viernes, 20 de enero de 2012

65. Unidad no es homogeneidad sino koinonía servicial de diferentes: 1 Cor 12, 12-20



    Como el cuerpo tiene muchos miembros y es uno, así sucede con Cristo. Si todos fueran un solo miembro no habría cuerpo. Dios nos da la Buena Noticia de que la Iglesia, junto con los ángeles y el cosmos, formamos el Cuerpo de Cristo, la plenitud del que lo llena todo en todo. Ef 1, 23 No una homogeneidad, sino miembros diferentes unidos por el Padre que envía al Verbo carne cual Cabeza y al Espíritu cual alma de este Hombre Nuevo que es el Totus Christus. La analogía del Cuerpo con muchos miembros diferentes, se basa en el amor que nunca muere y realiza la comunión de distintos en una sola Familia Trinitaria.
    Este es el tercer Camino a recorrer que nos da Jesús. No sólo nos propone abrirnos a la Trinidad, sino que también nos quiere abiertos a todos los ángeles, los hombres y el cosmos; sin que se pierda la unidad en la pluralidad, ni la pluralidad en la unidad. Y aquí comienza uno de los problemas más intrincados que tenemos desde hace siglos, tanto en occidente como en oriente, tanto en la Iglesia como en el Mundo. Problema que debemos resolver bien y vivir mejor pues corremos el peligro de caer en un individualismo narcisista y suicida o en un comunitarismo gregario y despersonalizante. La Guerra Fría entre EU y Rusia, que soportamos durante años de inaguantables tensiones, se produjo en gran parte en torno a la cuestión de si debíamos ser individualistas o colectivistas. Siendo cada hogar y monasterio un microcosmos, esa cuestión la resentimos asimismo nosotros. Capítulo General 1969 Los extremos se tocan. Hoy el avasallante libertinaje en las Comunicaciones sociales es tan nivelador, cual el estilo del sistema chino de Medios, política y educación uniformados. El Este ofrece al Oeste un espejo convexo de las inevitables consecuencias de su racionalismo e ideologías, una imagen grotesca de sus propias tendencias profundas. Václav Havel La pobreza hodierna es pobreza de acceso a una excelente educación, al discernimiento crítico, y al uso correcto de las nuevas tecnologías.
    Cuando no vivenciamos la alteridad en comunión de relación, los Otros distintos, Dios Trino las otras personas y cosas, se transforman en amenaza, en vez de complementariedad. Amenaza que debe ser temida, dominada, manipulada o expulsada. Todo, menos inclusión en el Cuerpo de Cristo. Los dioses falsos, proyecciones de nuestra psiquis, tienen envidia del hombre, el Dios revelado goza con nosotros, y nos da libertad de ser lo que quiso que fuéramos. Jenófanes dijo que si los caballos tuvieran manos, pintarían dioses cuadrúpedos.
    Tenemos que salir al encuentro de un Dios que no sea invención nuestra, sino irrupción reveladora de Sí mismo; lo que implica purificación, noche, vacío o Éxodo hacia la Luz que Él nos muestra, mucho más allá de las imágenes preconcebidas por nuestra psicologías traumatizadas. Cuando se desplaza a la verdadera Trinidad, se desplaza la Realidad de lo que tal cual Él es y de lo que tal cual somos nosotros. El deísmo unitario del Dios máquina del mundo de Voltaire, surgido de su crítica a la Trinidad, y asumido por la Revolución francesa, se convirtió en el inspirador de la dictadura totalitaria y represiva del Terror.
    Cada persona, familia, comunidad o nación, forman una particularidad de códigos de heteroculturas en vida y amor, que deben ser respetadas al máximo. Querer nivelarnos a que todos tomemos Coca Cola, bailemos el Rock and Roll y vistamos moda nigeriana; es barrer un demonio para que entren otros siete. Lo que hacen nuestras Potencias cuando imponen sus democracias consumistas y competitivas a países con otras culturas; al fin se encuentran peores que al principio. Mt 12, 43-45 Y buscar romper la relacionalidad creativa entre particulares es destrozar la existencia misma de los particulares; ningún hombre agota su especie, eso pasa con cada ángel; sólo somos una partecita. Es tan importante vivir mi identidad personal con alegría, cual convivir con afabilidad y servir con oblatividad. Somos lo que somos en virtud de nuestras relaciones perijoréticas con otras personas, y el mismo universo es una unidad perijorética. Gunton, Colin E., Unidad, Trinidad y Pluralidad. Dios, la creación y la cultura de la modernidad
    Es devastador suprimir la dignidad y libertad única e irrepetible de cada persona humana, tan devastador como privarla de su sociabilidad para amar y ser amado, de su cultura, códigos, proyectos y trabajo creativo. Si todos fuéramos un solo miembro, igualitos, no habría Cuerpo. Tampoco lo habría si no nos complementáramos, y menos si no colaboráramos en organicidad. El Camino del Cuerpo de Cristo es la manifestación del misterio de Dios que es su Amor trinitario, y la revelación de la vocación suprema de cada miembro distinto al Amar Relacional en Misión, hasta la madurez de entregar la vida por servir a los demás.

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