad general de la OCSO, 1964- 1974 fue abad de Dombes y luego de Aiguebelle. Ignacio comienza cuando la expansión ha terminado, aunque se seguirán fundando monasterios a pesar de que cada vez habrá menos monjes y monjas, y entremos en un período de incertidumbre, que ni la euforria de la puesta en práctica del Vaticano II con sus períodos experimentales de pruebas errores y aciertos, ni la glocalización y las acertadas intervenciones de los papas, desde Pablo VI al nuevo estrenado Francisco, ha logrado disipar. La arqueologística vuelta a las fuentes y la renovación inculturizada han dado frutos, pero la sensación es que la generación que la hizo y está muriendo, tendrá que dejar el lugar a jóvenes que ya están viviendo eso y, sin desconectarse del Capítulo General y del consejo de sus ancianos en cada monasterio autónomo, encaminen el monacato hacia las nuevas supraformas de un posible muy copensado XXII Concilio Ecuménimo, que no será algo definitivo ni paradisíaco sino más adaptado al Hoy de la Providencia y seguir construyendo en esperanza la Nueva Jerusalén que se nos prepara. Ignacio, nombre en honor de su admirada Compañía de Jesús, era doctor en teología por la Gregoriana, fue hecho prisionero en Bélgica durante la I guerra mundial, y en Alemania cinco años durante la II guerra. Entró en Dombes a los 19 años recibiendo el hábito de las manos de don Chautard. Apechugó entre cumbres borrascosas los primeros huracanes que trasladaron a los trapenses de Trento al Vaticano II e Internet. Lo hizo olvidándose del protagonismo de Gabriel, asimilando la colegialidad y autoridad del Capítulo General, y jalándose del chambergo y la chamarra de Pablo VI. Fue el puente firmísimo y providencial entre el Capítulo General y el Papa que le evitó varios males a la OCSO. Pablo VI tenía un finísimo conocimiento y empatía con el monacato. En diciembre de 1964 al volver de Bombay les explicitaba una serie de valores a un grupo de abades que preparaban el Capítulo General. Hablar a los trapenses significa tanto como evocar una vida de austeridad, de oración , de íntima unión con Dios. Encerrados en su clausura y separados del mundo no están al margen de la Iglesia, sino en su mismo corazón. Especialistas de la oración litúrgica, les pido que sean fieles a sus tradiciones y cuento con sus oraciones. Cuatro años más tarde, en septiembre de 1968, fue a Frattocchie. La vocación de ustedes ha venido a ser un tanto rara, singular, excepcional y anacrónica; pero la Iglesia les expresa toda su estima y los defiende, pues han tomado en medio de la humanidad la obligación de proclamar con toda su vida que Dios existe y debe ser el Objeto de toda la atención del hombre. La vocación de ustedes es tan hermosa que si no existiera habría que crearla. Si el Señor no toma en su mano el timón de su barca, no sabemos adónde iríamos a parar, cuando hoy una marea de mundanidad quiere destruir el espíritu cristiano. Les suplico que me ayuden con sus oraciones. En diciembre del mismo año le escribía a su amado hijo Ignacio Gillet. La vida contemplativa redunda en provecho de toda la Iglesia, si los contemplativos faltan, si su existencia languidece o se debilita, todo el Cuerpo Místico pierde fuerzas, y la teología, la predicación, el apostolado y la vida cristiana de los fieles sufrirán graves daños. La llama mística del contemplativo mantiene vivo en la Iglesia el conocimiento de Dios que se alcanza con la experiencia. Sin este conocimiento, faltaría una de las formas como el Pueblo de Dios tiene que conocer al Verbo. No hagan esfuerzos para ser comprendidos por los hombres, eso los conduciría a pérdidas deplorables. Y no entra en los planes de la Iglesia mandarles salir del monasterio para ayudar a sus contemporáneos. Mas bien los empuja a estar presentes de una manera más profunda en la entrañas de Cristo. Toca a la prudencia proveer ciertas acomodaciones para mantener la salud, pero procuren tener gran estima de las cosas duras y ásperas por las que se camina hacia Dios, RB 58 como la austeridad, la penitencia, las vigilias, los ayunos, el trabajo manual, el silencio riguroso, la vida común y la obediencia humilde que es como el carisma peculiar del monje. La unidad y pluralismo de la Orden exige que no se traspasen los límites establecidos por el Capítulo General. Se produjeron tensiones extremas entre el abad general y algunos abades que pidieron la dimisión de Gillet en el Capítulo de 1969. Tenían dos candidatos, Southey y André Louf. Ignacio sabía en secreto que Pablo VI no quería que renunciara, y si el Capítulo lo forzaba, el papa nombraría un Superior general extraño a la Orden. Contestó con calma a los que pedían informes y hasta leyó la carta que le había enviado al papa el 03/X/1968. Y de este Capítulo saldría la Declaración acerca de la vida cisterciense y el Estatuto de Unidad y Pluralismo. En 1970 hubo otras con el cardenal Antoniutti por la cuestión de los Capítulos Generales de las abadesas, cosa que llevaría 41 años resolver. En 2011, ya con Fitzgerald, se tuvo en Asís el 75º Capítulo General de abades; el 14º de abadesas; la 9º Reunión General Mixta y el 1º Capítulo General Único. El Capítulo de 1971 publicó documentos sobre Renovación espiritual, y el Capítulo mismo dejó de ser un órgano de control transformándose en uno de comunión y colegialidad. El de 1974 votó que se iniciara sin demoras, después de tantas experiencias, la redacción de las nuevas Constituciones. No es extraño que Ignacio presentara su renuncia y le fuera aceptada dos días antes de cumplir los 73 años. Le quedaban 23 años de vida. Regresó a Dombes y desapareció entre los monjes. Pocos años después se enfermó, conservando su lucidez, y en 1997  fue admitido en un Geriátrico a 7 kms de Dombes. La comunidad de Acey quiso tenerlo consigo en noviembre de 1997. Allí falleció el 4 de diciembre y sus funerales se celebraron en Dombes.
    08. Ambrosio Southey, 1923-2013 octavo abad general de la OCSO, 1974-1990 era abad de Mount Saint Bernard. Entró en el monasterio a los 17 años y murió a los 90. Al terminar su servicio como abad general, fue nombrado superior ad nutum de Bamenda, 1993-1996 luego de Scourmont, 1996-1998 y capellán de las monjas de Vitorchiano hasta retornar a su monasterio antes de su pascua hacia la Vida Eterna. Unos flashes o golpes de luz nos abren a su peregrinación. Así es nuestra fugaz existencia hecha de fogonazos, con flashforwards, flashbacks, flashsides y flashbetwen que demuestran como la duración humana no es sólo lineal. Vivimos en un Todo donde se dan en simultáneo pasado presente, tal vez ese sea otro ojo que se abreLost. Licenciado en Derecho Canónico. 1953 Poseía capacidad para hacer abstracción de sus opiniones y abrazar la mente en comunión con Cristo y los hermanos. Como cristiano no soy por mí mismo una persona completa, ya que sólo con los otros formo el Hombre Nuevo que es Cristo. Un gentleman inglés sin sangre de horchata y menos artístico que Anthony Hopkins, tenía una alabanza antes de asestar sus clarividentes diagnósticos de cómo andaba la Orden, el monasterio la monja o el monje, aunque precavido en su trato con los necios. Razonar con un necio es razonar con un somnoliento, al final dirá, no sé de qué se trata. Llora por un muerto, porque ha perdido la luz, llora por un necio, porque ha perdido la inteligencia. Ecli 22, 10-11 En el conjunto de la Orden, parece se ha puesto el acento en la adaptación más que en la renovación espiritual. Las comunidades tendrán que examinar la calidad de su vida para ver si las adaptaciones dan fruto y si los valores monásticos son vividos y expresados en estructuras nuevas más flexibles. 1974 En algunas casas la proporción de sujetos poco equilibrados o no bien adaptados parece indicar que los criterios de selección no han sido buenos. Se me ha objetado que no se debería ser demasiado severo en la aceptación de las vocaciones, ya que la gracia siempre puede cambiar a las personas. Esto está en desacuerdo con lo que manda la Santa Sede que exige que el candidato posea todas las cualidades necesarias de alma y cuerpo, de naturaleza y gracia para abrazar la vida consagrada. Por lo demás la sana teología nos dice que la gracia construye sobre la naturaleza. Si Dios llama a una persona provee para que tenga las cualidades necesarias. Sería el colmo de la inconsciencia por parte de un monasterio aceptar candidatos con excesiva facilidad, por muy gran que fuese la penuria de la comunidad. En cuanto a la caridad fraterna, la mayor dificultad está en conseguir el deseable equilibrio entre silencio y palabra en nuestros monasterios. El equilibrio entre lectio, trabajo y oración se ve ha veces amenazado por el trabajo que afecta a la regularidad y al ritmo de nuestra vida, cuando bien organizado puede ser un elemento de paz. Se está abandonando la agricultura como principal fuente de ingresos. Donde se la mantiene, se convierte en una industria, que requiere preparación muy especializada. 