lunes, 27 de enero de 2014

188. Ageing for Grandparents and Children. Envejeciendo junto al Resucitado, Ap 1, 9-20

  
    En medio de los candelabros vi a alguien semejante a un Hijo de Hombre. Su cabeza y sus cabellos tenían la blancura de la lana y de la nieve. Y me dijo. No tengas miedo. Yo Soy. El Primero y el Último. El Viviente. Estuve muerto. Pero ahora vivo para siempre. Tengo la llave de la Muerte y del Abismo. Escribe lo que has visto. Lo que sucede ahora. Y lo que sucederá en el futuro. Algunos opinaron que Jesús no podría tener empatía por los viejos ya que nunca lo fue. Sin embargo, el Verbo hecho Libro tiene Constelaciones de ancianos que lo presentan en sus diferentes Rostros. Pablo ya lo era cuando escribió a Filemón. Flm 9 Además la Revelación muestra a Jesús cual Hombre y Dios en el Anciano de los Días, ‘athik yomim de Daniel. Dan 7, 9 Aunque murió como adulto joven, alrededor de los 40, su única Persona del Verbo, sus sufrimientos y ejecución, y su conocimiento del Ayer Hoy Mañana, lo hicieron Viejo. Un Singular Anciano Resucitado que nos ayuda sobremanera en la vejez. La fase final de nuestra peregrinación. Cuando hoy se pone en duda el derecho de los que chocheamos, a ser asistidos por nuestros familiares.
    Dicen que Osho, 1931-1990 dio clases y conferencias durante 35 años a miles de personas venidas de muchas partes del mundo. Respondió unas diez mil preguntas, haciendo hincapié en lo siguiente. No respondo a preguntas, sino a ti. Respondo a las implicaciones de tus preguntas. Tal vez me hayas hecho la misma pregunta miles de veces. Mi respuesta ahora no será la misma. Todo cambia. Tú cambias. Yo también. Tu pregunta no es la misma. Ten en cuenta que hay una pregunta subyacente a todas tus preguntas. No sabes quién eres, estás en la oscuridad y no puedes amar porque eres  inconsciente de tu esplendor. Tu consciencia está en la verdad, la experiencia de lo divino, y la fragancia de la belleza. Mi respuesta ha sido siempre una. Formulada de diez mil maneras diferentes. Con la esperanza de que alguna vez, en el silencio, puedas entender esa única respuesta.
    Jesús es para los cristianos la Única Respuesta Total. Es Salida y Apertura cada vez Mayor. Quien lo abraza todo. Incluye todas las demás respuestas y ninguna otra excluye. Viene expresada de infinitas formas por la Iglesia y el Mundo a través de los milenios que desembocan en el Reino. El mayor problema consiste en integrarlo todo, en dotar a todo de sentido, en verlo todo como parte de una vida más grande y significativa. Hildegarda de Bingen
    Desgaste ante el desafío de seguir creciendo. Un cuadro aproximativo. Somos niños hasta los 12 años. Adolescentes hasta los 20. Jóvenes hasta los 30. Adultos hasta los 65. Ancianos hasta la muerte. No se muere de viejo. Aunque eso figure en certificados de defunción de algunos países que no lo han prohibido. Pero lo deletéreo de la vejez provoca el no poder luchar contra una enfermedad que puede deberse al envejecimiento.
    Parece que ese envejecimiento no está programado por los genes. Sin olvidar el efecto recorte de los telómeros, y la hipótesis del gen WRN que, al sufrir alteraciones, provoca el proceso gerontológico. Sino que el peso recae en el desgaste de nuestras miles de millones de células. Cual se desgastan las máquinas creadas a nuestra imagen y semejanza. Poco a poco se van produciendo daños celulares con incapacidad de reparación. Las únicas que no se desgastan, en el estadio actual de las ciencias, son los óvulos y los espermatozoides. Lo que no quita la pérdida progresiva de la libido, la disminución de la espermatogénesis y la meno y andropausia.  El daño se produce en especial en las proteínas y el ADN.
    La senescencia es un fenómeno universal. Los minerales, las plantas y los animales envejecen. En los humanos la fuerza de los procesos de averías se siente más entre los 75 y 85. Deterioro es el otro polo del crecimiento. Mientras crezcamos en algún área seguiremos jóvenes relativos. De allí el susto ante al estropicio neurocerebral. Desmemoria y lentitud en asociaciones y pensamientos. Demencia senil y Alzheimer. Parkinson. Letargia o hiperquinesis. Esclerosis y depresión. Embrollado bloqueo de la creatividad. Anodina frustración crónica. Sensación de estar a la deriva. En una sociedad que no entienden ni los entiende. Incapacidad de controlar a los políticos y gobernantes. Vértigo, desorientación, pánico.
