miércoles, 28 de diciembre de 2011

60. Caminos sin senderos fijos para transfigurarnos en Jesús el Hombre Dios: Hech 24



    Pablo dijo a Felix, sí te confieso que siguiendo el Camino que ellos llaman secta, sirvo al Dios de mis padres y creo en todo lo que está  escrito en la Ley y los Profetas. Felix que estaba bien informado de lo concerniente al Camino, postergó la causa hasta que viniera el tribuno Lisias de Jerusalén. Felix, del año 52 al 60 bajo los emperadores Claudio y Nerón, fue el sexto sucesor de Poncio Pilato, como procurador de Judea. Pablo, arrestado en el 58 en el Templo, es llevado a Cesarea marítima y comparece ante él, quien lo deja en la cárcel dos años hasta la llegada de Festo, cuando Pablo apelará al emperador.
    Jesús, la Nueva Torah en el Espíritu, marcó un Camino a sus seguidores y los que lo hollaban eran llamados gente del Camino, nazarenos o cristianos no separados del judaísmo sino formando un grupo de los tantos que lo constituía. Esto significa que, además de la conversión al Jesús pascual y el bautismo en el Reino de la Trinidad, el cristiano debía enfrentar un largo Itinerario sin fin para irse conformando con el Verbo Hecho carne. No se trata de un Camino con mojones bien marcados u objetivos a alcanzar para pasar a los siguientes, como ocurre en las diferentes espiritualidades que surgen a lo largo de los siglos. Es algo más real y liberador pues es el Camino revelado, al cual todo se debe referir, como todas las Reglas, Estatutos y Constituciones están subordinados a la Biblia, ya que la Norma última y Regla suprema es el seguimiento de Cristo, como se propone en el Evangelio. PC, 2 Cada seguidor será un camino único en evolución con sus propios senderos.
    Y el primer camino es el Encuentro con el mismo Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre en la unidad de la única Subsistencia del Verbo. Único Camino que por el Espíritu nos lleva al Padre. Jesús no es 50% hombre y 50% Dios, sino 100% Dios y 100% hombre sin mezcla ni confusión alguna. Engendrado por el Padre antes de los siglos, según la divinidad; y en los últimos días, por nosotros y por nuestra salvación, nacido por obra del Espíritu, de la Virgen Madre de Dios. El hombre aunque pecador, no está opuesto a Dios, sino que al estar creado, redimido y glorificado por Dios es un profundo Misterio a la búsqueda de la Trinidad. Dios no es lo contrario del hombre sino el Misterio del Amante, del Amado y del Amor que se vacía kénosis en la profundidad del hombre. Dios no anula al hombre ni el hombre anula a  Dios. Nunca en Cristo hubo dos personas o hijos, como pensaban los nestorianos, sino una Persona Divina que une en Armonía a las dos naturalezas, la divina y la humana. En consecuencia, la Theandría es la reconciliación Singular y Absoluta de todas las realidades.
    Por eso, la más grande paradoja es la Encarnación, y resulta difícil mantener unidos los extremos de esta tensión Infinita. Ya en la Biblia, para unos Jesús es sólo un hombre que merece la muerte por blasfemar al afirmar que es Dios. Y para otros es sólo Dios, no hubo encarnación, su humanidad era una apariencia. No tuvo hambre, no sudó, no sufrió, no se cansó ni pensó. Y esto sigue a lo largo de los siglos. Los arrianos lo despojaron de su divinidad y los docetas, monofisitas, monoteletas de su cuerpo de varón, o de su voluntad,  o de su alma, como si Dios fuera el adversario del hombre y lo quisiera absorber y destruir.
    Esto no lo enseñó la Iglesia. En Calcedonia en el año 451, definió que hay que confesar a un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesucristo, perfecto en la divinidad, y perfecto en la humanidad; verdadero Dios y verdadero hombre, compuesto de alma racional y cuerpo; consubstancial homooúsion con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una, y confluyen en la única Hipóstasis del Verbo. No partido o dividido en dos personas, sino uno solo y el mismo Hijo Unigénito, Dios Verbo Señor Jesucristo, como de antiguo acerca de Él nos enseñaron los Profetas, y el mismo Jesucristo, y nos lo ha transmitido el Símbolo o Credo de los Padres de la Iglesia.
    Ireneo de Lyon dijo en el sII, la gloria de Dios es que el hombre viva en plenitud y esa plenitud de vida del hombre consiste en la visión de Dios. Y Rahner en el sXX, la proximidad de Dios y la auténtica autonomía humana crecen en relación directa, no inversa. Pero aunque confesemos la verdadera fe, cuanto más humanos, más divinos; y cuanto más divinos más humanos; nuestra vivencia espiritual puede llevarnos a pensar que si me entrego a Dios peligra mi felicidad humana; y  si exalto mi humanidad peligra mi felicidad divina. El pecado nos hace caer es la trampa del o Dios o yo. Nada que ver con la experiencia de la Inmaculada, mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque miró la humildad de su esclava, por eso me llamarán bienaventurada todas las generaciones. Jesús Único Camino, nos muestra que la realización humana va de la mano con la divina, y viceversa. Nunca existió un hombre más feliz, libre y lleno de Dios que Él. Vale la pena jugarse por este Camino, aunque nos lleven al CERESO, Centro de Rehabilitación Social que nos humaniza divinizándonos y nos diviniza humanizándonos, como a Pablo. 