1976 Podemos esperar de una buena comunidad que sea cuidadosa en el canto y en la liturgia; pero si no se tiene cuidado puede ser una cosa exagerada y nos encontraríamos con un coro que canta para la galería más bien que para el Señor, o tener el placer de cantar bien, lo que degenera en snobismo o fariseísmo. 1985 Pregúntense si la caridad fraterna ha progresado, si se considera el Oficio Divino como una verdadera oración y no como una obligación a cumplir, si la oración y la lectio son estimadas y respetadas, y si el trabajo se ha hecho de manera desinteresada y responsable. Si pueden responder que sí entonces los cambios que hemos hecho desde hace más de 30 años han supuesto mejoras. 1987 En 1974 una mayoría de abades, no los dos tercios necesarios, preferían que el mandato del abad general fuera por tiempo determinado. Como esto no pudo ser aceptado Ambrosio anunció luego de su elección que iría pidiendo un voto de confianza en los siguientes Capítulos Generales. Nunca se sintió fatigado, ni desanimado, ni enfermo o viejo, pero después de 16 años quería volver a sumergirse en la cotidianidad de un monasterio. Lo logró.
    09. Bernardo Olivera*1943 noveno abad general de la OCSO, 1990-2008 era abad de Azul. Le tocó impulsar, y en algunos puntos superar por la aceleración de los tiempos, la nuevas Constituciones para los monjes y las monjas, que habían tardado 25 años en elaborarse y presentadas por Ambrosio, fueron aprobadas el 03/VI/1990 por la Congregación para los Institutos de vida consagrada. A Bernardo lo encontré por primera vez hace 50 años en Azul como hermano converso que había iniciado su postulantado el 2 de enero, luego pasó a corista. Eso lo marcó con la convicción de que el carisma cisterciense puede y debe ser participado de diversas maneras por monjes, legos, hermanas externas, oblatos y laicos. Fue un pastor sabio y prudente, narigón flaco y sonriente, de buena salud tendones jarretes y musculatura de hierro, atrayente serio seductor y tenaz con sentido del humor, buen diplomático administrador y político, parco divertido y travieso ocultando cuando llegaba y cuando se iba, cabeza dura inflexible e intrépido, a la vez que se adaptaba con elegancia coreográfica de ballet a lo que la Historia le ofrecía y los monasterios le permitían, sin dejar su batuta de director. Le costó conjugar al superior con el padre espiritual, ganando como no podía ser de otra manera ya que eso es lo que era y es, el superior. Polifacético y sutil en sus estados anímicos que lo dicen todo, orante silencioso y locuaz predicador capaz de hablar durante horas, viajero incansable y escritor prolífico con unos 30 libros publicados, más amado por las monjas que por los monjes, mucho menos leído y entendido de lo que él hubiera esperado, místico y observante de la Regla y del Patrimonio cisterciense con una planificación realista e imparable del futuro. Estimado por Juan Pablo, algo distante de Benedicto, y más de algunos miembros de la Curia Romana. Durante 18 años trabajó, con equilibrio pero sin suficiente descanso, lo que lo fue desgastando a ojos vista, hasta su accidente cerebro vascular que lo convenció, con otros signos, que había dado todo lo que habría podido ofrecer a la Orden, y era el momento de renunciar a sus 65 años, volver a su patria, proseguir en su búsqueda de Dios, y ser elegido por tercera vez abad de su monasterio, donde sigue al frente de una pequeña comunidad envejecida y dinámica que lo quiere y respeta, rodeado del cariño de cantidad de laicas y laicos que lo siguen en su amor a la Soledad de la Virgen. Enamorado de Cristo resucitado y los libros, me tocó catalogar cientos que regalaba a Azul, experto en formación permanente, dio un envión enorme a la unión integración y participación activa entre monjas y monjes en la Orden, y propuso la posibilidad de elegir una abadesa general, lo que hubiera