domingo, 16 de noviembre de 2014

210. Tríptico de la unión transformante en Jesús, Cruz Transfiguración Servicio, Lc 9, 22-43

    El Hijo del Hombre debe sufrir mucho, ser rechazado, condenado a muerte y resucitar al tercer día. Por eso, el que quiera venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Después se transfiguró ante ellos. Luego les dijo, quien quiera ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos. Mc 9, 35 La mística es la vivencia de la Vida del Misterio que es Cristo. En su Revelación nos indica una trilogía. La Transfiguración es inseparable de la Cruz y el Servicio. Con un prólogo, la profesión de fe de Pedro y la nuestra, y un epílogo, la salida a la apertura universal, de alguna manera Todos contrabajan con nosotros.
    Toda la mística cristiana está concentrada al Infinito en la Encarnación Pascual que nos revela a la Trinidad y nos reconcilia con la Totalidad de su creación.  El Verbo diviniza su cuerpo total y su cuerpo total humaniza al Verbo. Este es el analogado principal de la unión transformante. La humanización de Dios y la divinización del hombre y el cosmos. El proceso por el cual la Trinidad abrazando a todos los ángeles, los hombres y el universo, se apodera de alguien lo cautiva y lo transfigura por el Triduo Pascual, toma a todo el ser humano en todas sus dimensiones. Hoy es impensable una mística que no ponga en comunión la Trinitariogalaxia, la angelicogalaxia, la antropogalaxia, la biogalaxia y la inorganicogalaxia. Internet o Interpenetración, si no queremos caer en la miopía del futuro, es esencial a la mística. El cerebro trabaja en Red o no trabaja. Facundo Manes y Mateo Niro, Usar el cerebro, Paidós, Buenos Aires, 2014, 365 Su narratología teológica debe estar en diálogo con las filosofías, las tecnociencias, las literaturas y las artes, lo socioeconomicopolítico y la ecología. La mística no es aislamiento sino abrazo de ternura universal. Aislarse para no mancharse con los demás es la más grande de las suciedades. Tolstoi Lo palpo en la atención a los infectados con Ébola.

    Las descripciones que se han dado a través de los siglos, dentro y fuera del catolicismo, son muy importantes. Su sabiduría sobrepasa lo que pueda decir aquí. Propongo que las leamos y las experimentemos. Con san Bernardo cercamos dejar la región de la desemejanza, que difumina la Imagen del Dios Invisible en nosotros y nos hace ciudadanos de la mundanidad. Y entrar en la Región de la semejanza. El esquema, sjêma de este mundo es pasajero, Dios nos prepara otro Nuevo. 1 Cor 7, 31 Somos ciudadanos del Cielo, políteuma en ouranoîs de donde esperamos que venga nuestro Salvador Jesucristo. Él transesquematizará, metasjematízei nuestro cuerpo humilde conformándolo a su Cuerpo de Gloria, con la Energía de su Dinamismo con la cual se adhiere la Totalidad. Fil 3, 20-21, Col 1, 15 y 2, 17
    Describiré algo de mi experiencia pastoral y personal, sin dejar los míos pediré prestados las imágenes y el lenguaje de otros. En especial de Teresa de Jesús por los 500 años de su nacimiento el próximo 28 de marzo, incluyéndolos a todos. Seguimos a Cristo en su Totalidad, indesligable del Mundo, Iglesia y Reino. Será una profundización y relectura de todo este Blog, Conviviendo con quienes deseamos formar una Comunidad Virtual alrededor de Cristificar Unitotalizar Transfigurar. Con la Tradición, la Biblia y el Magisterio de la Iglesia Católica. Desde la Ecología, el Humanismo, las Ciencias, la Filosofía, la Teología, el Monacato mundial y las Universidades, el ecumenismo, el diálogo interreligioso y todas las culturas, también agnósticas o ateas, de la humanidad. Nuestra meta, edificar un inicio de mundo mejor. Nuestro fin, el Hogar de la Trinidad. En especial de los puntos 7-14 del Blog 189, del 57. Abrazar al Verbo carne abrazando al hombre en su cosmos, y el 59. El sufrimiento de los sistemas ecohumanos asumidos en Cristo.