martes, 27 de diciembre de 2011

59. El sufrimiento de los sistemas ecohumanos asumidos en Cristo: Rom 8, 17-25



    Sufrimos con Cristo para ser glorificados con él. Los sufrimientos del tiempo salvífico, kairós en el que vivimos, no pueden compararse con la gloria futura que se revelará. Toda la creación, gime y sufre dolores de parto con nosotros hasta que se realice la redención de nuestro cuerpo. Pablo engloba los padecimientos de los seres humanos con los de toda la creación, que no deben apagar nuestra esperanza sino reforzarla para trabajar por liberar del mal que nos acosa a todos, y anhelar el Mundo Nuevo en el que ya no habrá llanto ni dolor.
    El Verbo no sólo se ha unido de alguna manera a todo ser humano, sino también a toda la naturaleza. El sufrimiento ecológico y humano forma un sistema ecohumanodivino pues Dios los asume en su propio sufrimiento. Encarnación, Pascua y Trinidad son Misterios inseparables. Mejor regalo que Él mismo. Dios no conoce. Mejor regalo que su Dios. Ningún ser humano podrá recibir. Y en este regalo se juntan. El que Regala y el regalado.  Robert Southwell, 1561-1595, poeta jesuita ahorcado en Tyburn Dios sufre, y se siente afectado, cuando sufren sus criaturas a las que ama con pasión. Puede asombrarnos el que la Revelación nos hable del sufrimiento de los minerales, vegetales, animales y ángeles; y más del sufrimiento de Dios. Salvo que dijéramos que sólo sufrió la naturaleza humana de Jesús, dejando intocable la impasibilidad de la divina. Y hasta hace unos años parecía claro que sólo los seres humanos sufríamos, los animales podían tener dolor sensible como desagrado por la falta de un bien, pero nunca sufrir. No queríamos admitir la analogía del sufrimiento.
    Pero las cosas cambiaron cuando la teología tomó más consciencia de la relación de Dios con los horrendos holocaustos del siglo XX, Armenia, Rusia stalinista, Hiroshima y Nagasaki, las guerras mundiales, la Shoah, Camboya. La idea de un Dios insensible y apático se hizo inviable, de alguna manera Dios tenía que ser nuestro compañero solidario en nuestras catástrofes. Tenía que morir, una y otra vez, en la cruz de nuestros cadalsos.
    Moltmann nos mostró en El Dios crucificado, que si Dios no sufriera sería un monstruo lejano ante la inmensidad de nuestras angustias. No es que sufra como nosotros, sin otra opción ante el mal que nunca podría destruirlo; sino que sufre al verse afectado, en plena libertad, por lo que afecta a sus criaturas. No porque sea imperfecto sino porque su Amor Infinito se ve herido por las heridas de los que ama. Schillebeeckx nos explicó en Jesús, la historia de un Viviente, cómo Dios está presente por compasión en el mal inmerecido de millones de inocentes. No padece igual que nosotros, pero se vuelve pura acción simpática con el sufriente, resiste al mal y lo transfigura en Vida. Dios está implicado en el dolor y lo vence. Jesús es la Compasión de Dios, hace el bien y resiste al mal, pidiendo nuestra cooperación.
    Y las cosas siguieron cambiando más, al pasar del giro antropológico al giro ecológico, a lo cual ayudó el cambio de paradigma científico con la física cuántica. Para Jesús, Dios cuida de toda creatura conservándola con su sabia providencia. Hace caer la lluvia, viste a los lirios del campo, y alimenta a las aves; con la misma atención con que se esmera por cada cabello de nuestra cabeza. Sin confundir lo místico con lo científico, la experiencia de comunión con los hermanos sería incompleta sin la comunión con el universo, con las estrellas de dónde venimos, el sol nuestro hermano, la luna nuestra hermana y la tierra nuestra madre. Dios está implicado en su universo y sufre cuando se los destruye. Lejos de ser una parte de él, es la Trinidad de las Personas que lo diversifica, energetiza y vivifica.
    La encarnación, nacimiento, vida, pasión y resurrección del Verbo nos apapachan en este Misterio del sufrimiento de Dios que está gestando un Mundo Nuevo. La mujer suele estar triste cuando va a dar a luz, porque le llegó su hora, pero cuando nace el niño se olvida de su dolor por la alegría que siente de haber traído un Hombre al mundo. Jn 17, 21 Dios es Padre y Madre, y todo lo que hay de incondicionalidad en el amor compasivo de una madre, que acurruca a su hijo dolorido, no es más que una analogía lejana del Amor Divino; el primero que sufre con el mal, la primera Víctima herida que nos abraza mientras nos murmura, no es más que el comienzo de los dolores del alumbramiento, para la historia temporal y Eterna. Mt 24, 8

jueves, 22 de diciembre de 2011

58. Jesús, nuestras sombras y la purificación de nuestro templo: Mt 21, 12-17



    Jesús entró en el Templo y echó a todos los que vendían y compraban allí, derribando las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas. Y les enseñaba, está escrito, mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones. Mc 11, 15-19 Jesús justifica su purificación del Templo con dos citas, Is 56, 7 y Jer 7, 11. En el atrio de los gentiles, donde se desarrolla esta escena, Jesús abre Israel al mundo; y a su Dios, revelado en el Sinaí y el Gólgota, como Único Dios de todas las naciones. Jesús ha traído con su Pascua, la Trinidad a los pueblos de la tierra, como les dirá a los griegos, me verán como grano de trigo que muere y da mucho fruto. Jn 12, 23 Él es la Luz que ha venido al mundo para que todo el que crea no permanezca en las tinieblas. Y le agrega la profecía de Jer en el 608 aC sobre la destrucción del Templo debido a que con un culto vacío piensan que no necesitan convertirse y enmendarse de sus sombras y pecados. Vienen al Templo para ser salvados y seguir cometiendo sus abominaciones, y así lo han convertido en una cueva de ladrones, en vez de ofrecerse como víctimas vivas, santas y agradables a Dios, el culto espiritual que huye del pecado. Rom 12, 1-3 Es esa connivencia entre orar y negociar en sucio lo que Jesús combate.
    Cada uno de nosotros es el templo del Espíritu Santo, 1 Cor 6, 19 y todos tratamos de mostrar el esplendor exterior del templo, nuestra imagen orante, inocente y esbelta, nuestra apariencia amable, mansa y educada. Y nos esforzamos por ocultar la oscura hiedra de las sombras y vicios que no cuadran con esa imagen idealizada y vergonzosa, escondiéndola en la lóbrega cueva de ladrones de nuestro inconsciente. Como los logismoi gula, lujuria, avaricia, ira, tristeza, acedia, vanagloria, indiscreción y soberbia; o las conductas delictivas, como adicciones, codependencias, miedos, envidias, competitividad, violaciones y asesinatos. Somos Jekill escondiendo a Hyde, y cada tanto es bueno que Jesús se arme con un látigo de cuerdas, nos purifique y nos grite con san Benito el Sal 69, el zelo bueno de amor por tu Casa me consume, y venga a purificarnos. De lo contrario, Hyde comenzaría a hacerse fuerte, transformándose en una especie de gemelo, y la cueva se tragaría al templo.
    Cuando la sombra destructiva crece y se amalgama en nuestros sueños recurrentes, groserías y enfados, comenzamos a hacer el mal que no queremos, vagabundeando, yo miembro de Cristo, por callejones abyectos en busca de la famosa Prostituta, Ap 19 para hacerme una carne con ella, en vez de unirme al Resucitado y ser un solo Espírito con él. Nuestra máscara mentirosa se nos resquebraja, y aparecen las pústulas con sus gusanos, perdemos los Rostros de la Trinidad, el Verbo se debilita y se afianza la carne de pecado, nos abandonan los símbolos de la comunión y nos asaltan los diábolos de la oposición.
    La Luz viene al mundo, pero los hombres prefieren las tinieblas a la Luz, porque sus obras son malas. Todo el que obra mal odia la Luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. Jn 3, 19-21 Hoy los psicólogos comprueban, a sus niveles, esta honda enseñanza espiritual de Jesús. La naturaleza de la sombra, tendencias pecaminosas no consentidas; y de las tinieblas, pecados cometidos; es la de ocultarse y permanecer fuera del alcance de la conciencia. De ahí la importancia de la confesión, el acompañamiento espiritual y la libre apertura del corazón. Pues esa incapacidad de ver mis sombras, hace que cada vez eche raíces más profundas en nuestro ser. Si supura, lo hace ocultándose detrás del mal humor, la depresión, el sarcasmo, la susceptibilidad defensiva y conductas destructivas. Tenemos que estar alertas e identificar los momentos en que hace su aparición como animal feroz nocturno, bajar de la montaña con el día azul y enfrentarnos con el abismo de la noche. Dios y su Iglesia ayude a las víctimas de los que hicieron de templos católicos, cuevas de ladrones escandalizando a los niños.
    No podemos apartar la mirada de la bestia, negando su existencia, ni tampoco entregarnos a la bestia que nos destrozaría. Hay que tenerla en cuenta, estudiarla e integrar su energía con nuestras virtudes. Como Jesús, subversivo derribando mesas y asientos en la cueva de ladrones, y curando a los ciegos para que contemplen su Templo.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