    El decaimiento afecta la vida sobrenatural. La Gracia supone la naturaleza. Esto no significa que no pueda seguir creciendo por caminos insospechados. Sólo por Dios conocidos. No obstante la experiencia espiritual se resiente. Mientras los consejos filosóficos y teológicos son milenarios. La geriatría científica está por cumplir recién medio siglo. Su primera cátedra se creó en Glasgow, con Ferguson Anderson, en 1965.
    Hay un consenso probable. Es bueno para el envejecimiento continuar al máximo las actividades que son posibles de realizar. Y seguir comunicando Vida. La inactividad física, psíquica y espiritual, paraliza. La actividad tonifica, mejora, alegra. Hay que seguir con la Epéktasis Orar Leer Trabajar. Y Creer Discernir Evangelizar. Ejercicios, bicicleta, caminatas, aire puro, postura sana. Los organismos mueren cuando se han reproducido y sus crías son autónomas. Si seguimos con el entusiasmo evangélico de entregar Vida en abundancia a los demás, envejecemos mejor. El envejecimiento activo en solidaridad intergeneracional, consiste en la participación de los ancianos en los aspectos culturales, políticos, económicos, sociales y eclesiales. No sólo en los laborales. En los que se requiere una mano de obra que el geronte no puede dar.
    La ancianidad en el Proyecto de la Trinidad. La Presentación en el Templo de Jesús, nos coloca ante una cultura del Encuentro generacional. El Niño de cuarenta días, llevado por María y José, recibido por dos ancianos. Lc 2, 41-50 Simeón cercano a la muerte, y Ana de 84 años. A la luz de las Tres Personas, Padre Verbo Espíritu. El infanticidio y el geronticidio son atroces. Aunque se asesina a millones más de niños, que de ancianos. Cual los niños y la abuela en el film japonés La balada de Narayama, 楢山節考. El edaísmo discrimina más que el sexismo y el racismo. Sin niños no habrá quienes lleven adelante la historia. Sin ancianos no habrá quienes nos transmitan el conocimiento de la historia. Aparecida, 447-450
    La extrema fragilidad de los niños y los ancianos forma parte del Misterio de la Sabiduría de Dios en el Espíritu. No es sólo apoptosis celular, psicogeriatría o records a ganar. La mujer más longeva murió a los 122 años en 1997. El varón más longevo a los 115 años en 1998. Existe una revelación escondida en los hechos en que se produce nuestra entrada y salida de este Planeta. La fragilidad en crecimiento del niño. En dependencia de los demás para entrar en esta vida temporal. La fragilidad en desmoronamiento del anciano. En dependencia de los demás para entrar en la Vida Eterna. Sólo en mutua relación podemos completar la obra del Padre. Jn 4, 34 Unos siembran. Otros cosechan.
    Cada niño es Dios en el Pesebre. Cada anciano es Dios en su Pasión y Cruz. Ambos deben ser Presentados al Señor y ayudados en sus procesos de entrada y salida. Encender la Llama de la búsqueda de la Trinidad en los niños. Reencenderla en los viejos. Los dolores insanables, el aislamiento, la miseria, el decaimiento y el abandono, pueden irla apagando. Ancianos sin sorpresas ante sus consuelos y desolaciones. Son cuales ciertos árboles que viven entre 2.000 y 5.000 años. Ya lo saben todo, nada les interesa. Churchill, a los 80 años siendo Primer Ministro, dijo. No me importa morir. Ya he visto todo lo que había que ver.
    Pese a los loables avances, el cuadro mundial de atención a los ancianos es una pesadilla. Basta leer a Lewis Wolpert, Por ti no pasan los años. Aumenta la ausencia y huída de los familiares. Japón y Noruega reemplazan con robots la carencia de personal capacitado. Los modelos exitistas y privatistas, donde se idolatra el look juvenil, pueden contagiarnos y desorientarnos. Jesús nos llama a asistir con amabilidad y competencia a los más frágiles. Todo ser humano es siempre sagrado e inviolable desde su concepción hasta la muerte. Cualquiera sea el grado y fase de su desarrollo.
    La Presentación une las generaciones en solidaridad y cooperación interrelacional y de interdependencia. Nos sanamos y salvamos juntos. Aun hasta para ir al Cielo. Con realismo se nos muestra que, en el niño alienta el anciano y su cruz. Y en el anciano alienta el niño y su esperanza. Lo principal es que no nos perdamos en etéreas posibilidades globalizantes.
