sábado, 8 de junio de 2013

167. Mística y Justicia para los Beati pauperes Spiritu brotando de la Misa: 3 Jn 1-8


    Ruego a Dios para que te encuentres bien y goces de buena salud en tu cuerpo, como la tienes en tu alma por tu adhesión a la Verdad y ponerte al servicio de los hermanos. El judeocristianismo tiene un mensaje integral, nada se escapa a su solicitud, este pobre, aní invocó al Señor, Él lo escuchó y los libró de sus angustias. Sal 34, 7 Hay que vivir la liturgia, Totius Christi Actio Acción del Cristo Total, como verdaderos creyentes, más allá de todo fastidioso ritualismo, vanidoso narcicismo o presuntuoso ceremonial; responsables de que su Noble Sencillez no sea descuido de su Divina Belleza, atesorando la Tradición con la Renovación; haciendo de la Eucaristía diaria nuestra máxima experiencia mística en la justicia social. Así edificamos la comunidad monástica, donde cada uno ama y es amado, injertado en la Familia de Dios que es la Iglesia.
    Nacemos, lo que actualizamos en cada Misa, del gesto supremo del amor del Padre que entrega a Jesús, quien por su Pascua pasa, y nos hace pasar a nosotros, del fracaso humano de la Cruz al triunfo divino de la Resurrección. Y manifestamos el carisma monástico mariano, cuando el don del Espíritu Santo, también en cada Misa, nos llena impulsándonos a avanzar sin desmayos por el Camino, para anunciar la Buena Noticia del amor del Padre que siempre nos perdona sin dejarnos impunes. Pues la satisfacción es indesligable de la contrición y confesión. La absolución quita el pecado pero no remedia todos los desórdenes que el pecado causó. Las penas satisfactorias, unidas a Cristo, retraen  del pecado, hacen más cauto y vigilante al pecador, remedian las reliquias del pecado, y liberan a los sacerdotes de hacerse partícipes de los pecados ajenos, 1, Tim 5, 22 al imponer ligerísimas penitencias por gravísimos delitos. Trento, 1690 y 1689-1693;  CEC 1459-1460
    El centro de la liturgia eucarística es la gran oración de la consagración que comienza con la invitación del Prefacio, levantemos el corazón y demos gracias al Señor nuestro Dios, y continúa hasta la Ofrenda culminante, por Cristo a ti Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria. En la Misa pasamos del hombre viejo, puesto bajo la esclavitud del pecado y de la muerte, al hombre nuevo en la dinámica resurreccional. Es el Sacramento del desarrollo humano integral, porque transubstancia el fruto de la tierra y del trabajo del hombre en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y por Jesús resucitado nos diviniza aquí, y hacia la Jerusalén celestial, en la Vida de las Tres Personas del Único Dios.
    La Misa no es un mundo de brujería barata sino un universo místico de Gracia cooperante. Es la convocatoria del Padre que nos congrega alrededor de Jesús logrando el encuentro por el Espíritu. La comunidad monástica en la que debemos tener fe, no es una asociación fundada por un acuerdo de celebridades, sino pura obra de Dios, Totius Cristi Opus Obra del Cristo Total, en la historia. Su fruto es el Alter Christus, y dada su celebración pública, es nuestra obligación testimoniar la verdad en la que creemos, como lo hicieron los santos. Si participamos de la Misa, los otros tienen derecho a decirnos, muéstrame qué clase de ser humano eres para que pueda creer en la Eucaristía Pascual Transfiguradora que celebras.
    Resulta que a veces los católicos tenemos más caras de funebreros aburidos y cansados que de ir a abrazar a la Trinidad en la Misa. Con depresivos, desalentados y desanimados no se podrá hacer la Nueva Evangelización. La tristeza nos desfigura, el gozo de la alabanza eucarística nos transfigura. Alguien puede responderme, me atenazan males y enfermedades. Siento sus sufrimientos, todos llevamos la cruz, pero el dolor de la cruz diaria es el mejor combustible de la alegría de vivir en la verdad del amor, no de su cara avinagrada con bilis derramada en malas ondas. El dolor Pascual transforma, el sufrimiento egolátrico deforma. La Misa es un Trascenderse Místico al entrar en el Paso de Jesús de la muerte a la vida, para ser enviados, Ite Misa est, a ese Mundo tan amado del Padre que no cesa de ponernos en misión con su Hijo y su Espíritu.
    Desgajar la Misa del envío al servicio de los hermanos y la naturaleza, es uno de los más grandes desajustes que amenazan nuestra espiritualidad católica. Orar Leer Trabajar son una única realidad. Antes de participar en la Misa tenemos que lavarle los pies a nuestros próximos. Jn 13 Misa sin Lavatorio, al inicio, y sin Envío, al final, es disfuncionalidad al separar mística de la justicia social para los Beati Pauperes Spiritu a quienes, con opción preferencial, estamos obligados a llevarles el Reino de los Cielos. De ahí que la Misa nos hace contemplar la máxima injusticia que se ha cometido, el asesinato de Dios, transmutado por Él en Vida.
