domingo, 8 de enero de 2012

61. Elredo, la Biblia y la cultura: Lc 24, 44-49


    Jesús dijo, les enviaré la Promesa del Padre. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con el Dinamismo que viene de lo Alto. La ciudad es Jerusalén con 2600 años de antigüedad ya en ese momento y como toda ciudad, obra de los hombres. Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo para no dispersarnos. Y Yahveh bajó a ver la ciudad que los hombres estaban construyendo. Gen 11, 1-9 Y como toda obra de los seres humanos, destinada a ser conservada y transfigurada en Ciudad Santa y Celestial por Pentecostés y la Consumación universal. Hech 2 y Ap 21
    San Elredo, 1110-1167 es querido por los cistercienses y anglicanos, tal vez por su fragilidad que él transfigura con el Evangelio del amor humano y divino, espero que el Tercero entre tú y yo sea Cristo; y con el Sol Trinitario que todo lo purifica, ilumina y pone en relación. La memoria es capaz de la Eternidad, la ciencia de la sabiduría, y el amor de la dulzura. Así fue creado el hombre a imagen de la Trinidad. A Dios lo tenía en su memoria, sin peligro alguno de olvido, lo conocía por la ciencia sin miedo de error, y en apretado abrazo lo poseía por el amor, sin otra concupiscencia de cosa alguna. En consecuencia se sentía feliz, era bienaventurado. Suene pues Jesús, tu voz en mis oídos, para que mi corazón aprenda a amarte, para que te ame mi mente, y te amen también las vísceras de mi ser. A ti, mi única y sola alegría.
    Celta, nació en Hexham de Escocia, donde su padre era sacerdote, y tuvo dos hermanos y una hermana que llevó un tipo carismático de monacato caracterizado por la Reclusión. Estudió en la Escuela de la abadía benedictina de Durham hasta los 15 años, cuando pasó a formar parte de la corte anglonormanda del rey David I, donde se hablaba tanto en francés como en inglés. A los 24 entró en Rieval, fundado dos años antes por Bernardo de Claraval, y 13 años después fue elegido abad. Delicado de salud, pasó los últimos 10 años dispensado del coro por su artritis deformante y aguda. Delgado y apergaminado era todo labios, recluido en una casita donde redactaba sus libros y recibía a diario entre 20 a 30 de sus 700 monjes. Tú sabes Jesús cuánto los quiero, cómo les he entregado mi corazón y que mi ternura les pertenece. Que por obra de tu Espíritu tengan paz dentro de sí, entre ellos y conmigo. Murió a los 57 años el 12/I/1167, en una gélida noche del invierno nórdico, mientras uno de los hermanos le leía la Pasión de Jesús.
    La particularidad de Elredo está en ser un enamorado de la Biblia y de las Humanidades. Apenas entrado en el monasterio me apliqué con rapidez a la lectura de las Escrituras, que mi ojo legañoso acostumbrado a las tinieblas, no captaba ni en su superficie. Pero la Biblia se endulzó y aquel poco de ciencia que el mundo me había dado perdió su valor al compararlo con ella. Recordé lo que había leído en Cicerón  sobre la amistad, y me admiré de que ya no tuviera el mismo sabor de entonces. Nada podía arrebatar mi afecto si no llevaba en sí la miel del dulce nombre de Jesús. Sin embargo volvía a lo leído en el mundo para ver si podía confirmarlo con la Biblia. También leí mucho a los Santos Padres, y entonces me decidí a escribir. Pasaba con los medievales, los paganos eran el entusiasmo de unos, el escándalo de otros, y la ocupación de todos. Hoy sucede algo similar, entre monjas y monjes, con Internet.
    De sus 20 obras, tres están perdidas, Chronicon ab Adam ad Henricum, Fasciculus frontium y las Epistolae. De las 17 restantes dos están dedicadas a la Escritura, De Oneribus o Las Cargas, Is, 13-16 oráculos sobre los pueblos extranjeros, que él considera la más importante de su periplo literario, y con los cuatro sentidos transforma en el peso o cargas insoportables que son las observancias para el monje sin el zelo bueno de san Benito. Y Cuando Jesús tenía doce años. Una a la psicología, De anima. Una a los Sermones Litúrgicos. Tres a la espiritualidad, Espejo de Caridad, Amistad espiritual y Vida de la Reclusa a su hermana. Una sobre la Oración pastoral o clave de la vida cenobítica como relación espiritual de los monjes con el abad que representa a Cristo. Y nueve a cuestiones culturales, La genealogía de los reyes de Inglaterra, Historia de los santos de HexhamDe fundatione monasteriorum Sanctae Mariae Eboracensis et de Fontibus, Vida de san Ninian, Historia de la batalla del EstandarteDe sanctis ecclesiae HaugustaldensisHistoria de los escritores ingleses, Las santas monjas de Watton y Vida del rey Eduardo el Confesor dedicada a Enrique II. 1133-1189