    Facebook acaba de anunciar que Princeton se quedará sin estudiantes en 2021. Futuras generaciones sólo verán sus escombros. La red social publicó el artículo debido a que Cannarella y Spechler de esa Universidad dijeron que para 2017, Facebook perdería el 80% de sus usuarios. Consideraron que sufre de una baja en su popularidad. Hicieron un análisis basado en un modelo matemático de Google Trends. Los analistas de datos de Facebook, Adamic, Taylor y Develin, aseguran que al utilizar esa misma metodología, Princeton está en peligro de desaparecer por completo. Están preocupados por la Universidad. Pero lo están más aún por el destino del planeta. De acuerdo con Google Trends, la palabra aire ha disminuido de manera alarmante. Las proyecciones muestran que para 2060 no habrá más aire. Expresan su agrado por Princeton y el aire. Pero recuerdan que algunos métodos de análisis in line llevan a conclusiones alocadas.
    Te respondo a ti. No al humor digital. Comprometámonos en una Cadena de Favores o Pay it forward.  Con el niño y el anciano que necesitan de mi proximidad. Cuidémonos de caer en el escándalo y la vergüenza de excluir. No atender o maltratar a los frágiles. Acogerlos con cariño. No sólo tolerarlos. Atenderlos cual Jesús. Lo que su Iglesia nos pide a gritos.
    Transfiguración en la debilidad. Es importante prepararse y enseñar a prepararse para la vejez. La sorpresa llega en cualquier momento. He convivido toda mi vida con ancianos. Me han enseñado mucho. Cuando tenía diez años, mi madre debió viajar para atender a uno de mis hermanos por una cirugía. Estaba realizando el servicio militar. Mi abuela materna, anciana encanecida, vino a quedarse a cargo de la casa. A mí me dejaron como su apoyo logístico. Mi desbordante energía para mantener todo listo la debe haber agobiado en algún momento. En una ocasión se detuvo en seco y me dijo en filoso italiano. Sé hacer las cosas pero ya estoy calmada y lenta. Tú sigue tu ritmo. Respeta el mío. No se me olvidó nunca.
    Intento evocar mi sueño reiterativo de casas en ruinas. Esas que perdieron su esplendor de tiempos idos. Con paredes caídas, techos agujereados y muebles destrozados. Son el fracaso y el desalojo. La vida que pasa. Y al mismo tiempo, un arquetipo bíblico de la vejez. Llegar a viejos con la Sabiduría agridulce de la Cruz y la Resurrección. Ese es el gran logro.
    El viejo sabio aprendió que  la locura moròn divina es más sabia que la sabiduría de los hombres. Y la debilidad asthenès de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres. 1 Cor 1, 18-25 La demencia y la astenia nos persiguen a los viejos. En el mismo instante en que dejamos de crecer comienza el desmoronamiento. El Resucitado es el Único Especialista en poner de pie lo que se cae. Por eso tratamos de ser sus instrumentos para colaborar en su labor de anástasis. Anunciamos al Crucificado instruyendo en toda Sabiduría, a fin de que alcancemos la madurez de Cristo, luchando con su Energía que actúa en nosotros. Col 1, 28-29
    El viejo sabio aprendió a llevar en su cuerpo la muerte de Jesús a fin de que su Vida se manifieste también en su cuerpo. 2 Cor 4, 10  Así puede conocer mejor a Cristo y el dinamismo de su resurrección y tener comunión con sus padecimientos. Configurándose con su muerte a fin de llegar a la resurrección de los muertos. Fil 3, 9-11  Nadie es más pobre que quien muere. Los viejos aprendemos de todos los pobres que están siempre con nosotros. Mc 14, 7
    El viejo sabio aprendió que cuando se comienza a disolver esta casa terrenal, simple skené  o tienda de campaña. Entonces es el mejor combustible o material que se necesita para tener otra casa o Ciudad eterna, no hecha por manos humanas, ajeiropoíeton sino  por Dios. 2 Cor 5, 1-5 Gemimos con angustia porque no quisiéramos ser desvestidos sino revestidos. Pero ya no luchamos contra el Plan de Dios. Adviene la Paz. El consuelo del ángel en Getsemaní. Rema, rema. Rema tu barca. Despacio, río abajo. Con alegría. La vida es sólo un sueño. Alice Munro, Las lunes de Júpiter. Sal 90, 5 Nuestros años son como un sueño.
