martes, 13 de marzo de 2012

79. Tercer aspecto de la Nueva Era, ofrecimientos que pueden seducirnos: 2 Jn 7-11



     Porque han invadido el mundo muchos seductores que no confiesan a Jesucristo manifestado en la carne y no permanecen en la enseñanza unidos al Padre y el Hijo. No estamos aquí para condenar a alguien, sino dirigir nuestro índice a nuestro propio corazón y liberarnos de las inficiones que la muerte, el error y el pecado mundano pueden ocasionarnos. La vida espiritual verdadera en el Principio Resurrección, Col 1, 15-20 consiste en abrazarnos con fe, esperanza y amor, a las Tres Personas Increadas de la Trinidad, y desde Ellas ordenar y asumir también nuestras energías creadas o naturales. La New Age utiliza una terminología seductora, y hasta en ciertos puntos correcta. Pero se aleja de lo Único Necesario, el contacto con la Vida, Muerte y Resurrección de Cristo Redentor, Salvador y Liberador. El problema de la finitud de nuestras palabras nos exige constantes aclaraciones y matizaciones, en el espacio y en el tiempo.  
    Encantamiento, uno de los elementos más comunes de la Nueva Era es la fascinación por las manifestaciones extraordinarias y en particular por las paranormales. Las personas reconocidas como médiums aseguran que son poseídas, durante el channeling por otra entidad durante su trance, en el cual el médium puede perder el control de su cuerpo y de sus facultades. Es una forma de espiritismo, y no una espiritualidad. Otros amigos y consejeros del mundo del espíritu son los ángeles, y otros guías, entidades, energías y seres del universo. Están allí para que los escojas y elijas según tus propios mecanismos de atracción y repulsión. Estos seres a veces son invocados de manera no cristiana, como una ayuda para la relajación, o con vistas a mejorar la toma de decisiones para controlar la propia vida individual y profesional. Otra experiencia de la Nueva Era, que aseguran poseer algunos que se autodefinen como místicos, consiste en la fusión con algunos espíritus que enseñan a través de personas concretas. Algunos espíritus de la naturaleza son descritos como energías potentes que existen en el mundo natural y también en los niveles interiores, a los que se accede mediante el uso de rituales, drogas y otras técnicas para alcanzar estados de conciencia alterados. Es claro que al menos en teoría, la New Age a menudo no reconoce ninguna autoridad espiritual más allá de la propia experiencia personal e interior.
    Buenas vibraciones, fenómenos tan diversos como el Jardín de Findhorn y el Feng Shui representan una diversidad de estilos que ilustran la importancia de estar en sintonía con la naturaleza y el cosmos. En la Nueva Era no existe distinción entre el bien y el mal. Las acciones humanas son fruto de la iluminación o de la ignorancia. De aquí que no podamos condenar a nadie, y que nadie tenga necesidad de perdón, ni hay purgatorio ni infierno. Creer en la existencia del mal sólo crea negatividad y temor. La respuesta a la negatividad es el amor, no del tipo que tiene que traducirse en acciones buenas; sino de actitudes de la mente. El amor es energía creada, una vibración de alta frecuencia; el secreto de la felicidad y de la salud consiste en sintonizar con la gran cadena del ser, de encontrar el propio puesto en ella. Cada uno pueda modular la tonalidad de su vida y estar en armonía absoluta con los demás y con cuanto lo rodea, si bien el trasfondo teórico y la práctica varían de uno a otro. Sin embargo a los cristianos no nos basta que nos ame una virtud, fuerza o dinamismo, sino que necesitamos entrar en comunión con las Tres Personas, apapachando a las personas. Ningún enamorado estaría satisfecho con la energía de su esposa, ella en persona trasciende toda energía. Y en un mundo donde a veces se relaciona el nombre de Dios con la venganza o incluso con la obligación del odio y la violencia hay que gritar Dios es Amor y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y tenemos fe en él. 1 Jn 4, 16 Esa es la opción fundamental de la espiritualidad cristiana. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética, una gran idea o el descubrimiento de una energía tecnocientífica, sino por el encuentro con una Persona, que se llama Jesucristo y está Viva, Dios hecho carne que se me entrega y a la cual me entrego. Benedicto XVI, Deus caritas est, 1
    Salud o vida dorada, la medicina formal alopática, tiende en la actualidad a limitarse a curar dolencias aisladas y concretas, y no logra una visión de conjunto de la salud de la persona. Esto ha provocado una comprensible insatisfacción. La popularidad de las terapias alternativas ha aumentado porque aseguran abarcar a la persona en su totalidad y se dedican a sanar más que a curar. La sanidad holística se centra en el papel que desempeña la mente en la curación física. Se dice que la conexión entre los aspectos psicológicos y somáticos de la persona se encuentra en el sistema inmunológico o en el sistema chakra hindú. Desde la perspectiva de la Nueva Era, la enfermedad y el sufrimiento proceden de una actuación contra la naturaleza. Cuando se está en sintonía con la naturaleza, cabe esperar una vida más saludable e incluso la prosperidad económica. No tenemos por qué morir. El desarrollo de nuestro potencial humano nos pondrá en contacto con nuestra divinidad interior y con aquellas partes de nuestro yo alienadas o suprimidas. Esto se revela sobre todo en los estados de conciencia alterados, inducido por diversas técnicas de expansión de la mente en el contexto de la psicología transpersonal. Se suele considerar al chamán como el especialista que es capaz de mediar entre los reinos transpersonales de los dioses y los espíritus y el mundo de los seres humanos. La fuente de la sanación está dentro de nosotros, la alcanzamos cuando estamos en contacto con nuestra energía interior o con la energía cósmica. La reencarnación es parte de la salud integral, proceso progresivo de aprendizaje y realización individual, un contínuum de conciencia que se va superando al infinito en la inmanencia de mis energías creadas y no en el Resucitado que viene sin cesar en mi ayuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario