martes, 4 de octubre de 2016

230. Trilogía en tres Libros Blogs Twitters, Redire ad Cor Jesu, por su Unión Hipostática, Gn 1, 31


    Y Dios vio la Totalidad que había hecho, y he aquí que era muy bella. καὶ εἶδεν θεὸς τὰ πάντα, ὅσα ἐποίησεν, καὶ ἰδοὺ καλὰ λίαν. Viditque Deus cuncta, quae fecit, et ecce erant valde bona. וַיַּ֤רְא אֱלֹהִים֙ אֶת־כָּל־אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֔ה וְהִנֵּה־טֹ֖וב מְאֹ֑ד. Los LXX, judíos helenistas de Alejandría, por la armónica consonancia de las partes en el Esplendor de un Todo que nos deleita y atrae, a la bondad la llamaron belleza. Con esta cita del Génesis comenzaba Juan Pablo su Carta a los artistas que me tragué regocijado en la Pascua de 1999[1].
    Nadie mejor que ustedes, artistas, geniales constructores de belleza, puede intuir algo del pathos con el que Dios, en el alba de la creación, contempló la obra de sus manos. Un eco de aquel sentimiento se ha reflejado infinitas veces en la mirada con que ustedes mismos, al igual que los artistas de todos los tiempos, atraídos por el asombro del ancestral poder de los sonidos y de las palabras, de los colores y de las formas, han admirado la obra de su inspiración, descubriendo en ella como la resonancia de aquel misterio de la creación a la que Dios, único creador de todas las cosas, ha querido en cierto modo asociarlos. Por esto me ha parecido que no hay palabras más apropiadas que las del Génesis para comenzar esta Carta dirigida a ustedes, a quienes me siento unido por experiencias que se remontan muy atrás en el tiempo y han marcado de modo indeleble mi vida. Con este texto quiero situarme en el camino del fecundo diálogo de la Iglesia con los artistas que en dos mil años de historia no se ha interrumpido nunca, y que se presenta también rico de perspectivas de futuro en el umbral del tercer milenio. En realidad, se trata de un diálogo no sólo motivado por circunstancias históricas o por razones funcionales, sino basado en la esencia misma tanto de la experiencia religiosa como de la creación artística. La página inicial de la Biblia nos presenta a Dios casi como el modelo ejemplar de cada persona que produce una obra. En el hombre artífice se refleja su imagen de Creador. Teniendo en cuenta que quien crea da el ser mismo, saca alguna cosa de la nada, ex nihilo sui et subiecti, y esto en sentido estricto, es el modo de proceder exclusivo del Omnipotente. El artífice, por el contrario, utiliza algo ya existente, dándole forma y significado. Este modo de actuar es propio del hombre en cuanto imagen de Dios. En efecto, después de haber dicho que Dios creó el hombre y la mujer a imagen suya, la Biblia añade que les confió la tarea de dominar la tierra. Fue en el último día de la creación. En los días precedentes, como marcando el ritmo de la evolución cósmica, el Señor había creado el universo. Al final creó al hombre, el fruto más noble de su proyecto, al cual sometió el mundo visible como un inmenso campo donde expresar su capacidad creadora de artista artífice. No todos están llamados a ser artistas en el sentido específico de la palabra. Sin embargo, según la expresión del Génesis, a cada hombre se le confía la tarea de ser artífice de la propia vida, en cierto modo debe hacer de ella una obra de arte, una obra maestra. Es importante entender la distinción y la conexión, entre estas dos facetas de la actividad humana.

    Cor Jesu, Verbo Dei substantialiter unitum. El único mal y fealdad de la desunión entre  lo Increado y lo creado, es superado por la única Belleza de la Unión Personal o Hipostática en Jesucristo. La fe es esperanza y amor en el Esjatón Resucitado, Arquetipo Total de la Belleza del Universo Nuevo, que fue es y será. No puedo destrozar la reflexión teológica orante, so pena de caer en paradojas desperdigadas que el enigma y misterio de mi existencia nunca podrán integrar. Mis expectativas son al Infinito más grandes de todo lo que pudiera conquistar. Ese Vínculo Final del Amor Absoluto, σύνδεσμος τῆς τελειότητος. Col 3, 14 que recapituló todo lo disperso, es la Persona Preexistente misma del Verbo hecho hombre, λόγος σὰρξ. Así unió lo Increado de la Trinidad, por su Encarnación Pascual, con toda la creación que llevará a su Pléroma con su Parusía, y que aguardamos con gozosa esperanza.