57. Abrazar al Verbo carne abrazando al hombre en su cosmos: Col 1, 15-20


    Cristo es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en él fue creado todo, y él existe antes que todo y todo conexiste en él, el Primogénito de entre los muertos. Pablo cita un himno cristiano que celebra a Cristo como Principio de la antigua y Nueva creación, en quien habita toda Plenitud, pân tò pléroma Divina, humana y cósmica.
    Hoy es innegable que se da una cierta unidad de la familia humana debido a los medios de comunicación y transporte, a los intercambios culturales y vínculos comerciales. Lo que nos trae problemas de envergadura global como la protección del medio ambiente, las finanzas, el mercado es para el hombre y no el hombre para el mercado, la importancia de los flujos migratorios y el desempleo de millones de indignados. La humanidad descubre en esta interdependencia no una amenaza, sino una ventaja. Todos somos responsables de todos, y es importante tener una idea positiva de esta Totalidad mundial que puede ser la palanca del desarrollo integral sostenible. La solidaridad intergeneracional, que viene de la familia, y la preocupación por la educación y el destino de las generaciones futuras es una responsabilidad en la que el pluralismo de culturas y religiones no está en contradicción con la búsqueda común de la belleza, la verdad, y la bondad de una nueva ética planetaria.
    Hoy es claro que los seres humanos con logros e injusticias inenarrables somos inseparables de nuestro planeta que tiene unos 5.000 millones de años, mientras que los hombres llegamos recién hace 2 millones y la rama actual, causa en los últimos 100 años del deterioro ambiental, apenas 200.000 años. La crisis ecológica nos aflige pues los ecosistemas que sostienen nuestra vida, como el aire puro, el agua potable, la capa de ozono que nos protege del sol, la tierra fértil, los hielos y los bosques, cientos de formas de vida vegetal y animal están siendo destruidos, aumenta la emisión de gases de efecto invernadero que apresuran el calentamiento global, y las pérdidas de radiación en Chernobyl y Fukushima son letales. Las Cumbres de Kioto y Durban han logrado muy modestos avances. La globalización hace inseparable la ecología ambiental de la social. Eco exige estar unido a ego, como Dios sacó de Adamá a Adám, adquiere una visión ecoegocéntrica, y el diálogo ecoholístico tendrá que integrar los aparentes opuestos
    Hoy la planetización nos hace tomar consciencia de que la Tierra es una Totalidad donde lo físico-químico, lo biológico, lo antropológico, lo angélico y el Espíritu Santo, distintos pero inseparables, forman nuestro único y complejo Hogar. Surgen ya las casas y las ciudades inteligentes, por la unión de las tecnociencias informáticas con el hombre, su supervivencia depende de ellas. Paralelo al cerebro humano surge la www, la Red Mundial de Comunicación de todos con todos, donde cada hombre es una neurona del ecocerebro.
    El Mesías que renace en el Hoy Salvífico de Dios, el de la Palabra que da la libertad a los oprimidos y libera al cosmos de la destrucción, fthóros a que lo sometemos, Lc 4; Rom 8 es un Cristo Cosmoteándrico, donde lo cósmico adquiere una dimensión revelada, pero que el judeocristianismo relegó durante milenios, centrado como estaba en la salvación del pecado personal, olvidando el pecado estructural y el rol de Cristo en la transfiguración del cosmos.
    La Palabra hecha carne que nos da a conocer su Proyecto sobre el ser humano y el cosmos, nos lleva a denunciar las actitudes equivocadas del hombre cuando no respeta la naturaleza como transparencia del Creador sino como materia a manipular sin escrúpulos. Nuestra Casa Común es un regalo de la Trinidad y tenemos que ser reeducados para mantener su belleza y asegurar que todo uso industrial y comercial, pequeño o grande, se basen en la protección de los sistemas ecológicos. Prevenir toda contaminación, reciclar los materiales descartables, hacer que los deshechos residuales puedan ser bien asimilados por los ecosistemas, es un crimen arrojar las aguas negras a los ríos y no tener cámaras sépticas en nuestra montaña envenenando el agua limpia del vecino que vive más abajo. Además,  garantizar el uso sostenible de nuestros recursos, la protección ambiental, y las normas laborales justas. Cristo por quien todo fue creado y todo será Recreado, nacido de María en la Gruta de piedras, pastos y animales, revela la eterna comunión del hombre con la Tierra.

martes, 20 de diciembre de 2011

56. La Iglesia es  la Casa de la Palabra: 1 Sam 3, 10-14


    Vino Yahveh y llamó a Samuel como las veces anteriores. Samuel, Samuel. Y él respondió, habla que tu siervo te escucha. Samuel era un niño, entregado por su madre Ana, al servicio del Señor, bajo la formación de Elí. Estamos distanciados por más de 3.000 años, en la Época I del Hierro, siglo XI aC en el Templo de Silo, donde se guardaba el Arca de la Alianza en la época de los Jueces que regían Israel antes de la constitución de la monarquía por Saúl. La dinastía faraónica XXI regía Egipto. Se nos dice que por aquel tiempo la Palabra de Yahveh era rara. Yahveh no hablaba y no había quien lo supiera escuchar y discernir sus Palabras, por eso ésta es la consagración de Samuel como profeta.
    Pero prestemos atención, no estoy narrando historia, no soy profesor sino profeta. La relación entre el Logos y la Iglesia no puede ser comprendida sólo como si fuera un acontecimiento del pasado, sino que es una relación de Vida en el Hoy Eterno de Dios, en el cual cada uno de nosotros, y cada comunidad, está llamada a comprometerse de manera personal. Hoy aquí somos varios para quienes Dios no habla, o somos tan sordos que jamás podríamos decir, habla, Señor, que tu siervo, o esta comunidad, te escucha. Y ninguno de nosotros vive de sí mismo, y menos ninguna comunidad eclesial, sino que vivimos de la Palabra escuchada y, después de asimilada, proclamada. El hombre vive de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Deut 8, 3 Las palabras de Jesús son Espíritu y Vida. Jn 6, 63 Mi identidad no es mi yo sino el Verbo. Gal 2, 20 La fe reconoce al Verbo Increado de Dios acogiendo los gestos y las palabras creadas con las que Él se nos hace contemporáneo para entrar en diálogo vivificante con nosotros.
    El Resucitado, que está en medio nuestro, nos habla y nos dice, Yo soy todo tuyo y me entrego a ti en palabras humanas, inseparables de mi Única Palabra y Persona Divina, para que en el Espíritu Santo, el Padre te haga su hijo adoptivo, te transfigure a imagen y semejanza mía su Unigénito. Mi Iglesia es la Casa de la Palabra, Yo Soy el mismo que te habla cuando se lee la Biblia. La sacramentalidad de la Palabra, signo de Dios que me justifica, santifica y transfigura, se hace patente en la Misa. Cristo, bajo las especies de pan y vino, está presente de modo análogo también en la Palabra proclamada en la Liturgia.
    La Palabra de Dios anunciada por la Iglesia conduce al sacrificio, al banquete del Cuerpo y la Sangre. Palabra, Cuerpo y Sangre son indisociables, no se puede comprender una sin el otro. La Biblia nos da a entender el Cuerpo y la Sangre, y el Cuerpo y la Sangre entregados para liberarnos del pecado, la muerte y el mal, nos dan Luz para captar las Escrituras. Palabra y gesto forman el único Memorial de Cristo. No sabría lo que son ese pan y ese vino sin la Palabra; y no conocería la Palabra si no poseyera la Energía infinita del Espíritu para transubstanciar ese pan y ese vino, que son la prenda de la esperanza, y el alimento para el camino de que yo, la humanidad y el universo, seremos transfigurados en la Resurrección del Cielo Nuevo y la Tierra Nueva. En un Futuro absoluto que me libera del terror o el pseudo-optimismo de todo otro futuro incierto, peor o mejor. El Resucitado es El Fin de la historia sin fin, jamás habrá otro futuro más creativo, fuerte y bello que el Suyo.
    El Año Litúrgico, o Año de Gracia del Señor, Lc 4 es Cristo mismo que permanece en su Iglesia y prosigue en ella su camino de amor, haciendo el bien a todos. Pío XII De aquí la importancia de la homilía. Los fieles escuchan y oran la Palabra, si no están dormidos, pero sólo los obispos, presbíteros y diáconos pueden explicarla, para que esa Palabra sea acogida y fructifique en el contexto cultural, y la situación concreta en que se encuentran, evitando las homilías genéricas y abstractas. El predicador es tan oyente de la Palabra como María y la Iglesia, pierde tiempo predicando al exterior la Palabra de Dios, quien no es oyente de Ella en su interior. San Agustín, Sermón 179 Nunca como profeta, debe atraer la atención sobre sí  mismo, sino sobre el Corazón de la Buena Noticia de Jesús, el Único que tiene Palabras de Vida Eterna. Y Yahveh vendrá a su Casa de a Palabra, nos despertará del sueño profundo  en la noche del tiempo, y le podremos decir como Samuel, habla, Señor, que esta comunidad te escucha y trata de practicar tu Palabra, por el kairós de la Liturgia.