    1. Muerte, Despertar, Clausura. Y dijo el más adolescente, volveré a la casa de mi padre y le diré. Padre, pequé contra el Cielo y contra ti, ya no soy digno de llamarme hijo tuyo. Y dijo el padre, éste hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la Vida. Lc 15 Aun cuando el camino hacia la divinización puede comenzar de mil formas, siempre es un movimiento del pecado a la Gracia. Blog 110 Es un Paso desde la ley del pecado y de la muerte a la Ley del Espíritu. Del pecado que produce la muerte a la Gracia que engendra la Vida Eterna. Rm 8, 2 y 5, 21 La Reconciliación y la Eucaristía juegan un gran rol. Pensar que la mística es alternativa al Credo, Sacramentos, Mandamientos y Bienaventuranzas, es una tontería. Transfiguración por la Transubstanciación hacia la Resurrección es una de las más exactas descripciones monásticas.
    La fecundidad de la Lectio depende del pasaje, que realiza el Espíritu Santo, del Logos émbiblos o Palabra hecha Libro, al Encuentro con el Logos énsarkos o Palabra hecha carne resucitada que nos abre al diálogo con las Tres Personas de Dios. La palabra humana es impalpable e invisible, pero toma cuerpo cuando se la pone por escrito en un libro. Eso sucede con la Palabra de Dios, por su Divinidad no puede ser vista, pero desde que se encarna, se la puede ver y escribir. La Biblia con su lenguaje humano, por el que siguen pasando las energías increadas del Espíritu, es un Sacramento donde se hace audible y palpable el Verbo. Blog 100. Del Verbum breviatum al encuentro con la Trinidad en el Resucitado
    Benito al hablar de la admisión de los hermanos, al comienzo del capítulo 58 de su Regla, parece cruel y desfasado. En realidad es realista y previsor. Nadie debe ser admitido con facilidad en el monasterio. Hay que probar los espíritus para ver si vienen de Dios. Cuando el que ha llegado persevera llamando y después de cuatro o cinco días parece que soporta con paciencia las injurias que se le hacen y las dificultades que se le ponen para entrar, y sigue insistiendo en su petición, debe concedérsele el ingreso, y pasará unos días en la hospedería. Luego se lo llevará a la celda de los novicios, donde meditan, comen y duermen. Se les asignará un anciano apto para ganar almas, que velará por ellos con la máxima atención.  Es que Jesús nos pide morir para vivir. Ese es el inicio, el camino y la meta de la mística. El monje muere metiéndose en la Tumba de la Anástasis, en el Desierto, en la Celda enclaustrada de su monasterio. Muere en su natural proceso de desgaste, al ir descendiendo en su vacío kenótico, y ascendiendo en su configuración hacia el Resucitado.
    Las Moradas fue el último libro de Teresa. Se lo pidió el padre Gracián, ya que el de su Vida estaba secuestrado por la Inquisición. Lo comenzó el 2 de junio de 1577 en Toledo, cuando hacía 5 años que vivía en la séptima morada, y le restaban otros 5 de vida. El capítulo general le había prohibido salir de un convento, en un mes debía trasladarse a Ávila. Las fundaciones están en lo más recio de la crispada tormenta. La reforma Descalza parece irse a pique. Con sus 62 años tiene al vicario general Tostado, al nuevo nuncio apostólico Sega, y hasta al rey Felipe II debido a equívocos malintencionados, en su contra. Está enferma, con dificultades para escribir, sin sentir que el Señor la esté inspirando. Desde hace tres meses siente ruidos en su cabeza y una astenia que le dificulta tanto las importantes ocupaciones como el escribir. Desmemoriada, rota de sufrimientos, piensa que repetirá cual cotorra lo que en otras partes ha escrito. Lo terminó en Ávila el 29 de noviembre, aunque le dedicó sólo tres meses. Serán 224 páginas de un libro carismático, escrito en parte después de comulgar, envuelta en mucho resplandor y con rapidez. De su cruz surge vida. Así trato Yo a mis amigos. Con razón tienes tan pocos. Con anchura las piezas de las moradas son un millón.
    Son una síntesis de la clausura interior. Debemos recordar su Encuentro con Jesús al salir del locutorio donde gastaba su tibia existencia de monja frívola, alejándose del camino de los ermitaños del Monte Carmelo, en conversaciones con visitantes que la distraían del Desierto. El Señor me dio a entender que no me convenían aquellas amistades que el demonio mete en los monasterios. Me sacó de mi ceguera, presentándose el mismo Cristo delante de mí, con mucho rigor y dándome a conocer lo que aquello le pesaba. Lo vi con los ojos del alma con más claridad que con los del cuerpo. Esto ocurrió hace 26 años. Y me quedó tan impreso que lo estoy viendo ahora. Vida, 7, 6