    Quedando a salvo la propiedad de una y otra naturaleza y uniéndose ambas en una sola Persona, utriusque naturae in unam coeunte personam, la humildad fue recibida por la majestad, la flaqueza por la fuerza, la mortalidad por la eternidad. Y para pagar la deuda de nuestra raza, la naturaleza inviolable se unió a la naturaleza pasible. Y así, cosa que convenía para nuestro remedio, uno solo y el mismo mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, 1 Tim 2, 5 por una parte pudiera morir y no pudiera por otra. Asumió la forma de siervo sin la mancha del pecado. Elevando las realidades humanas, no disminuyendo las divinas, ya que aquel despojamiento, por el cual el invisible se ofreció a sí mismo visible, fue un inclinarse de la misericordia, no una falta de poder. Permaneciendo antes del tiempo, comenzó a ser en el tiempo. Señor del universo tomó forma de siervo, ensombrecida la inmensidad de su majestad[2].
    Aun cuando en nuestro monasterio seamos un equipo teológico boutique, pequeño y con tendencia a la precariedad, cual el bufete de abogados Finley & Figg al suroeste de Chicago[3], cada uno va formulando su pequeña doctrina cual persona en comunión para la misión, dentro del Cuerpo  de Cristo nacido de María, hecho Eucaristía, de la que sale y vive la Iglesia[4]. Más espeluznante aún, como Dios permite el mal para obtener un bien, el mismo mal es un mensaje de advertencia a discernir[5]. Es el adolescente Rudi con sus monstruosos asesinatos que llega al matricidio, en la película húngara Dulce hijo de Kornél Mundruczó, con moderadas reminiscencias del Frankenstein de Mary Shelley. Este Rudi suscita la piedad de su papá que lo había abandonado desde que lo concibió. Los intestinos al descubierto literal de su hijo, muriendo después del accidente automovilístico, entre la nieve silenciosa del Tirol austríaco, claman por el entrañable perdón. Cuántos adolescentes en nuestra patria son tanto o más destructores que Rudi[6]
    Muero de forma extraña. No me mata la Vida. No me mata la Muerte. No me mata el Amor. Muero de un Pensamiento mudo como una herida. No sé si han sentido nunca ese extraño dolor. No sé si llevaron dentro una estrella dormida. Que los abrazaba enteros y no daba fulgor. Cumbre de los martirios. Desgarradora y árida la trágica simiente. Clavada en las entrañas como un diente  feroz. Tener entre las manos la Cabeza de Dios. Delmira Agustini, 1886-1914

    Memoria Communicationis. www.com, nunca tanta comunicación, nunca tanto aislamiento, embellece Antonio Lagares. La postmodernidad tiene una sombra de incomunicabilidad en su indiferentismo y tendencia al descarte. Pero la Futurología, cual rama en ciernes de la sociología, piensa que para predecir las interacciones sociales de los humanos en el futuro, basta con que nos imaginemos cuáles eran nuestras interacciones sociales hace 100.000 años y las multipliquemos por mil millones[7]. La fe al ser católica o katá hólos, según la Totalidad, es comunicativa y totalizante. Lo totalizante ético es estético, y la Belleza salva al mundo. Los Tres libros son teología narrativa y belleza poética, mientras que los Blogs lo son en profecía e imágenes, y los Twitters en sabiduría o escalones hacia el Misterio, para quitar la deformidad de lo que desune y unir en la preciosidad de la Paz que es Jesús. Quieren seguir encartando, blogueando y tuiteando, al Verbo que nos sigue hablando con nuestro lenguaje por diversos medios de comunicación. Me faltaría agregar más ciencias y deportes en relación con la fe. Hoy no podemos pensar en un medio, necesitamos equipos de multimedios para enviar imágenes globales a una civilización interconectada. Tenemos una Secretaría para la Comunicación en el Vaticano, con editoriales, TV, radio, Internet, música, audiovisuales, podcast, teatro, periodismo, películas y publicaciones simultáneas en más de una decena de idiomas.
    La teología de la comunicación, en un mundo secular, para la transmisión del Misterio de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada nos pide Permanecer o Estabilizar en la Palabra siendo oyentes y discípulos de Ella, escuchando lo que Dios nos dice, y en la lectura creyente de la realidad de este Mundo. Anunciar la alegría del Evangelio y no temer clamar, con valentía tacto y compasión, lo que es contra ese Evangelio de la Vida. Generar minorías creativas en Entrada Salida Escatología hacia las periferias[8].