    Siddhartha le dice a su amigo Govinda, cuando los dos ya son ancianos. Surcados por iridiscentes arrugas. La sabiduría no es comunicable. La sabiduría que un sabio intenta comunicar a otro suena a locura. El saber puede comunicarse. La sabiduría no. Es posible encontrarla, vivirla, dejarse llevar por ella. Pero comunicarla y enseñarla es imposible. Hermann Hesse, Siddhartha El Viejo Maestro, Lao Tzu, termina su Tao o Camino. El hombre que es bueno no habla mucho. El que sabe no es sabio. El que es sabio no sabe. El Tao del Cielo beneficia pero no perjudica jamás. El Tao del sabio actúa pero no es violento jamás. Y Michael Heseltine. En mi opinión, lo viejo es en primer lugar lo maduro, comprobado, asentado, que ha superado la prueba del tiempo. Percibo que la sociedad y los medios de comunicación no lo ven igual que yo
    No es cuestión de chilangos. Es para todos. Es hermoso envejecer. A thing of beauty is a joy for ever. Its lovliness increases, it will never. Pass into nothingness, but still will keep. A bower quiet for us, and a sleep. Full of sweet dreams, and health, and quiet breathing. John Keats, Endymion El Saber del Camino Estrecho del Anciano Niño Jesús, Mt 7, 14 que murió y ahora Vive para siempre, no es fácil. Envejecer e ir muriendo es una Pascua. Un Paso muy duro. Nos vamos corrompiendo, resucitaremos incorruptibles. Nos vamos debilitando, resucitaremos en la Fuerza de la Gloria. Nuestro cuerpo psíquico desaparece, resucitará un cuerpo pneumático. De psiquis vivientes pasaremos a ser espíritus vivificantes.  1 Cor 15, 42-45 La Iluminación de la Sabiduría nos llenará de Gozo. Como en la emocionante enternecedora, y pedagógica película coreana, Sang Woo y su abuela o The way home. El Camino no es en la Visión. Está en lo que no vemos. En la pura fe amante. Nos falta la Revelación Plena de la segunda venida del Resucitado. 2 Tes 2, 1-3 Mas la Escatología ya realizada pero todavía no, nos sana, libera y transfigura.
    Según el jubiloso jasidismo judío la trifulca puede reconciliarse con práctica sencillez. Tanto para el anciano como para quien lo cuida con cariño. Basta no confundir un corazón envejecido y cansado con un corazón entristecido. La tristeza es cólera amarga e inexpresada. Rencorosa y quejosa contra Dios. La razón es que Él no nos ha dado lo que queríamos. Hay que forzar el corazón a estar alegre en el Señor. Fil 4, 4 Los ancianos junto con los jóvenes y los niños, alaben el Nombre del Señor. Sal 148, 12-13 Entonces los ancianos se transfiguran en niños débiles y contentos. Lloran por salir corriendo al Encuentro de su Padre.  

martes, 14 de enero de 2014

187. El vínculo del Bautismo impele a todos los cristianos a Evangelizar: Rom 6, 3-4


    Quienes hemos sido bautizados en Cristo nos hemos sumergido en su muerte. Por medio del Bautismo fuimos consepultados con Él. Para que así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, así también nosotros caminemos en una vida nueva. El Bautismo no es un mero rito sin infusión del Amor, o sin derechos ni deberes. Es el Encuentro con el Calvario y el Jardín de Jesús. Él nos sella con el carácter y derrama la Gracia Divina configurándonos con la Trinidad.
    Sin discriminaciones odiosas, todos los seres humanos tenemos la misma dignidad, no es igual una persona bautizada que una no bautizada. Los ángeles y demonios captan esta diferencia que debería ser nítida en nuestro ser. Nadie se bautiza a sí mismo. Ni Jesús lo hizo. Nadie se sana ni salva solo. Nos sanamos y salvamos en la Iglesia Universal, en nuestra Diócesis y Parroquia. En nuestra familia y comunidad. Allí nos ayudamos a porfía a vivir y evangelizar la comunión con el Dios Trino y Uno. Ellos son el origen, el camino y la meta de los bautizados en manos entrelazadas, y abiertas a los demás muy diferentes de nosotros, por toda la Eternidad.
    Por el Bautismo somos sumergidos en aquella fuente inagotable de Vida que es la muerte y resurrección del Dios Hombre. El supremo acto de amor en la historia de la humanidad. Gracias a este amor, podemos vivir una vida nueva. No más a merced del mal, del diablo, del pecado y de la muerte. Sino en comunión con las Tres Personas de Dios, los hermanos y el universo.
    Es importante saber la fecha en la que fui Sumergido, y agradecerla con frecuencia. Sino el riesgo está en perder el Memorial de lo que Jesús realizó por mí, sin mérito alguno de mi parte. Terminamos considerándolo un evento del pasado sin incidencia en el presente y el futuro. Una Vocación sin Alianza ni Promesa.