    Esa Pascua se prolonga en su Cuerpo Místico. Volvamos a atrevernos a mirar el Mundo con los ojos de Jesús, la comida que se tira a la basura, es el alimento que se roba a los pobres. Tweet del Papa Francisco  El 68%, 2/3 de la humanidad, vive en la pobreza. La persona más rica tiene tanto como las 57 naciones más pobres. El 2% posee la mitad de la riqueza mundial. 50% pasan hambre y 24.000 mueren famélicos cada día. 40% no tienen servicios sanitarios. 31% viven en covachas inhabitables. 19% son analfabetas, 15% no tienen agua potable y el 48% sobrevive con $US 2 al día. 215 millones de niños son víctimas del trabajo infantil, de los cuales 115 millones en la esclavitud, sin posibilidad de acceso a la educación. El 14% de la población mundial es atea. Los católicos somos una minoría del 17%, sólo China tiene 300 millones más que toda la Iglesia, y los pobres de Espíritu esperan ser evangelizados, en medio de la inequidad, la inseguridad del terrorismo con suicidas asesinos y masacres indiscriminadas del crimen organizado, y del Gran Hermano que nos vigila violando nuestra privacidad telefónica y digital con el pretexto de contenerlo, como el programa Prism de espionaje informático, sin equilibrio ético entre intimidad y seguridad, sin transparencia ni información debida a los ciudadanos indefensos e inocentes. Que no se nos olvide la marginación, persecución y muerte de millones de personas por falta de libertad religiosa. El cristianismo parece ser hoy la religión más castigada del planeta con 100.000 muertos al año. De Haro, Fernando, Cristianos y Leones
    Las lacras que se adhieren a cualquier bien son espeluznantes. Así el turismo, junto con las vacaciones y el tiempo libre, una oportunidad y un derecho característico de nuestra época, está minado por males que hay que afrontar con urgencia porque van contra la dignidad de millones de personas. El turismo sexual es una de sus formas más abyectas. La trata de seres humanos, usarlos para trasplantes de órganos, la explotación de menores, su abandono en manos de delincuentes, el abuso, la violación, la tortura y la muerte se producen en muchos contextos turísticos. Hay que pensar en un turismo distinto, purificado por la Palabra de Dios, capaz de promover el conocimiento recíproco y nada quite al descanso y a la sana diversión. Benedicto XVI, Mensaje al VII Congreso de pastoral del turismo, 18/V/2012
    No perdamos la cabeza, ni el 11 de septiembre logró desorganizar New York sino por pocas horas. Sin miedos, desde la contemplación de Jesucristo, tenemos que ir hacia los pobres de todas las periferias existenciales con la dulce y confortadora alegría de evangelizar, no por simple beneficencia camuflada, para reducir impuestos. Los pobres son la carne de Cristo, todos podemos compartir lo mucho o  poco que tenemos, dando de nuestra pobreza, una oración, un libro, un trabajo, un anuncio evangélico, un pan, una hora de escucha y diálogo, una medicina, una clase, un tiempo gratuito diario de mi profesión. 
    Había estado pidiendo arroz de puerta en puerta por las calles de la ciudad, cuando desde lejos apareció el auto del hijo del rey. Pensé que era la ocasión de mi vida; y me senté abriendo bien el saco, esperando que me diera limosna sin tener que pedirla siquiera. Pero cuál no fue mi sorpresa cuando, al llegar junto a mí el carro del príncipe, éste descendió y extendiendo su mano me dijo si podía darle algo. Confuso y dubitativo tomé del saco un grano de arroz, uno solo, el más pequeño, y se lo di. Pero qué tristeza cuando, por la tarde, rebuscando en mi saco, hallé un grano de oro, solo uno, el más pequeño. Lloré por no haber tenido el valor de darle todo. Tagore El que siembra con mezquindad, tendrá una cosecha muy pobre, en cambio el que siembra con generosidad, cosechará en abundancia. 2 Cor 9, 6
    El amor a los pobres es incompatible con el amor desordenado a las riquezas o su uso egoísta. Y es preciso satisfacer ante todo las exigencias de la justicia, de modo que no se ofrezca como ayuda de caridad lo que ya se debe a título de justicia equitativa. CEC, 2443- 2449 La Iglesia es de todos y nadie está excluido, pero en particular la Iglesia es de los pobres. Juan XXIII La solidaridad logra el milagro de que pobres y ricos se abracen en Cristo. Al acercarnos a los anawim, para darles lo que les pertenece, no debemos dar la impresión de querer interrogarlos si son católicos, si se confiesan o van a Misa; sino en primer lugar porque ellos son la imagen del Dios hecho hombre, personas que tienen derecho a la escucha y el respeto, a la buena relación, a la amistad universal.

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