    La evangelización, Obra de la Trinidad, y de la Iglesia enviada por Ella cual instrumento del anuncio de la fe en Jesucristo y la denuncia de lo que se opone a su Reino. Jamás estará concluida. Martin Buber opinaba que la Palabra de Dios es la más vilipendiada de las palabras humanas. Sin embargo, manchada y dilacerada puede ser levantada del piso en momentos históricos trascendentales. Como éste en que se desata una guerra contra el matrimonio y la familia, que la mujer y el varón fecundos sean la imagen de la Trinidad, y nazcan bebés con tres padres, para evitar enfermedades genéticas. Lo acabamos de hacer en México, donde no tenemos regulación y en EU todavía es ilegal. Dios guarde al bebé Abrahim Hassan, que inicia la serie como lo hizo la beba Louise Brown en 1978, y nos guíe en el laberinto de la bioética. El Paráclito vela con cariño por cada ser humano, el Crucificado con su Corazón Traspasado es el Indicador más realista de esa Ternura Total. Nace el día. Bajo un cielo despejado. La claridad en la que todo. Se muestra. Lo que hacia ella brota. Y lo que su misma luz marchita. Todo nacer pide desnudez. Como la pide el amor. Como la regala la muerte. Hugo Mujica

    Como hijos de Dios somos llamados a comunicar con todos, sin exclusión. En particular, es característico del lenguaje y de las acciones de la Iglesia transmitir misericordia, para tocar el corazón de las personas y sostenerlas en el camino hacia la vida en plenitud. La comunicación tiene el poder de crear puentes, de favorecer el encuentro y la inclusión, enriqueciendo a la sociedad. Es hermoso ver  personas que se afanan en elegir con cuidado las palabras y los gestos para superar las incomprensiones, curar la memoria herida y construir paz y armonía. El lenguaje puede edificar puentes entre las personas, las familias, los grupos sociales y los pueblos. Esto es posible en el mundo físico y digital. Por tanto, que las palabras y las acciones sean apropiadas para ayudarnos a salir de los círculos viciosos de condenas y venganzas, de revanchismos y oportunismos, que siguen enmarañando a individuos y naciones, y que llevan a expresarse con mensajes de odio. La palabra del cristiano se propone hacer crecer la comunión e, incluso cuando debe condenar con firmeza el mal, trata de no romper nunca la relación y la comunicación. Es deseable que el lenguaje de la política y de la diplomacia se deje inspirar por la misericordia, que nunca da nada por perdido. Es deber de cuantos tienen responsabilidades institucionales, políticas y de formar la opinión pública, estar atentos al modo de expresase cuando se refieren a quien piensa o actúa de forma distinta, o a quienes han cometido errores[9].

    Memoria Pulchritudinis Trinitatis. El 1 octubre 2016, Roger Waters, con sus 73 años, desbordó el Zócalo de Ciudad de México con 170.000 espectadores, o 200.000 según otros. Comenzó con Speak to me, Breathe y Set the controls for the heart of the sun. Dio mensajes contra la policía, la violencia, la degradación del medio ambiente. Todos en el mundo somos uno, You’ll never walk alone. Aun si tus sueños son pisoteados y golpeados. Continúa caminando, continúa caminando. Guardando esperanza en tu corazón. Y de esa forma, nunca caminarás solo. Nunca caminarás solo. Recordó a los 43 estudiantes de Ayotzinapa y los otros 28.000 desaparecidos desde el 2002. Apoyó al Estado Palestino con banderas. Se expidió contra Trump y pidió la renuncia de Peña Nieto leyéndole una carta en español. Las luces psicodélicas, cantidades de otros fascinantes efectos audiovisuales y una pantalla de 90 x 26 m ubicada cerca de la Catedral Primada que la hizo desaparecer, cual signo de la Iglesia sumergida por el secularismo. El éxtasis juvenil cundió, muchos en ayunas y sin beber desde las 8 a.m. aunque la muestra comenzó a las 8 p.m. y terminó a las 10 y media, por momentos bajo la lluvia.

    Contradeciríamos nuestra misión de reunir los fragmentos en el Todo si excluyéramos a Roger o estos eventos llenos de cierta belleza, si bien varias cosas hay que discernirlas. Nos muestra que nos queda un largo camino a recorrer hasta alcanzar estos niveles de comunicación de masas. La secularización, como diferente de la ideología secularista que reenvía la religión a lo privado, ha producido el desencanto del desencanto. Los hombres no podemos vivir sin creencias, mitos, enigmas, tradiciones culturales y símbolos de hermosura. El peligro está en sacralizar lo secular sin la Trinidad, en medio del vaciamiento de la Trascendencia que acompaña a la incredulidad. Cada vez más llena de animismo, brujería, agnosticismo e inmoralidad. Reconfiguremos la expresión y representación del Resucitado.

