160. Panéremos
en koinonía cum Ecclesia in mundo huius temporis: Jn 8, 12 y Mt 5, 13-16
Yo soy la Luz del mundo. El que me sigue no
camina en tinieblas, sino que tiene la Luz de la Vida. Ustedes son la luz del
mundo. Brille ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de
que ellos viendo sus obras buenas, glorifiquen al Padre. El monacato
cristiano que tiene como clave, centro y meta la Luz Jesús resucitado, es diferente pero inseparable de la Iglesia Jerárquica y del Mundo a los que pertenece. No se puede separar el claustro monástico del
claustro clerical ni del claustro universitario. Una de las causas que llevan a
períodos de decadencia en algunos monasterios está en no mantener la armonía de este
triángulo cuyo eje dinámico es la arrolladora epéktasis hacia el Reino. Entre la identidad del Panéremos o Desierto Total
lejos del mundo y de las actividades propias de los clérigos, el monje debe huir en absoluto de las
mujeres y de los obispos; Casiano, Instituciones,
11, 18 y la
relacionalidad indispensable a esa identidad. La Iglesia, que manifiesta y opera el Misterio del Amor de Dios por el
hombre, al prestar ayuda al mundo y al recibir del mundo múltiple ayuda, sólo
pretende una cosa, el advenimiento del Reino de Dios y la salvación de toda la
humanidad. GS, 45
Asombra que uno de los temas abordados por Hesse en El juego de los
abalorios de 1943, sea justo el riesgo que corre el monacato
filosófico de Castalia si no está en simbiosis con la Iglesia y el mundo. El Magister Ludi servía a la Orden, a la
provincia pedagógica y a Waldzell, como a una comunidad espiritual cuya fuerza
y sentido admiraba, mas no dejaba de entrever el grave peligro a que se
expondría la propia comunidad en cuanto tendiera a considerarse un fin en sí u
olvidara su tarea y colaboración dentro del total quehacer del país y del mundo,
pudiendo degenerar a la postre en un lindo utensilio aislado, cosa aparte de la
integral labor común. Brillante, sí por cierto, pero condenado a la
esterilidad. Este peligro lo había barruntado Knecht ya en sus años mozos y se
le había inscrito en la consciencia cuando sus diálogos con los monjes
benedictinos de Mariafels, en especial con el padre Santiago, sabio historiador
y diplomático, mediador entre Castalia y la Santa Sede. El peligro se le había
hecho patente en el modo de trabajar de varios Superiores, muy fieles a la
Orden mas de espaldas al mundo, aristocráticos inteligentes pero desintegrados
del resto, alimentando orgullo sacrílego, presunción, vanidad de casta, élite entregada a sus propias guerras y
desconectada de lo real, autosuficiencia, desagradecido
parasitismo, sordos al envejecimiento de toda institución.
No
obstante, Hesse parece no aprobar la salida impecable de la Orden del Magister
Ludi, especialista en la integración de todas las ciencias y artes con la belleza y la meditación, para ser profesor particular de un adolescente.
Muere, por inexperiencia, al otro día al zambullirse en un lago helado de
glaciares. No es perdiendo nuestra identidad monástica sino totalizándonos con
la Iglesia y el Mundo, al modo monástico, como nos salvamos. La literatura es profética si sabe, aun con su lenguaje secular, hablar bien del Dios que siendo Amor es el Misterio del Mundo. Eberhard Jüngel
Lo que me distingue del resto de escritores chinos es que no imito las técnicas narrativas de autores extranjeros, ni copio sus argumentos. Lo que me agrada es explorar con exhaustividad aquello que yace incrustado en sus obras para poder así entender su visión de la vida, comprender cómo interpretan al mundo en el que vivimos. En Sorgo rojo enfrento al lector con mi percepción sobre la historia y el amor. En Las baladas del ajo pongo de manifiesto mi punto de vista crítico sobre política y mi simpatía por los campesinos chinos. La república del vino manifiesta mi pesar por el deterioro de la humanidad y mi aversión por la corrupción de la burocracia. Puede parecer que cada novela no tiene nada que ver con las otras, pero en esencia todas ellas se asemejan bastante a lo que fui, un niño hambriento y solitario que creció en el campo y apenas disfrutó de educación, que ha tenido que confiar en sus propias experiencias y comprensión intuitiva del mundo a la hora de escribir. Testigo del sufrimiento humano y de la injusticia, mi corazón rebosa simpatía por la humanidad en general e indignación por una sociedad plagada de desigualdades. El sufrimiento espiritual no es menos doloroso que el hambre física. El acto de dar voz a este dolor espiritual es, desde mi punto de vista, la tarea sagrada de un escritor. Mo Yan, No Hables, Shifu, harías cualquier cosa por divertirte
Nos conviene meditar
la sabiduría, y actualizar con creatividad, las constituciones 29-32 de la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia. La
separación del mundo, se exige cierto
grado de separación física. El recibimiento de los huéspedes, recíbase a los huéspedes y necesitados como
a Cristo. El apostolado de los monjes, la
vida monástica está unida con el celo por la extensión del Reino de Dios y la
salvación de todos los hombres. Relaciones con la Jerarquía de la Iglesia, obedezcan con humildad al Papa, como a su
Pastor Supremo, también en virtud del voto de obediencia; fomenten los lazos de
caridad con la Iglesia Particular y con su Obispo.