lunes, 19 de diciembre de 2011

55. Dios se une al hombre por el Misterio del Verbo: Ef 3, 8-13



    A mí, el menor de todos los santos, se le concedió la gracia de anunciar a los paganos las ininvestigables riquezas de Cristo, y de hacer brillar a los ojos de todos la dispensación del Misterio de Cristo, que estaba oculto desde siempre en Dios. Pablo es consciente de que tiene que anunciar un Misterio que le ha sido revelado, apokalipsis en Damasco, revelación que comparte con los demás apóstoles, y profetas y toda la Iglesia en el Espíritu Santo. Este Misterio que solo puede ser conocido por revelación consiste en que Cristo nace para la salvación de todos los pueblos del mundo y del cosmos y sigue permaneciendo un Misterio.
    El Misterio teológico, o el Misterio sobrenatural de la Palabra de Dios, no tienen nada que ver ni con los misterios naturales, ni con los secretos o problemas no resueltos, aunque presenten ciertos parecidos. Aunque el hombre, mediante su razón natural por argumentos de convergencia puede captar a Dios a partir de la creación; ninguna creatura podría alcanzar por sus propias fuerzas el conocimiento del Misterio de la Palabra de Dios, si Dios mismo no se lo revelara. Por una decisión libre Él se revela y se entrega a cada ser humano por amor. Revela la intimidad de su propio Ser, es Padre que envía al Verbo y al Espíritu; para que entendamos su Proyecto benevolente para todos los hombres y el multiverso.
    El Verbo del Padre inseparable del Espíritu Señor y Dador de Vida, nace en el hombre para acostumbrar al hombre a entender a Dios y sus designios; y así el cristianismo es más un renacer que un conocer, ya que jamás comprenderemos el Misterio en que vivimos y  del que estaremos siempre rodeados. Pero lo celebramos en la Liturgia de Cristo, lo entendemos en la Palabra de Cristo y lo vivimos en la Mística del amor servicial de Cristo.
   Y, aunque siempre permanecerá velado en una Luz Inaccesible, 1 Tim 6, 16 ya sabemos que es la Trinidad manifestada por la encarnación pascual de Jesús que me ama y se me entrega a mí. Fuera del Resucitado, ni la Trinidad se encuentra con el hombre, ni el hombre sabe quién es. En consecuencia el Misterio, mantenido en secreto durante siglos eternos, Rom 16, 25 es comunión, en Cristo, entre la Trinidad, los seres humanos y el universo circunstancial.
    No podría ser un Misterio lejano e ininteligible a mi vida, sino que al entrar en comunión conmigo, su incomunicabilidad e incomprensibilidad bellísimas, me enamoran más de Él, pues siempre permanecerá inabarcable e inefable. Lo que es agotable es descartable, y Jesús es el Absoluto Inagotable nunca un descartable. Por eso el Misterio, al poner en comunión al Verbo con el hombre, no mezcla a Dios con el ser humano, sino que en la Persona del Verbo se da la unión, de ahí que la fe sea el fundamento de la espiritualidad.
   El Misterio permanece secreto, como Palabra Divina, y al mismo tiempo se nos declara en palabras humanas; pues si no se revelara no sería Misterio sino incognoscibilidad, ni tendría por qué creerlo si no fuera Vida Verdad y Amor. Pero si se me revelara en totalidad ya no sería un Misterio sino un problema más, resuelto y archivado por mi razón. Sea que el Misterio lo experimentemos cual Día, Simeón el nuevo teólogo, o Noche, Juan de la Cruz, es irrelevante. La diferencia, a veces llevada a la exasperación en las Órdenes contemplativas, entre mística de la Luz, cistercienses, y mística de las Tinieblas, carmelitas, es una cuestión en parte de énfasis y temperamentos no de realidad. En todo Misterio de Cristo coexisten las dos. Luz y tinieblas, Verbo y carne, consolación y desolación, totalidad y vacío, son alternancias complementarias de participación y trascendencia, de catafático y apofático.
    Al adorar el Misterio del Verbo hecho Libro, Carne, Sacramento, Iglesia, Cosmos; vamos más allá de nuestro cuerpo y psicología y con ellos nos sumergimos en el Espíritu, dejamos de mirarnos a nosotros mismos y nos reconocemos en la Trinidad. Para quien no tiene el don de la fe, ese Misterio es angustiante náusea y fábula mítica. Para el creyente, es el Misterio de Dios en las ininvestigables riquezas de Cristo donde está escondido, como en la noche de la Caverna de Platón y de Belén, Éste Niño, el Fuego de todas las sombras.