    No olvidemos la más fundamental Memoria Trinitatis[10], el anuncio de los ángeles de la Resurrección que nos primerea, hagan memoria de lo que Él les decía cuando aún estaba en Galilea. Lc 24, 6 y Mc 14, 28 La Unión Hipostática, Hén Prósopon una sola Hipóstasis, Mían Hypóstasin revolucionó los universos angélicos, humanos y cósmicos para siempre. La Totalidad se hizo e integró como Crística Pascual en la Sabiduría Trinitaria, con la orientación hacia el Corazón Eucarístico Universal. Una palingenesis del corazón humano en el Corazón de Jesús, donde escuchamos los latidos apacibles y transfigurados del Resucitado. Es el ángel Gabriel quien anuncia la Encarnación del Hijo de Dios. Son los ángeles quienes proclaman su resurrección, están en la Ascensión, y volverán con Él en la Parusía. No sólo Pablo nos pide hacer memoria del Resucitado, sin quien nuestra fe es vana. Μνημόνευε Ἰησοῦν Χριστὸν ἐγηγερμένον ἐκ νεκρῶν, 2 Tim 2, 8 El primero fue un ángel que nos tira de la oreja, para no olvidar y sostener el Memorial de fe en su Buena Noticia, μνήσθητε ὡς ἐλάλησεν ὑμῖν ἔτι ὢν ἐν τῇ Γαλιλαίᾳ. Olvidar la belleza con la que resplandecen los ángeles en la formación e información, es desintegrar el Todo. La Memoria Resurrectionis est Memoria Pulchritudinis, la Belleza es la Memoria del Resucitado. Los intelectuales eslavófilos, Teófano el Recluso, Florenskij[11], Spidlik,  distinguen entre rassudok o razón especulativa y razum o razón estética. La acción del Espíritu sobre nuestra psiquis se nota en el arrebato, salida de nosotros mismo, hacia la Absoluta Belleza de la Luz Resucitada en la Trinidad. La Biblia, en la Liturgia Eucarística, unida a la Arquitectura la Música sagrada y los Íconos lo logra. Es el umbral de tempiternidad entre este mundo viejo pasajero y la Nueva Jerusalén en epéktasis.
    Decretamos que la sagrada imagen de nuestro Señor Jesucristo sea dorada con honor igual al del libro de los santos Evangelios. Porque así como por el sentido de las sílabas que en él se ponen, todos conseguiremos la salvación. Así por la operación de los colores trabajados en la imagen, sabios e ignorantes, todos percibirán la utilidad de lo que está delante. Pues lo mismo que el lenguaje en las sílabas, eso mismo anuncia y recomienda la pintura en los colores[12]. Hay una necedad de la desunión con la Belleza, que conduce a la muerte. Y una Sabiduría, o Filosofía de Cristo, de la Unión Hipostática, que conduce al Esplendor de la Vida.

    Isaac y su familia, Jesús y la Familia de Nazaret. La Sonrisa de Dios. Basta vivir la historia de una familia durante unos 60 u 80 años para captar a todas las familias. Por eso la Biblia comienza por los orígenes y enseguida por la historia de la familia de Sara y Abraham, padre de los que tienen fe, y el primer hebreo por nacimiento llamado Isaac, el hijo de la Promesa y la Sonrisa de Dios, Gn 17, 17 y 21, 9 figura de Jesús. Gal 4, 21-31 Isaac recuerda que su hermano era Ismael, su padre era Abraham, su abuelo Téraj y su bisabuelo Najor. Su esposa Rebeca y sus hijos Esaú y  Jacob, su nieto José, y su bisnieto Efraín[13].
    La risa la sonrisa y el buen humor referidos a Dios son temas presentes en la Tradición judeocristiana y en la Sagrada Escritura. Dios sonríe cuando bromea con su creaturas. Sara dijo, Dios me ha sonreído. Los que se enteren se sonreirán de mí. Es que Dios piensa en hacerla madre cuando ya sus períodos fértiles han cesado, es vieja y su marido tiene 100 años.