    Debemos reencender nuestro Bautismo. Si logramos seguir a Jesús y perseverar en nuestra misión, con nuestras fragilidades, límites y pecados, es gracias al Bautismo, sacramento de la fe. Nos salva del pecado original y de todos los pecados, y nos transforma en nuevas criaturas, injertándonos en Dios. Divinizando nuestra humanidad. Hijos del Padre. Discípulos misioneros de Cristo. Templos del Espíritu. Portadores de una esperanza en la Nueva Jerusalén que jamás nos defraudará. Capaces de perdonar y de amar a quien nos ofende y nos hace mal. Reconocer en nuestros prójimos, y en los pobres y sufrientes, el Rostro de Jesús que nos visita. Ungidos para participar en el sacerdocio de la Eterna Alianza. Liberándonos de volvernos untuosos, apegados y engrasados, con los ídolos de mamona, de narciso y del eros del poder que humilla.
    El Bautismo, junto a la Confirmación que lo fortalece y la Eucaristía que lo alimenta hasta transfigurarnos en Cristo, es el sacramento de la vida monástica. Radicaliza la Tumba de Jesús.  El Calvario y el Jardín. Enterrado en la clausura con Jesús voy palpando la increíble Energía de su resurrección. Contra toda acedia egoísta. Pues no es el exceso de actividades. Sino las actividades mal vividas, sin motivaciones divinas, sin una espiritualidad que impregne la acción y la haga gozosa. Eso es lo que cansa, estresa y enferma. Con una tristeza dulzona y desesperanzada. El más preciado de los elixires del demonio. Diario de un cura de campaña Es un deber de los bautizados el Evangelizar, con opción preferencial por los descartados y más necesitados de nuestro cariño. Nunca nos deberíamos dejar robar la alegría de regalar el Evangelio del Resucitado al Mundo. E.G., 83 Allí radica nuestra dignidad.
    Por eso no hay actualización de nuestro Bautismo sin una apasionada reactivación de nuestra misión evangelizadora. El gozo del Evangelio es ese que nada ni nadie nos podrá quitar. Jn 16, 22 Los males de nuestro mundo, y los de la Iglesia, no deben ser excusas para reducir nuestro fervor espiritual y nuestra entrega a la misión. Dos caras de la misma medalla. Son desafíos para crecer. La mirada creyente es capaz de reconocer la luz que el Espíritu derrama en la oscuridad. Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia. Rom 5, 20 Nuestra fe es desafiada a vislumbrar el vino que saldrá del agua. A multiplicar el trigo que crecerá entre la cizaña.    
    Una de las tentaciones más serias que ahogan la audacia evangelizadora es la conciencia de derrota. Ésta nos convierte en pesimistas quejosos y desencantados con caras amargadas de vinagre. Nadie puede emprender una lucha si de antemano no confía en el triunfo evangélico. El que comienza sin confiar pierde de antemano la mitad de la batalla. Entierra sus talentos. Aun con la dolorosa conciencia de las propias fragilidades, hay que seguir adelante sin declararse vencidos. Te basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad. 2 Co 12, 9 El triunfo para los seguidores de Jesús será siempre una cruz. Cruz que al mismo tiempo es bandera de victoria. Se lleva con ternura de lucha ante los embates del mal. El mal espíritu de la derrota tiene un hermano. Es la tentación de separar antes de tiempo el trigo de la cizaña.
    Es cierto que en algunos lugares se produjo una desertificación espiritual y misionera. Fruto de sociedades que van olvidándose de Dios o relativizan sus raíces cristianas. Allí la cultura cristiana se está haciendo estéril. Se agota como una tierra sobreexplotada, convertida en arena que nos sofoca y asfixia. Pero es a partir de la experiencia de este desierto o vacío, como podemos descubrir de nuevo la bienaventuranza de la fe. En el desierto se vuelve a rever el valor de lo que es esencial para vivir. Hoy son muchos los signos de esa sed de Dios. Del sentido último de la vida. A menudo signos manifestados de forma implícita o negativa.
    En el desierto somos llamados a ser cántaros que dan de beber a los demás. Podría ser que el cántaro se convierta en una pesada cruz. Fue en la cruz donde, traspasado, Jesús se nos entregó como fuente de Agua Viva. Basta abrir los ojos para ver la fuerza impetuosa de las redes sociales. Transformémoslas en instrumentos de comunión. Y el desierto será un Jardín sin conflictos destructivos.
    No se podrá ya decir en el siglo XIII. Pero en el siglo XII, el éxito más espectacular de la vida consagrada fueron los cistercienses. En parte se debió a que los tres fundadores Roberto, Alberico y Esteban, hicieron prevalecer la unanimidad. Que no es uniformidad sino comunión, sobre el conflicto que aniquila la convivencia. Tuvieron que enfrentar muchos, tanto dentro como fuera. Dos historiadores contemporáneos de ellos tienen opiniones diversas. Guillermo de Malmesbury dice, se piensa que Císter es el mejor camino hacia las Altas Cumbres. RB, 73 Concierne a la gloria de Inglaterra que le ha dado a Esteban cual fundador y pilar. Orderico Vital, la renovación introducida por Císter es un cambio en las antiguas costumbres monásticas.