Vaya hoy mi respeto y obediencia plena hasta la muerte al Papa Francisco; perinde ac cadaver como nos propusimos los dos, siguiendo a Iñaki, en nuestros diálogos. Al velar en la Capilla de Guatemala 5672/74 de Buenos Aires, al padre José Luis Romero Villar s.j. el 27 de noviembre de 1986. Y al aceptar en el Gozo del Espíritu las Supraformas que adquirirá el Cristo Total, el 25 de enero de 1995. Ambos, mendigos de intercesiones, 1 Tes 5, 25 junto a todos los obispos, presbíteros y diáconos, inclinamos nuestras cabezas ante los consagrados y laicos para que oren por nosotros y podamos escuchar sus clamores. La Encarnación es la comunicación o entrega de la Pobreza de la Trinidad a la humanidad y el cosmos. La creación es el fruto del Amor que se despoja y se dona. Dios no posee nada, es el antinarciso y la antiposesión, sólo nos toca amándonos, y ese es nuestro Misterio. Maurice Zundel La Virgen en el vaciamiento de Belén, Salus Populi Romani, Ecclesiae Universalis et Mundi, nos conceda a todos esta
Gracia de caminar, edificar, y confesar a Jesucristo Pobre, Única Lumen gentium, con opción preferencial por los pobrísimos de Espíritu. No hay pobreza más grande que la pérdida de la Inhabitación de los Tres; somos pobres y bienaventurados, peregrinando por las periferías de los descartados, cuando tomamos conciencia de que el Espíritu Increado nos anda faltando; Mt 5, 3 sin excluir, sino incluyendo, las otras horrendas pobrezas humanas y cósmicas, cual la falta de trabajo, comida, educación, diálogo, descanso, ternura, medicamentos, libertad, hogar, jardín, y el aire puro de los bosques, las montañas y el mar.
El
monacato es aporía soluble en la coincidencia de los aparentes insolubles
opuestos. Necesitamos experimentar, pensar y discernir y tomarnos la filosofía
en serio. Opino que en este momento, la filosofía es un servicio público, el
mundo necesita la tarea del filósofo. Pero del filósofo serio. Estamos
acostumbrados a que la filosofía es la exposición de las ideas que cualquiera
tiene sobre el mundo. Eso es interesante pero es una especie de biografía
conceptual. Cuando hablamos de filosofía estamos hablando de una cosa seria.
Tenemos una cultura que va muy rápido, donde cambian mucho las cosas, donde no
tenemos una visión general de lo que ocurre, donde hay conocimientos muy
sectoriales pero muy poderosos, donde los movimientos políticos están
adquiriendo modalidades muy confusas. Ante eso no sabemos cómo pensarnos, cómo
criticarnos y definirnos. Para eso necesitamos saber cómo funcionan nuestras
inteligencias, el valor que tienen sus creaciones, y qué tipo de diseño del
futuro vamos a hacer, copensando todos
juntos.
Tenemos que trabajar desde el pasado para
explicar el presente, ofreciéndolo como posibilidad del futuro. La inteligencia
hace un juego magnífico porque proyecta cosas que son irreales, pero esa irrealidad
nos permite subir a su nivel. Por poner una metáfora, hacemos una grúa que se
puede ir autoconstruyendo, que va creciendo y creciendo y, una vez que llega a
arriba, me puede subir a mí. La cultura del ser humano es un proceso en el que
el hombre crea cultura y la cultura crea al hombre para que suba a ese nivel.
En ese sentido, tenemos que hacer proyectos ambiciosos, nobles y éticos, porque
si no volvemos a la selva y lo que tratamos es salir de la selva. José A. Marina, El
bucle prodigioso Monjes del Panéremos en comunión con clérigos y
laicos, centrados en el Reino de la Luz, sin inmiscuirnos con los Obispos y el Estado. Concilio de Calcedonia, c. 4º
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