sábado, 17 de diciembre de 2011

54. In Xochitl in Cuicatl, Flores y Cantos en el Misterio de la Madre de Téotl: Cant 2, 8-14


    Ahí viene mi Amado, saltando por las montañas, brincando por las colinas, y me dice, ven hermosa mía, porque ya pasó el invierno, aparecieron las flores sobre la tierra y llegó el tiempo de las canciones. El Cantar de los Cantares, superlativo hebreo, según rabinos del siglo I, es el Santo de los santos de la revelación, ya que si Dios no hubiera dado la Torah a Israel, el Cantar sería más que suficiente para guiar al mundo, pues su tema es el amor. Con más explicitación lo dijo Jesús, amarás a Dios con todas tus fuerzas, y a tu prójimo como a ti mismo, de estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas. Mt 22 Es la triple Llama del Dios Caridad. Sexualidad, eros y amor en una pareja formada por la amada y el amado, en el cuadro vital de la primavera que significa el amor creciente entre ambos. Aquí el amado que se aproxima es como un ciervo pequeño y la amada una paloma, luego él será una azucena y ella una viña, mientras estallan las flores y comienzan los cánticos y bailes.
    Recordemos, los aztecas tenían muchos dioses o ángeles, pero un solo único y verdadero Dios, Ometéotl, Señor o Señora del Dos o de la Dualidad, a quien se le daban Mil Nombres para expresar su inefabilidad, como Quetzalcóatl, Ometecutli Omecíhuatl, y Tloque Nahuaque que usará la Virgen, y puede traducirse como el que está cerca, más íntimo que mi propia intimidad, y me rodea en su anillo o ciclo pues todo existe en Él, como en el Yo Soy el que el Soy del Éxodo y Juan evangelista. Pocos españoles entendieron esto. Para ellos un Dios Dual, femenino y masculino, era una abominación a destruir. No captaron que para el pensamiento y la lengua náhuatl el difrasismo, vida-muerte luz-noche mujer-varón, era esencial para definir cualquier realidad pues de su integración saltaba la chispa que permitía comprender el advaita, haploûs, el ojo simple del que nos habla Jesús. Mt 6, 22-23
    De la misma manera que para el Cantar sólo el amor humano, con analogías de Flor y Canto podían decir algo del Dios Amor, así de Téotl Dios, pues las flores y las canciones de invocación eran al mismo tiempo teología, filosofía, poesía, belleza y mística. El rey poeta de Texcoco, +1472 dice, el que te encuentra, tan sólo sabe esto, invocándote, a tu lado, junto a ti, se puede vivir en la tierra. Dador de la vida, sólo como si entre las flores buscáramos a alguien, así te buscamos, nosotros que vivimos en la tierra. No hay simetría entre Dios y el hombre, Dios es el Infinito Invisible, nosotros pequeños buscadores del Trascendente.
    Diez años después de la caída de Tenochtitlán, el 13 de agosto de 1521, defendida por Cuauhtémoc, que no fue ni derrota ni triunfo sino el nacer del México mestizo en comunión de culturas alrededor de la Palabra-carne; el 12 de diciembre de 1531 Ometéotl nos buscó. Y al amanecer del Sexto Sol vino al Tepeyac y a toda América, escondido en el seno de su Madre embarazada, entre flores, cantos y piedra de Jade que da Vida por la Cruz, vestida con una túnica bordada de flores y un manto de estrellas, manifestando al Señor del Cielo y de la tierra, pues no nos saca de este mundo, pero no nos deja en la mundanidad, y así de la túnica y del manto nos jalamos, cual Águilas y Jaguares sosteniéndola como Estandarte.
    María sabe que la Palabra Divina y la palabra humana son distintas pero inseparables. Que muchos conquistadores y evangelizadores no supieron escuchar lo que Dios ya había operado en México, ni tenían las palabras para revelar la Palabra de Dios que reúne a todas las culturas. Por eso con una ternura sobrehumana, sencillez y certeza, ni fuerza a los europeos, ni acepta que se le quite validez a la religión azteca. Juantzin, Juan Diegotzin, sabe y ten entendido, tú el más pequeño de mis hijos, que yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre de Téotl Dios de gran Verdad, por quien se vive, Inninantzin in Tloque Nahuaque. Quiero que se me erija aquí una Casita para mostrarlo a Él, dar todo su Amor, Compasión, Auxilio y Defensa. El Cantar se ha cantado, Tlatelolco no es el Tepeyac, su evangelización no será igual a la de ciertos misioneros que arrasaban con todo. Téotl, el Amado llegó en la noche y el silencio, traído por la Mujer estupenda discípula, saltando por las montañas, entre Flores y Cantos, entre las danzas y poesías de los pobres de Yahveh.   