    Este último, implicado en el asesinato de su amigo y arzobispo de Canterbury Thomas Becket en 1170, se casó con Leonor de Aquitania, cuyo anterior matrimonio con Luis VII de Francia había sido anulado por el Papa. Leonor, que participó de la II Cruzada, era una diplomática liberal, madre de Ricardo Corazón de León coronado en 1188 en Wenstminster por el obispo cisterciense Balduino de Forde segundo sucesor de Becket, conectada con los Templarios, mecenas de trovadores, a quien Enrique al final hizo encarcelar por sus conspiraciones y terminó sus días en la Abadía mixta de Fontevrault, regida por una abadesa en Anjou, y fundada por Roberto de Arbrissel.
    El universo humanístico en Elredo está construido por todo lo verdadero, bello y bueno que crea el hombre, con sus sombras y claridades, para su desarrollo. Es un bagaje de memoria, sabiduría y amor que heredamos de generaciones pasadas, y también un conjunto de invenciones de los que nos rodean. Está en los más variados campos de la actividad humana, filosofía, literatura, arte, danza, pintura, política, ciencias, música, arquitectura, artesanías e historia. Para él, lo verdadero, bello y bueno tienen su Fuente en el Espíritu bíblico, prolongado en un Camino de realizaciones humanas que regresan a su Meta, el Alfa y Omega de Jesús. Aunque con las vacilaciones de su época de transición, cual un Alcuino reprochando a un monje que ama demasiado a Virgilio con versos de la Eneida, o un san Bernardo reprimiendo la vana ciencia con la autoridad de Persio, Jean Leclercq, L'amour des lettres et le désir de Dieu trata de distinguir, pero no separar razón de fe, natural de sobrenatural, creación de elevación, humanización de divinización. Toda realización humana es una chispa del Padre Creador, lo sepa o no su autor, sea creyente, agnóstico o ateo. Los filósofos, científicos y juristas, la historia y las universales humanidades forman parte de los Lugares teológicos. 
    La filosofía y la ciencia seguirán siendo distintas entre sí y con la teología, cada una con su propia entidad, pero ambas serán excelentes colaboradoras de la teología. La diferencia y la armonía entre fe y razón es algo posible. No hay pues un abismo entre fe y razón, sino un puente difícil y audaz de transitar entre el Dios de la fe y el Dios de los filósofos y los científicos. El Logos divino puede contar con el logos humano, ambos miran  hacia la Verdad. Necesitamos de una nueva síntesis entre razón secular y fe cristiana que abraza a todos los seres humanos.
    En el debate de 2004 en Munich, entre el teólogo Ratzinger y el filósofo marxista Habermas, ambos acordaron que razón y religión debían curarse en forma mutua de sus respectivas patologías. Por un lado, la razón debe evitar que la religión caiga en los excesos del fanatismo, oscurantismo y fundamentalismo. Y por otro lado, la razón moderna no debe olvidar que ha producido monstruos como Hiroshima, Nagasaki y Chernobyl, genocidios y guerras, Gulags y horrores de inmoralidad pública y privada. La retroalimentación entre fe y razón es necesaria.
    Elredo tiene mucho que decirnos a nosotros que formamos hoy una pequeñísima parte del Ordo monástico mundial, y una pequeña porción de la gran Familia benedictina; con 169 comunidades autónomas, 97 de monjes y 72 de monjas, en 44 países, constituidas por 2083 monjes y 1736 monjas. Los cistercienses nos estrellamos ante el cambio del medioevo al modernismo, que aprendamos de la historia maestra de la vida, para ir pasando hoy a la globalocalización. La nueva evangelización, dirigida a quienes se han alejado de la Iglesia en los países de antigua práctica cristiana y al Patio de los gentiles, necesita en nuestros monasterios de estas nuevas visiones para las nuevas situaciones del pasaje a otra época. Dom Eamon Fitzgerald, La interacción entre vida consagrada y nueva evangelización, una respuesta monásticaSólo la Biblia, la Tradición y el Magisterio, con su reflexión mística y teológica, los libri divini del medioevo, no bastan para entrar en el Misterio del hombre que en la Complejidad de los valores culturales de los libri liberales, saeculares o scholastici de la Ciudad que viene de Abajo tiene que integrarse con el Dinamismo que viene de lo Alto

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