    Sin quitar las garrafales dificultades, con la inspiración del Paráclito a los artífices de la evangelización, la transmisión de la fe es un acto fácil y gozoso por el amor. Si se lleva a cabo sobre el hilo de una sonrisa. La sonrisa de Dios y la de su creatura que se siente amada por Él[14]. La sonrisa y el buen humor, la eutrapelia[15] o teología de los juegos y las diversiones, evitando los vicios de la necia o grosera alegría y la austeridad agreste, debe estar también en orar leer trabajar[16]. El risus paschalis o chistes que celebran la Verdad en el júbilo del Espíritu para alabar, bendecir y glorificar al Padre. Lc 10, 21
    Quién pudiera dormirse como se duerme un niño. Sonreír entre sueños al sueño del dolor. Y soñar con amigos y soñar el cariño. Y hundirse poco a poco en un suelo mayor. Y cruzar por la vida como los sonámbulos. Los ojos muy abiertos sobre un mundo interior. Con los labios sellados, mudos en Eternidad. Atento sólo al ritmo del corazón. Y pasar por la vida sin dejar una huella. Ser el pobre arroyuelo que se evapora al sol. Y perderse una noche, como muere una estrella. Que ardió millones de años y que nadie la vio. Carlos Moncada          



[1] Carta del santo padre Juan Pablo II a los artistas. A los que con apasionada entrega, buscan nuevas  epifanías de la belleza,  para ofrecerlas al mundo a través de la creación artística. 4 de abril 1999, Pascua de Resurrección
[2] San León Magno, Carta al obispo Flaviano de Constantinopla, 13.VI.449. DH, 290-295
[3] John Grisham, Los litigantes, Plaza & Janés, CdMx, 2014, 494 p.
[4] Hans Urs Von Balthasar, Teresa de Lisieux. Historia de una misión, Herder, Barcelona, 1989, 371 p. Teresa del Niño Jesús se asemeja a un hombre que combate con todas su fuerzas contra algo de lo cual no vemos ni la figura exacta ni la peculiar agresividad. Sólo en los últimos años, cuando ella misma sabe que ha vencido, se revela la cara de su adversario, la mentira. La mentira en todas sus formas que puede adoptar en el cristianismo la forma de una madeja inextricable de enmascarada inautenticidad en aquella zona de transición entre santidad y beatería, arte y ñoñez, verdadera impotencia  y despreciable debilidad. Con su Caminito construye una auténtica teología del Infinito amor de Dios y la absoluta obediencia de la criatura. 
[5] Karl Von Vereiter, El reino de la Bestia, Multilibros, CdMx, 2016, 266 p. La crueldad de los nazis aún sigue siendo inimaginable para muchos. Sin embargo la contrapartida fue la de aquellos alemanes que no estaban de acuerdo con el nazismo.
[6] Alberto cardenal Suárez Inda, Palabra del obispo IV. Colaboraciones en el semanario Comunidad Cristiana, CEM, 2016, 367 p. Con gran dolor y tristeza estamos viviendo en México un clima de violencia y hechos de muerte. Por otro lado es preocupante que se reaccione ante hechos tan lamentables con manifestaciones de vandalismo que, en lugar de ayudar a superar la problemática, provocan mayor violencia y destrucción. Se palpa la emergencia educativa, la urgencia de llegar a los jóvenes, en especial en los ambientes populares, para darles el sentido positivo de la vida, el gusto de construir antes que destruir. Un gran reto es la formación de los futuros educadores, que han de ser ejemplo para niños, adolescentes y jóvenes.
[7] Michio Kaku, La física del futuro, Debolsillo, CdMx, 2014, 527 p.
[8] Vicente Vide, Comunicar la fe en la ciudad secular, Sal Terrae, Santander, 2013, 159 p. La fe no se tiene, como se tiene un carro una casa y ojalá muchos puedan decir al fin tengo un trabajo. Somos tenidos por la fe. La fe no se pierde, como se pierden las llaves, es más adecuado decir es una persona de fe o una persona sin fe. Una persona católica con fe viva es aquella que pone su proyecto y  su forma de vida en función de Jesucristo y cuyo centro vital es la Trinidad.
[9] Papa Francisco, Mensaje 2016 sobre Comunicación y Misericordia, un encuentro fecundo
[10] Twitters Totus Christus, 10,VII,2016. Cuando olvides tu egolatría, por la Memoria constante de la Trinidad, entrarás en la Mística Teología. En silencio secreto Dios te enseñará.
[11] Francisco José López Sáez, La Belleza, Memoria de la Resurrección, Monte Carmelo, Burgos, 2008, 809 p.
[12] Concilio IV de Constantinopla, VIII Ecuménico, año 872. DH, 654
[13] Orar Leer Trabajar, Orantes en comunión para la misión 202. Jesús resucitado, el único Libro en todos los libros, Sal 90
[14] Bruno Forte, La transmisión de la fe, Sal Terrae, Santander, 2015, 241 p.
[15] Summa Theologiae, II-II, 168
[16] Twitters Totus Christus, 30.VI.2016. Fue mi gran descubrimiento con la oración de Jesús. Dicha con triste seriedad no resulta. Sonriendo con alegría te pasa a la otra Dimensión.