martes, 13 de diciembre de 2011

53. El Verbo se explicita cada vez mejor desde las palabras de la Biblia: 2 Tim 3, 15-17



    Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras, ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, por la fe en Cristo Jesús. Pablo le recomienda a Timoteo la lectura y enseñanza asidua de la Biblia, 1 Tim 4, 13 pues como Cuerpo Libro lleva al encuentro con el Cuerpo Resucitado de Cristo, ya que la lectura orante y el estudio, personal y comunitario, de la Palabra de Dios, es el fundamento de la vida espiritual, y nos otorga una sabiduría vital y salvífica, cuando le abrimos la Puerta de la fe en la Trinidad.
    Dios es el Autor más famoso del planeta, sus 73 Libros son el Best Seller mundial nunca superado. No sabemos con exactitud el número de Biblias, por los miles de años en que se publica sin llevar estadísticas; y ser el primer libro que imprimió Gutenberg con litografía en 1455. Pero los especialistas calcularon que oscila entre los 3 a 6 billones de ejemplares. Le sigue El libro rojo de Mao Tse-Tung que ya se lee menos en China, y luego hoy Harry Potter. El Corán está en los 300 millones de copias. El Código Da Vinci, que tantos dolores de cabeza ha causado, va por los 80 millones. En general, después de la Biblia, los best seller son literatura de ficción, lo que dice mucho de la necesidad que tenemos los humanos de discernir Comparaciones para conocernos, como sublimes Parábolas al estilo de Jesús.
    Toda acción pastoral de la Iglesia, grande o pequeña, debe estar animada por el Encuentro con el Cristo Viviente, que nos comunica su Palabra Divina a través de las palabras humanas de la Biblia. Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo, quien por esos Libros del Pueblo de Dios nos habla cada día a los que tenemos fe y queremos hacerla cada vez más asequible al mundo. Siempre deberíamos tener la Biblia entre nuestras manos. La Palabra de Dios, escrita bajo la inspiración del Espíritu Santo, y el Catecismo de la Iglesia Católica, como expresión actual de la Tradición viva de la Iglesia, y camino Magisterial para la enseñanza de la fe, son inseparables para adentrarnos en nuestra pascua-paso, de constante muerte y vida, que sólo adquiere pleno sentido en el Misterio Pascual de Cristo.
    La meta de nuestras vidas, que debemos pedir el Espíritu nos impulse a alcanzar, es entusiasmar con la Biblia a los que se ponen en contacto con nosotros, y se produzca el Adviento del Resucitado. Y con la Biblia como la escribió, la interpreta y la explicita el Pueblo de Dios en la Iglesia Católica. En especial, lograr que este Best Seller se una más y más a las teologías, las filosofías y las tecnociencias; a las culturas, las literaturas  y las informaciones digitalizadas del mundo de hoy. Si todo fue creado por el Verbo y para el Verbo, todos los libros tienen su Fondo en Dios; y la Biblia es así el Centrum Centri de la Biblioteca Infinita de la Revelación en la Creación, Transfiguración y Glorificación de todo el Universo. Dios nos habla sobre todo en las Sagradas Escritura, pero también a través de todos los libros del mundo, desde las tablillas sumerias de Uruk  hasta las Redes de las PC.
    La Biblia, como Códice y Código de Dios para todas las culturas, que revela la unión indisoluble entre la Palabra Increada Divina y las palabras creadas humanas, por las que Dios nos llena de esperanza con su Amor, une las diferentes culturas con la Unidad y Pluralidad trinitaria. La Biblia no destruye cultura alguna sino que la abre al Dios Infinito.
    En consecuencia la Biblia no debe ser sólo la Viva Lectio de los santos, Lectura Viviente de los monasterios o comunidades de parroquias, sino también el más alto Sujeto de estudio a niveles primarios, secundarios y universitarios. La experiencia mística de la Palabra de Dios, unida al valor de la cultura para la vida del hombre y del planeta, es la suprema cátedra universitaria, que no debe separarse de todas las manifestaciones artísticas, de las comunicaciones sociales, de lo socio político económico, y evangelización de las culturas.
    Ojalá desde la niñez nos enamoremos del Best Seller mundial que lleva al Encuentro del Misterio de Cristo, cerrando la brecha malsana que se abrió desde siglo XVI entre razón y fe; y poniendo en comunión Biblia con tecnociencias y humanismo ecológico salvífico.  

