jueves, 14 de marzo de 2013


160. Panéremos en koinonía cum Ecclesia in mundo huius temporis: Jn 8, 12 y Mt 5, 13-16


    Yo soy la Luz del mundo. El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tiene la Luz de la Vida. Ustedes son la luz del mundo. Brille ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos viendo sus obras buenas, glorifiquen al Padre. El monacato cristiano que tiene como clave, centro y meta la Luz Jesús resucitado, es diferente pero inseparable de la Iglesia Jerárquica y del Mundo a los que pertenece. No se puede separar el claustro monástico del claustro clerical ni del claustro universitario. Una de las causas que llevan a períodos de decadencia en algunos monasterios está en no mantener la armonía de este triángulo cuyo eje dinámico es la arrolladora epéktasis hacia el Reino. Entre la identidad del Panéremos o Desierto Total lejos del mundo y de las actividades propias de los clérigos, el monje debe huir en absoluto de las mujeres y de los obisposCasiano, Instituciones, 11, 18 y la relacionalidad indispensable a esa identidad. La Iglesia, que manifiesta y opera el Misterio del Amor de Dios por el hombre, al prestar ayuda al mundo y al recibir del mundo múltiple ayuda, sólo pretende una cosa, el advenimiento del Reino de Dios y la salvación de toda la humanidad. GS, 45
    Asombra que uno de los temas abordados por Hesse en El juego de los abalorios de 1943, sea justo el riesgo que corre el monacato filosófico de Castalia si no está en simbiosis con la Iglesia y el mundo. El Magister Ludi servía a la Orden, a la provincia pedagógica y a Waldzell, como a una comunidad espiritual cuya fuerza y sentido admiraba, mas no dejaba de entrever el grave peligro a que se expondría la propia comunidad en cuanto tendiera a considerarse un fin en sí u olvidara su tarea y colaboración dentro del total quehacer del país y del mundo, pudiendo degenerar a la postre en un lindo utensilio aislado, cosa aparte de la integral labor común. Brillante, sí por cierto, pero condenado a la esterilidad. Este peligro lo había barruntado Knecht ya en sus años mozos y se le había inscrito en la consciencia cuando sus diálogos con los monjes benedictinos de Mariafels, en especial con el padre Santiago, sabio historiador y diplomático, mediador entre Castalia y la Santa Sede. El peligro se le había hecho patente en el modo de trabajar de varios Superiores, muy fieles a la Orden mas de espaldas al mundo, aristocráticos inteligentes pero desintegrados del resto, alimentando orgullo sacrílego, presunción, vanidad de casta, élite entregada a sus propias guerras y desconectada de lo real, autosuficiencia, desagradecido parasitismo, sordos al envejecimiento de toda institución
    No obstante, Hesse parece no aprobar la salida impecable de la Orden del Magister Ludi, especialista en la integración de todas las ciencias y artes con la belleza y la meditación, para ser profesor particular de un adolescente. Muere, por inexperiencia, al otro día al zambullirse en un lago helado de glaciares. No es perdiendo nuestra identidad monástica sino totalizándonos con la Iglesia y el Mundo, al modo monástico, como nos salvamos. La literatura es profética si sabe, aun con su lenguaje secular, hablar bien del Dios que siendo Amor es el Misterio del Mundo. Eberhard Jüngel
    Lo que me distingue del resto de escritores chinos es que no imito las técnicas narrativas de autores extranjeros, ni copio sus argumentos. Lo que me agrada es explorar con exhaustividad aquello que yace incrustado en sus obras para poder así entender su visión de la vida, comprender cómo interpretan al mundo en el que vivimos. En Sorgo rojo enfrento al lector con mi percepción sobre la historia y el amor. En Las baladas del ajo pongo de manifiesto mi punto de vista crítico sobre política y mi simpatía por los campesinos chinos. La república del vino manifiesta mi pesar por el deterioro de la humanidad y mi aversión por la corrupción de la burocracia. Puede parecer que cada novela no tiene nada que ver con las otras, pero en esencia todas ellas se asemejan bastante a lo que fui, un niño hambriento y solitario que creció en el campo y apenas disfrutó de educación, que ha tenido que confiar en sus propias experiencias y comprensión intuitiva del mundo a la hora de escribir. Testigo del sufrimiento humano y de la injusticia, mi corazón rebosa simpatía por la humanidad en general e indignación por una sociedad plagada de desigualdades. El sufrimiento espiritual no es menos doloroso que el hambre física. El acto de dar voz a este dolor espiritual es, desde mi punto de vista, la tarea sagrada de un escritor. Mo Yan, No Hables, Shifu, harías cualquier cosa por divertirte