    Se le pueden agregar decenas. La reforma gregoriana. El cambio de época. Las polémicas entre cluniacenses y cistercienses. La importancia de los pobres en el monasterio. La vuelta a las fuentes en el desierto. La salida y escisión de los benedictinos. La búsqueda de la propia identidad y consolidación. La transformación creativa que realiza san Bernardo. El genio femenino con Isabel de Vergy en Tart. Los cientos de Comunidades con miles de monjas y monjes, santos y pecadores como nosotros. Todo creaba conflictos. Blogs, 4-8-9-21-37
    Y el Monacato Ayer Hoy Mañana seguirá enfrentando otros. La vida, al ser choque de libertades, es conflicto que no puede ser ignorado o disimulado. Debe ser  pensado, con inteligencia intrapersonal e interpersonal, diagnosticado, y resuelto en alternativas y perspectivas. Atrapados en él, la comunidad se fragmenta. Detenidos en él, perdemos el sentido de la Unidad en la Totalidad. Ante el conflicto, algunos siguen adelante como si nada pasara. Se lavan las manos para poder continuar en su aislamiento. Olvidan el compromiso social propio del cristianismo. Otros entran de tal manera en el conflicto que quedan prisioneros de él. Proyectan en las instituciones sus propias Sombras. La Koinonía se hace imposible. La forma más adecuada de situarse ante el conflicto, es aceptar sufrirlo, resolverlo y transformarlo. En un nuevo eslabón de una cadena de fe en proceso de Epéktasis evangelizadora
    Así se hace posible desarrollar la solidaridad entre seres distintos. La comunión es el modo acertado de hacer historia. Un ámbito donde los conflictos, las tensiones y los opuestos alcanzan una unidad pluriforme que engendra nueva vida. No se trata de sincretismos. Tampoco de la absorción de uno en el otro. Sino de la resolución en un plano superior que conserva en sí las virtudes de las polaridades en pugna. Edward De Bono nos mostró el pensamiento lateral creativo, distinto del lógico desarrollador. La Persona de Jesús nos recuerda este criterio de los fundadores. Cristo ha unificado todo en sí. Dios y hombre. Eternidad y tiempo. Ángeles y cosmos. Carne y espíritu. Persona y comunidad. Él es la Paz de cada monje y del cenobio.
    La evangelización necesita con urgencia del testimonio de comunidades  fraternas y reconciliadas donde los conflictos se resuelven y crece la comunión. Esa Luz atrae al mundo. Por ello duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades de consagrados, consentimos diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, envidias, atropellos hirientes, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que se parecen a cazas de brujas. No se evangeliza con comportamientos implacables. Menos a portazos y bastonazos.
    Es necesario también aplacar la lucha competitiva entre varones y mujeres. Debemos ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. El genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida en común. Se ha de garantizar la presencia de las mujeres en los diversos lugares donde se toman decisiones importantes. Tanto en la Iglesia como en la sociedad. El cristianismo tiene la firme convicción de que el varón y la mujer tienen la misma dignidad. El sacerdocio reservado a los varones, como signo de Cristo Esposo que se entrega en la Eucaristía, es una cuestión que no se pone en discusión. Pero puede volverse conflictiva si se identifica demasiado la potestad sacramental con el poder. Cuando hablamos de potestad sacerdotal nos encontramos en el ámbito de la función, no de la dignidad ni de la santidad. El sacerdocio ministerial es uno de los medios que Jesús utiliza para que su Pueblo Santo sea querido y acompañado con la ternura del Pastor. Pero la gran dignidad viene del Bautismo, accesible a todos. 
    La configuración del sacerdote con Cristo Cabeza, como fuente capital de la gracia, no implica una exaltación que lo coloque por encima del resto. En la Iglesia las funciones y servicios no dan lugar a la superioridad de los unos sobre los otros. Una mujer, María, es más importante que toda la jerarquía. Aun cuando la función del sacerdocio ministerial es jerárquica, hay que tener presente que está ordenada a la santidad de los miembros de la Iglesia. Su clave y su eje no son el poder entendido como dominio, libido dominandi San Bernardo, Cons III, 1, 2 sino la potestad de celebrar y administrar la Eucaristía. De aquí deriva su autoridad. Un humilde servicio al Pueblo de Dios.