convertido una Orden clerical en laical, salvo intrincados arreglos canónicos con la Santa Sede que no se llevaron a cabo. Sus esfuerzos para acercarse a la Sagrada Orden de Císter no alcanzaron del todo el objetivo deseado, resituar a la OCSO en la Familia cisterciense. Sí, en cambio, el abrir el carisma a los laicos. En su antropología relacional todo lo que sea amistad varón mujer lo fascina; sus estudios sobre la viuda fundadora mexicana Concepción Cabrera de Armida amiga del padre Félix Rugier y las místicas actuales y del medioevo; sin dejar de poner sobre el tapete, y con lujo de detalles en largas listas, los riesgos que encierran las amistades espirituales heterosexuales en el Resucitado. Riesgo cierto, mas don que hay que acoger y conquista que demanda constante ascesis. Ignorar la mitad de la humanidad femenina sería la más aberrante forma de desconocerse a sí mismo. Debe llegar la hora en que ellas nos relean, desde sus entrañas contemplativas de mujeres, el carisma y la identidad cisterciense con una espiritualidad y mística esponsal. La tragedia de los siete monjes de Atlas, en Tibhirine, decapitados en Argelia en mayo de 1996, le dio pie para volver a conectar más otra vez, vida monástica con martirio en numerosos escritos, conferencias y libros. Fue otro de sus grandes aciertos. Y que nos sea concedido reencontrarnos, ladrones bienaventurados, en el Paraíso, si así lo quiere Dios, Padre nuestro, tuyo y mío. Amén, im Jallah.
    10. Edmundo Fitzgerald*1945 décimo abad general de la OCSO, 2008 era abad de Mount Mellerray. Después de la personalidad arrolladora de Bernardo; algunos bromeaban que inundados por sus visitas y sugerencias, cual otros jesuitas estábamos danzando al ritmo de Viale Africa 33, en vez de ser monasterios autónomos en comunión por la Carta de Caridad; Edmundo optó por un perfil irlandés bajo, casi no escribiendo circulares, e introduciéndose al mínimo en la vida de las 97 comunidades con 2.100 monjes y las 77 con 1.700 monjas, repartidas en 44 países, cumpliendo de manera desapercibida sus múltiples servicios. Esta Irish Green Peace fue bienvenida. En 2007 había sido reelecto por cuarta vez abad de su monasterio en County Waterford. En septiembre de 2010, al ser elegido Mauro José Lepori, *1959 abad de Hauterive desde 1994, abad general de la Sagrada Orden cisterciense, Edmundo fue invitado dos días después al Capítulo General de abades, abadesas y delegados reunidos en Rocca di Pappa. La personalidad, temperamento y carácter, influyen en la dinámica de la comunidad. Uno de los primeros objetivos del superior es trabajar por la unidad invitando a cada miembro a encontrar su lugar en la comunidad y a participar en el crecimiento y desarrollo de la misma. Sabe delegar y favorecer la colaboración, lo que se opone a un gobierno controlador que paraliza la responsabilidad y engendra tensiones e impide el crecimiento.



En cualquier lugar que florezca, la vida monástica conduce a cada uno a la prueba y la tentación. Aunque la vida comunitaria es a menudo fuente de alegría se puede afirmar también que la dificultad más grande es la de vivir juntos y aprender a amarnos los unos a los otros. Una de las dificultades que debemos temer es la presencia en la comunidad de una o dos personas con problemas que causan descontento y división. La complejidad de las técnicas en la atención médica, la industria, la gestión y administración, exige recurrir a ayudas especializadas y costosas. Los monasterios requieren la ayuda de empleados y otros colaboradores laicos, lo que necesita una adaptación y atención delicada. El uso de Internet es un desafío, hay que considerar estos medios, a primera vista amenazantes disipadores y estresantes, como una ocasión de apertura a la realidad que nos ha tocado y de profundización en nuestra interioridad. La vitalidad de una comunidad, en estos tiempos de Nueva Evangelización, no depende tanto de la edad o del número de los miembros, sino de su manera de vivir los valores evangélicos de perdón, reconciliación, y unidad; y los cistercienses de simplicidad, pobreza, soledad, y observancia de la Regla de san Benito. Algunas comunidades a pesar de ser precarias, pequeñas con envejecimiento y falta de vocaciones, poseen una gran vitalidad, esperanza y serenidad.