lunes, 12 de diciembre de 2011

52. Consideraciones para Desideratas hacia lo Sideral: Ap 3, 7-13 



    Escribe al Ángel de la Iglesia de Filadelfia. El Santo afirma. Conozco tus obras, he abierto delante de ti una puerta que nadie puede cerrar, porque a pesar de tu debilidad, has cumplido mi Palabra. Haré del vencedor una columna en la Nueva Jerusalén. En el Apocalipsis, Jesús resucitado se manifiesta en medio de siete candelabros de oro, que son las siete Iglesias de Asia a las que escribe siete cartas o consideraciones; y con siete estrellas en su mano derecha, que son los Ángeles de las siete Iglesias. Es como si se tratara de las Iglesias en su dimensión litúrgica orante dominical, en comunión con la Iglesia Celestial, candelabros y Ángeles, a las cuales Jesús les habla a través de Juan.
    Consideración significa hoy examinar o reflexionar sobre algo con gran atención y tratar a alguien con respeto, urbanidad y deferencia. Su práctica y etimología antigua significaba pensar con las Estrellas, con-sidera, de tal forma que nuestros deseos bien discernidos, desiderium-desideratas, nos lleven a lo Sideral, es decir al Cielo al Hogar de la Trinidad, cuyos Rostros contemplan los Ángeles. Mt 18,10 Las estrellas son signos de los Ángeles y de Jesús, una estrella anunció su nacimiento, y Él mismo es la Estrella radiante de la mañana, Ap 22, 16 que debe despuntar en nuestros corazones. 2 Ped 1, 19 hasta que seamos como los Ángeles del cielo, brillando como Estrellas por toda la Eternidad. Dan 12, 3; Mt 13, 43
    San Bernardo escribió De Consideratione ad Eugenium papam, Sobre la Consideración al Papa Eugenio, su último Tratado compuesto durante cuatro años, desde 1149 a 1152, terminado meses antes de su muerte el 20 de agosto de 1153. Fue, según suele decirse, su canto del cisne y su testamento. Allí explica que la consideración es igual a la piedad o eusébeia, vida llena de veneración por Dios, los hermanos y las cosas. 1 Tim 4, 8 Le dice al papa beato Eugenio III que si le pregunta que es la piedad le dirá que es la consideración, pues la piedad consiste en practicar lo que dice el Sal 46, 11, Descansen y reconozcan que yo soy Dios, y eso es ponerse a considerar nuestros deseos a partir del Espíritu de la Verdad; porque la precipitación y la desconsideración nos hunde en peligrosos riesgos.
    La consideración investiga los caminos de Dios, purifica la mente y los afectos, dirige las acciones y modera la conducta, ennoblece y ordena la vida, nos da el conocimiento de lo humano y lo divino, sacándonos de la confusión, conciliando lo incompatible, reuniendo lo disperso y penetrando en lo secreto. Por la consideración se presiente la adversidad en el bienestar, y la adversidad se lleva bien porque se actuó con fortaleza y prudencia para bien Orar Leer Trabajar.
    Debemos considerar nuestros deseos de virtudes y de vicios, pues están mezclados, y liberarnos del mal deseo ya que la muerte está apostada junto al umbral del deleite, y hay caminos que nos parecen rectos, pero cuyo fin conduce a lo profundo del infierno. RB 7, 21 A eso se dirigen los doce grados de humildad en san Benito, Obediencia de la fe al Padre y su Iglesia, en los cuatro primeros, para liberarme de la concupiscencia, invencible sin la gracia; Humildad, en los cuatro segundos, hasta ser reducido a la nada de la arcilla, humus o polvo de estrellas, en el cual el Espíritu me insufló la Vida; y Silencio, en los cuatro terceros, para escuchar al Verbo que me instruye con su Palabra. Así sabré que no soy digno, yo pecador, de levantar mis ojos al Cielo, hacia las Estrellas, si las Tres Personas Divinas no me abren, por la Puerta de la fe, su Skené, Carpa, Tienda, Morada o Cabaña, y me transfiguran.
    Sólo la Consideración de mis Desideratas me lleva a lo Sideral, y cuando vuelva a ser polvo de estrellas, humilde en la fe la esperanza y el amor de Dios por mí; el Silencio, la Palabra y el Encuentro me abrazarán y me harán una columna en la Nueva Jerusalén, renaceré del Espíritu, no seré sólo conocer sino nacer, encarnación. Nada ni nadie sabrá cómo existimos enamorados en el Todo de los Tres, resplandecientes como el Sol del Rostro del Resucitado.
    Hace casi 60 años, una noche, murió mi abuelo materno, Antonio. Por temor a que me impresionara el verlo morir no me dejaron estar con a él mientras agonizaba, como al resto entero de toda la gran familia. Era diciembre en el hemisferio sur, la temperatura agradable y la noche espléndida y transparente. Me llevaron a una linda habitación que estaba lejos, con la cama frente a un inmenso ventanal. No pegué un ojo ni me acosté, y mientras sentado y angustiado sentía pasar las horas miraba las innumerables estrellas y rezaba. Y me dije, cuando desaparezca la última, que ahora lo sé era Venus Jesús, el nono se habrá ido al Cielo. Y así fue, cuando se apagó, sentí los llantos que despedían al abuelo tan querido. Justo al amanecer, como María de Guadalupe en el Tepeyac a Juan Diego, Jesús lo había venido a buscar. Salí corriendo y lo fui a besar.
    Irrumpe en mi interior, beatísimo papa Eugenio, un  deseo incontenible de dictar algo que te edifique, te agrade y te consuele. Pero me hallo envuelto entre dos fuerzas contrarias, impulsado por mi amor y frenado por tu majestad. Me encuentro liberado de mis servicios maternales contigo, pero no me han arrancado el afecto de madre. Hace mucho que te llevo en mis entrañas, y no es fácil que me arranquen un amor tan íntimo. Llegué a conocerte bien y sé que no has dejado de ser pobre en el Espíritu, aunque ahora te hayan hecho padre de todos los pobres. Cons, Prólogo
    Si soplan los vientos y las tempestades, levanta los ojos y mira la Estrella, invoca a María. Desde entonces, cual otro pequeño Juan de Patmos, que comparte con todos las tribulaciones, el Reino y la espera de la Venida de Jesús, no he cesado de discernir las Desideratas y escribir Consideraciones a las Iglesias o Comunidades para que juntos distingamos a Ajenjo, que envenena las aguas de la Vida, Ap 8, 11 de Venus, Fuego del Amor y sentido último de la  Historia Sideral del Eterno Viviente, porque Las Estrellas miran hacia abajo.