    Nos conviene meditar la sabiduría, y actualizar con creatividad, las constituciones 29-32 de la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia. La separación del mundo, se exige cierto grado de separación física. El recibimiento de los huéspedes, recíbase a los huéspedes y necesitados como a Cristo. El apostolado de los monjes, la vida monástica está unida con el celo por la extensión del Reino de Dios y la salvación de todos los hombres. Relaciones con la Jerarquía de la Iglesia, obedezcan con humildad al Papa, como a su Pastor Supremo, también en virtud del voto de obediencia; fomenten los lazos de caridad con la Iglesia Particular y con su Obispo
    Vaya hoy mi respeto y obediencia plena hasta la muerte al Papa Francisco; perinde ac cadaver como  nos propusimos los dos, siguiendo a Iñaki, en nuestros diálogos. Al velar en la Capilla de Guatemala 5672/74 de Buenos Aires, al padre José Luis Romero Villar s.j. el 27 de noviembre de 1986. Y al aceptar en el Gozo del Espíritu las Supraformas que adquirirá el Cristo Total, el 25 de enero de 1995. Ambos, mendigos de intercesiones, 1 Tes 5, 25 junto a todos los obispos, presbíteros y diáconos, inclinamos nuestras cabezas ante los consagrados y laicos para que oren por nosotros y podamos escuchar sus clamores. La Encarnación es la comunicación o entrega de la Pobreza de la Trinidad a la humanidad y el cosmos. La creación es el fruto del Amor que se despoja y se dona. Dios no posee nada, es el antinarciso y la antiposesión, sólo nos toca amándonos, y ese es nuestro Misterio. Maurice Zundel La Virgen en el vaciamiento de Belén, Salus Populi Romani, Ecclesiae Universalis et Mundi, nos conceda a todos esta Gracia de caminar, edificar, y confesar a Jesucristo Pobre, Única Lumen gentium, con opción preferencial por los pobrísimos de Espíritu. No hay pobreza más grande que la pérdida de la Inhabitación de los Tres; somos pobres y bienaventurados, peregrinando por las periferías de los descartados, cuando tomamos conciencia de que el Espíritu Increado nos anda faltando; Mt 5, 3 sin excluir, sino incluyendo, las otras horrendas pobrezas humanas y cósmicas, cual la falta de trabajo, comida, educación, diálogo, descanso, ternura, medicamentos, libertad, hogar, jardín, y el aire puro de los bosques, las montañas y el mar.
    El monacato es aporía soluble en la coincidencia de los aparentes insolubles opuestos. Necesitamos experimentar, pensar y discernir y tomarnos la filosofía en serio. Opino que en este momento, la filosofía es un servicio público, el mundo necesita la tarea del filósofo. Pero del filósofo serio. Estamos acostumbrados a que la filosofía es la exposición de las ideas que cualquiera tiene sobre el mundo. Eso es interesante pero es una especie de biografía conceptual. Cuando hablamos de filosofía estamos hablando de una cosa seria. Tenemos una cultura que va muy rápido, donde cambian mucho las cosas, donde no tenemos una visión general de lo que ocurre, donde hay conocimientos muy sectoriales pero muy poderosos, donde los movimientos políticos están adquiriendo modalidades muy confusas. Ante eso no sabemos cómo pensarnos, cómo criticarnos y definirnos. Para eso necesitamos saber cómo funcionan nuestras inteligencias, el valor que tienen sus creaciones, y qué tipo de diseño del futuro vamos a hacer, copensando todos juntos.
    Tenemos que trabajar desde el pasado para explicar el presente, ofreciéndolo como posibilidad del futuro. La inteligencia hace un juego magnífico porque proyecta cosas que son irreales, pero esa irrealidad nos permite subir a su nivel. Por poner una metáfora, hacemos una grúa que se puede ir autoconstruyendo, que va creciendo y creciendo y, una vez que llega a arriba, me puede subir a mí. La cultura del ser humano es un proceso en el que el hombre crea cultura y la cultura crea al hombre para que suba a ese nivel. En ese sentido, tenemos que hacer proyectos ambiciosos, nobles y éticos, porque si no volvemos a la selva y lo que tratamos es salir de la selva. José A. Marina, El bucle prodigioso Monjes del Panéremos en comunión con clérigos y laicos, centrados en el Reino de la Luz, sin inmiscuirnos con los Obispos y el Estado. Concilio de Calcedonia, c. 4º

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