    El mal espíritu es mentiroso, asesino y ladrón. Todos los cristianos por el Bautismo estamos unidos por el vínculo sacramental de la unidad. No deberíamos dejarnos robar jamás la fuerza y comunión que nos da el Bautismo. Ser Profetas, Sacerdotes y Servidores para evangelizar, sin imposiciones ni conflictos, el Amor Supremo del Resucitado a toda su creación.

martes, 7 de enero de 2014

186. Desear a Jesús con más intensidad en los cambios anímicos: Sal 42


    Como el ciervo sediento busca las corrientes de agua. Así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente. Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios. Las lágrimas son mi único pan de día y de noche. Mientras me preguntan sin cesar. Dónde está tu Dios. Mi alma está triste y deprimida. Un abismo llama a otro abismo. Con el estruendo de tus cataratas. Tus torrentes y tus olas pasaron sobre mí. Espero en Dios y volveré a darle gracias. A Él, que mi Salvador y mi Dios. Un levita desterrado en el monte Hermón, muy lejos del Templo de Jerusalén donde experimenta a Dios, siente lo que son las contracorrientes de nuestros estados espirituales, psíquicos, somáticos, sociales e históricos.
    Las coincidencias de los opuestos de Nicolás de Cusa. 1400-1464 La estructura última del simbolismo religioso. H. Catalá, La expresión de lo divino en las religiones no cristianas La feroz ley de la enantiodromia, contracorrientes psíquicas diferentes de la líbido y de la voluntad de poder. De esa ley sólo escapa quien sabe desprenderse de lo inconciente. No reprimiéndolo sino afrontándolo con resolución e integrándolo. Como algo distinto del Sí mismo. El paciente ha de saber distinguir entre lo que es su yo verdadero y el no yo o psique colectiva. Carl G. Jung, Lo inconciente Los revoltijos de nuestras hormonas y neuronas. Pulsiones sexuales, digestivas y cardíacas. Participación en el Misterio Pascual de Jesús. Entre muerte y Vida.
    El yo, cual conciencia de la persona, funciona en constante cambio de alternancias. Es un complejo de las energías más diversas a las que da una cierta coherencia y continuidad. Las energías negativas y positivas se intercambian. La heroicidad se hace mediocridad. En un instante puede pasar de la euforia a la depresión. Del consuelo a la desolación. Del gozo a la tristeza. De la creatividad a la paralización. Del buen humor al mal humor insoportable. Y viceversa. Las sombras nos hacen sentir incómodos con nosotros mismos. Tienden a romper los cánones de adaptabilidad y supervivencia. Pulsan por expresarse. La lujuria y la ira son paradigmáticas. Pero una simple imposibilidad de eructar. Un leve bajón de glucosa. O un asomo de lumbago. Pueden alterarnos hasta especies de agonías. Lo contrario aliviarnos.
    Ni la búsqueda de Jesús, y la evangelización, se salvan de estos altibajos. De ahí la importancia del si revera Deum quaerit, si de verdad busca a Dios, primer criterio de vocación monástica en san Benito. 58, 7 Y comprometerse con alcanzar las altas cumbres, perfice, pues llegaremos, pervenies. 73, 9 Una plasmación de la epéktasis revelada por Pablo. Cristo me alcanzó. Pero yo no pretendo haberlo alcanzado a Él. Olvidando el camino recorrido me lanzo hacia la meta en Cristo Jesús. Fil 3, 10-14 Estamos en las fuentes de la mística cisterciense y de nuestra lucha cotidiana. Buscar sin cesar a la Trinidad para encontrarla. Y habiéndola encontrado, revestidos de su fuerza, lanzarnos otra vez a buscarla, por toda la Eternidad. Todo alcance está tarado por mi finitud. Una vez logrado, gozado o no de acuerdo al estadio de mis ganglios  linfáticos, siento su cortedad y lo liquido. Tengo que lanzarme hacia otra epifanía. 
    Entre los 34 y 45 años no cesé de leer el Memorial de Pierre Favre, 1506-1546 un vendaval de deseos. Se debió a que el padre Fiorito me hizo encontrar con ese libro. Y a una moción de Jesús resucitado que tuve, el 2 de agosto de 1968 ante la Eucaristía expuesta en el Sacré Coeur de Montmartre, París. Allí, el 15 de agosto de 1534, mientras Pierre recién ordenado celebraba la Misa, el primer sacerdote de la Compañía, Iñaki y sus seis compañeros hicieron sus votos de pobreza, castidad y obediencia. Cada día me voy haciendo más inútil. Lejos estoy de militar mejor en mi milicia, y correr mejor en mi carrera. Con esto no dejo de predicar en sus tiempos y lugares y oír confesiones. Doy también los Ejercicios a los que piden y son muchos.