II. Temáticas

1. San Benito termina sus Instrumentos de la buenas obras con el 74º, que está en inclusión literaria con la Shemá del 1º amar al Señor Dios de todo corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas; y es a la vez una alabanza al Amor que es Dios, quien por nuestra condición pecadora tiene un Corazón que se conmueve y viene al encuentro de nuestras miserias, el Miser Cor de Jesús; y una esperanza inquebrantable en la peregrinación de nuestra vocación monástica. De la misericordia de Dios no desesperar jamás. La Historia que acabamos de recorrer y sigue, mi historia y la de cada monja o monje, es hacer que la Gracia o la Misericordia de la Trinidad se hagan cada vez más evidentes, no exigirle a la vida lo que no nos puede dar y saber que sin Cristo nada podemos hacer. Donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia. Cada uno de nosotros conoce bien sus miserias y sabe que abundan. El desafío de Dios es vencer esto curando las llagas como lo hizo Jesús que tiene predilección por los pecadores. Dios se implica, se mete en nuestras miserias, se acerca a nuestras llagas y las cura con sus manos, y para tener manos se hizo hombre. Es un trabajo artesanal de Jesús médico, no nos salva por un decreto, nos salva con ternura, nos salva con caricias, tocando y sanando cada una de nuestras heridas. Es todo lo que pedimos en el momento crucial de nuestra profesión solemne, la Misericordia de Dios y de la Orden, o sea de nuestros hermanos y de la creación entera. Los monjes no somos Übermenschen, Superhombres, sino pobres y humildes pecadores que lo esperan todo del Amor del Resucitado, de su Iglesia y del Mundo, en sinergía de Gracia cual Don y Tarea. Dijo un hermano a abba Antonio, ruega por mí. Le respondió Antonio, no tendré misericordia de ti, ni la tendrá Dios, si tú mismo no te esfuerzas y se lo pides al Señor. Los dichos de los padres del desierto, 16
En tres páginas, tamaño carta con dos cm de márgenes, elegir tres libros de la bibliografía ofrecida en el Blog 110, desde 03. Floristán, hasta 24. Galindo Rodrigo, y resumirlos.
2. Los signos de crecimiento y los síntomas de decadencia van juntos y luchan en nuestro interior. El monacato no es idealista ni pesimista. Somos claridades y sombras, luces y tinieblas, logros y fracasos, ni peores ni mejores que nuestros padres, somos iguales sin estar exentos de aberraciones, de tal palo tal astilla. Las refundaciones reformas inculturaciones, aggiornamentos approfondimentos y puestas a punto de estos cinco siglos, o últimos años, han traído mejoras innegables y perturbaciones que ocasionaron sufrimientos y problemáticas en personas y comunidades. Centenares de monjes y monjas se fueron y las vocaciones se esfumaron. Los monjes de la OCSO pasamos de los 4.500 en la década de 1950, a 2.000 en la del 2010. Muchos pidieron el indulto de salida a los 3 ó 5 años de sus votos solemnes. Hubo tragedias y escándalos públicos o solapados. En varios países hemos asimilado nuestra precariedad y vamos hacia comunidades pequeñas, pero no terminamos de planificarlas. 15 ó 45 monjes quieren seguir viviendo en monasterios hechos para 50 ó 200. Temen readaptarlos o venderlos, trasladarse y construir otros más pequeños, o reunir en uno solo varias comunidades. Recordar es vivenciar una Visita Regular en que el Padre Inmediato propuso que nos fuéramos a vivir a la hospedería y dejáramos el monasterio por un tiempo hasta que se hiciera posible mantenerlo en buen estado limpio y habitable, y realizar los demás trabajos, sin caer en el estrés, el agotamiento o el breakdown. Aun cuando no se llevó a cabo, fue un golpe estremecedor que nos hizo reestructurarnos. No nos está permitido dejar de luchar contra el mal junto a la Trinidad. El Crucifijo no nos habla sólo de derrota y fracaso, también nos enseña como vencer el mal y el pecado, por ese Dios Amor que ha vencido al mal con la muerte y resurrección de Cristo.
En tres páginas, tamaño carta con dos cm de márgenes, resumir tres Consideraciones del libro Creer Discernir Evangelizar, CDE uno de Creer, uno de Discernir, uno de Evangelizar; con una conclusión sobre cómo piensa usted se asumen los signos de crecimiento y los síntomas de decadencia en su comunidad, sin dar nombres de personas concretas.
3. No podemos relativizar los ataques de los demonios, de nuestros pecados, y de los malvados, el primero de los cuales es mi corazón impuro con sus logismoi. Liberémonos de la hipocresía del que se tiene por justo y no busca la salvación de los pobres, los ignorantes, y los pecadores. Y empapémonos del Amor de Dios y hacia Dios, pues el secreto de la vida cristiana es el Amor. Sólo el Amor llena los vacíos, las profundidades negativas en que el Mal nos arroja. Y oremos sin cesar para ser visitados por Jesús con su mensaje de Paz. Lc 19, 41-44 No para manipularlo con palabrerías innecesarias, ya conoce bien qué necesitamos. La oración incesante es el signo de nuestra fe en Aquel que nos llama a combatir con Él cada momento, para vencer el mal con el bien. Por ello los monasterios son tan importantes en el conjunto del testimonio eclesial. Nuestro aporte a la Nueva Evangelización no puede ser otro que la oración, signo y expresión cabal de nuestra fe en la Trinidad que nunca nos deja solos y combate el Mal haciendo que renazca, apokatástasis, el bien.
En tres páginas, tamaño carta con dos cm de márgenes, resumir tres Consideraciones de OLT y CDE sobre cómo oramos nuestra Eucaristía cotidiana, el Coro y la oración individual e incesante; con una conclusión sobre cómo aprendemos la contemplación, el amor al Inmaculado Corazón de María cual meta del monacato, y la manera de asumir a los laicos amantes del carisma monástico mariano en nuestras comunidades.

III. evaluaciones

1. Presentar por escrito los 36 puntos de las temáticas descriptas en el Blog 161. Durante el lunes nos dedicaremos a una explicación del Blog 176. Para ello cada uno traerá en una hoja 10 detalles de los desafíos que le han planteado los cinco últimos siglos. Los días martes y miércoles estaremos ahondando algunos temas en el Patrimonio cisterciense ayer hoy mañana, desde Franzen hasta el papa Bergoglio.
2. Debido al peso de las Consideraciones anteriores, hemos aliviado las actuales. Presentar por escrito los tres resúmenes de las temáticas enumeradas en este Blog 176 el jueves por la mañana. Ese jueves y el viernes veremos contenidos del Monacato Moderno y Contemporáneo
3. El viernes en las dos últimas horas haremos una evaluación hacia el Futuro de la Jerusalén Celestial, la Ciudad Nueva resucitada que la Trinidad nos prepara, del Monacato ayer hoy mañana. No podemos mantener ocultas las palabras proféticas de nuestra opción monacal apocalíptica por los pobres. Nuestra mística es de ojos bien abiertos. No separamos, oración de intercesión, amor sin fronteras, y clamor por la justicia. Yahveh es nuestra Justicia. Jer 23, 6 Sufrimos con los dolores de los demás. Cuando la globalización ya entró en los monasterios. La política mundial parece un desvalido rehén del mercado fetichista financiero, de las tecnociencias, de los interminables conflictos criminales culturales y religiosos y de los genocidios étnicos. El ser humano es cada vez menos Memorial Servicio y Promesa, y cada vez más objeto de experimentos científicos ilimitados, sin compromisos ni responsabilidades con derecho a cambiar entre los tejemanejes de sus erráticos cansancios existenciales, melancolías e irresoluciones. Anhelar que todo pase. Turbio anhelar. Vacío pasar. Anhelar que pase. Vano anhelar que pase el vano anhelar. Samuel Beckett Nos sublevamos ante el sinsentido del sufrir injusto de los inocentes, participamos desde nuestras Tumbas enclaustradas, del hambre y la sed de justicia que nos hace Bienaventurados con Jesús el Pobre. Mt 5, 6; Metz, Johann Baptist, Por una mística de ojos abiertos. Cuando irrumpe la espiritualidad, Herder, Barcelona, 2011, 260 p.


En Jesús  Amor Humilde, 
muriendo resucito,

y cortado reverdezco.