     No hay creatura alguna que me llene. Ni razas de cocker o lulú. El fluir de la vida nos apareja otros opuestos movimientos de escalofrío. El paraíso se pierde cuando uno menos se lo espera. Las personas se hacen mayores a su ritmo. Toman rumbos distintos. Con el paso del tiempo surgen pequeñas diferencias. Grietas apenas perceptibles. Y esas grietas y diferencias dejan de ser pequeñas. Se vuelven insalvables. H. Murakami, Los años de peregrinación del chico sin color No hay logros ni triunfos definitivos. Ni estados místicos que puedan saciarme. Ni misiones concluidas. Hay que volver a empezar. La Meta nunca se alcanza. Vengan a tomar agua todos los sedientos. Sus pensamientos no son los míos. Ni los caminos de ustedes son los míos. Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos, a los caminos y los pensamientos de ustedes. Is 55, 1-9
    Busquen siempre su Rostro. Sal 105, 4 Cada epifanía es la manifestación de Jesús en cada uno de nosotros. Tienen que producirse infinitas epifanías en mí. Hay zonas oscuras de mi ser donde la Luz del mundo no se ha manifestado. Tal el contagio de la mundanidad, que se esconde detrás de apariencias de espiritualidad. Incluso de amor a la Iglesia. Consiste en buscar, en lugar de la Epifanía del  Dios Absoluto, la manifestación de mi persona creada y pasajera. Es lo que Jesús reprocha a los fariseos. Cómo es posible que ustedes tengan fe. Ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que sólo viene de Dios. Es un modo sutil de buscar nuestros propios intereses y no los de Jesucristo. Jn 5, 44. Fil 2, 21 Aun cuando sea una zona de claridad, repetimos, su finitud no termina de saciarme. Mi deseo del Verbo mira al Infinito. No me conformaré, ni yo ni los demás, con menos.
    La espiritualidad y misión dependen de lo que hago con el fuego de mis deseos. Tanto en el manejo de mis sufrimientos, como de mis alegrías. Sin deseos, propósitos y elecciones nos volvemos estériles en nuestra vida espiritual y en nuestra misión. Ambas son dos caras de la misma moneda. Iñaki enfatiza el aprender a elegir siempre a Dios y luego los medios para ir a Él. No como quienes, por sus apegos desordenados, hacen del fin medio y del medio fin. Cual los que eligen primero casarse, u otra vocación, lo que es un medio. Y luego servir a Dios en el casamiento. Lo primero es servir a Dios, que es el fin, y lo segundo es casarme, si más me conviene, que es el medio. Mi deseo del Resucitado pone todo lo relativo a mi vocación en su sitio correcto. El apego a una vocación donde yo encontraría a Dios, hace insuperables las dificultades. Ejercicios, 169
    El empuje divino de una comunidad no está en su organización, aunque ésta no puede ser descuidada. Está en las profundas corrientes del Espíritu. Él nos muestra los Proyectos del Padre. Y nos dilata en salida hacia los Pléromas de Jesús. Es necesario divinizar nuestro corazón. Trasplantarse el Corazón de Jesús, cual santa Lutgarda. 1182-1246 De otro modo formamos discípulos misioneros deformes. Luego estos informes deforman a enteras comunidades eclesiales. Hasta con baratas terapias psicológicas de pensamiento positivo. O bienestar humano autocentrado. En vez de dar verdadero acompañamiento espiritual. Buscar la Epifanía de la Trinidad que nos diviniza por su Pasión y Resurrección.
    Es un gran bien buscar a Dios. No conozco otro semejante para el alma. Es el primer regalo que se recibe. El último a conseguir en plenitud. Ni cuando lo encontramos dejamos de buscarlo. No se lo busca con los pasos de nuestros pies. Sino que lo buscamos con nuestros deseos. Y el feliz encuentro no extingue el santo deseo. Al contrario lo prolonga, poniendo más aceite en la llama.Desbordará la alegría. Pero el deseo y la búsqueda no tendrán fin. San Bernardo, SCant, 84, 1 Queremos ser cristianos. Esto significa, tener los mismos sentimientos de Cristo. Pensar como Él. Amar como Él. Llevar la Cruz como Él. Gustar como Él. Mirar como Él. Transfigurarnos como Él. Actualizar hoy aquello que Él ha hecho. Con los mismos anhelos de su Corazón que por amor se vació. Quien sigue a Jesús, debe estar dispuesto a vaciarse de sí mismo. Ser tan pobres como el vacío y la nada. Igual que la Virgen Vacía. Ser hombres que no viven centrados o llenos de sí mismos. Porque nuestra Epifanía, Centro Plenitud y Constante, está en mostrar al Resucitado. Para que los que me ven, olviden que yo existo, y no piensen sino en Él. Cardenal Newman