    2. Siete Moradas de Transfiguración. En la Casa de mi Padre hay muchas moradas. Voy a prepararles un lugar para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Jn 14, 1-7 La clausura es un lugar cerrado alrededor de un Jardín, signo del Paraíso y de la Resurrección. Todos necesitamos en nuestra finitud, ese Lugar donde vivir conocer y amar. La clausura interior no puede ser otra que el mismo Cuerpo del Resucitado, Templo de Unitotalidad Transfigurante, Morada Iluminada Mansión de todo Consuelo. Yo soy la Puerta. El que entra por Mí se salvará. He salido para que tengan Vida y la tengan en abundancia. Al entrar por Jesús estamos en la Casa de la Trinidad más allá de toda egolatría, en nuestro verdadero Sí mismo. Nuestro Hogar Ciudad y Patria. En comunión con Todos y con Todo. Por la Puerta de la fe accedemos a la Puerta abierta en el Cielo que ve Juan. Ap 4, 1-3 El monje entra en la Morada por el Costado abierto de Jesús Amor Humilde. No cierra puertas, las abre de par en par al ayer hoy mañana. No le pone restricciones al Espíritu, va en salida hacia adelante. No teme las reformas y cambios paradójicos en la Iglesia y el Mundo. Ábrenos el Costado de tu cuerpo para que entremos los que deseamos penetrar en los misterios del Verbo. Ábrete a mí, tú que eres la Puerta para que penetre por el deseo hasta la Casa de Dios. Guillermo de Saint Thierry, Blog 197. Pautas para copensar, cosentir y contactar con Creer Discernir Evangelizar
    Teresa describe el Castillo cual Globo de Luz. Ese que rodea a Jesús en los íconos de la Transfiguración. Allí vive la monja o el monje. Esa es su clausura u Hogar de Amor, en Salida pneumatológica. Siete mansiones globales concéntricas, cada una con millones de piezas, jardines, fuentes y laberintos. Desde su lucha, en el foso de aguas pútridas y la primer morada, con el pecado para liberarse de los apegos desordenados. De las culebras idolátricas y las sabandijas satánicas. Hasta la séptima que es el beso con la Trinidad Increada en Cristo. Todas intercomunicadas y dinámicas. Nadie puede encerrar al monje en alguna. Las alternancias lo pasearán sin descanso. Su libertad puede llevarlo de la sexta a la segunda, o a cisternas agrietadas abandonando la Fuente de Agua Viva.
    Volver a la Casa de mi Padre es retornar a Jesús para recrear por elevación nuestra imagen de hijos de la Resurrección. Es como un rompecabezas que necesita de una Pieza principal, al Infinito más grande que todo el rompecabezas, para que las demás calcen, se entrelacen  y se forme la verdadera Imagen del hombre nuevo. Al tener aversión a la Trinidad perdió su conexión clave, la Pieza esencial que es Cristo, Rostro humano de Dios y Rostro divino del hombre. Cuando, con el impulso del Espíritu, me introduzco en Jesús y retorno al Padre que me abraza y me besa, entonces la Imagen de Jesús comienza a tener más y más semejanza y se redibuja en mí. El pecado produce una desconexión caótica con su aversión a Dios y su  conversión desordenada a las creaturas. Es como un cerebro con el lóbulo frontal herido o enfermo, no puede inhibir, desinhibir, controlar o correlacionar impulsos. La estructura de la persona humana es finita. Lo característico de lo finito creatural es que no puede ser comprendido por sí mismo, sino que remite a lo Infinito Increado Metafísico. Ninguna belleza me saciará si no está en conexión con la Belleza. Tenemos capacidad de Dios, si esa capacidad no se actualiza nos desestructuramos entre puercos impuros. Tenemos que ganar la pureza en el claustro maternal del corazón de la Virgen. Sin ella nunca entraríamos desnudos en las cámaras de gas, perdonando, muriendo por nuestro Pueblo, y viviendo la sabiduría del Amor cual Edith Stein.
    Teresa nos narra la táctica de la Transfiguración. Todas la moradas está iluminadas por la luz que emite el globo central donde está el Resucitado con la Trinidad. Significa que Dios está conactuando junto a nosotros en todas. No se trata de departamentos estancos. Cada morada y pieza de las millones, incluyen cantidades de matices. Se puede pasar con gran libertad de uno a otro. Cada persona es única e irrepetible. Mucho más en su peregrinación hacia el Infinito. Es asfixiante arrinconar con métodos rígidos anquilosados a cal y canto. Las realidades del Espíritu deben ser agrandadas en salidas cada vez más libres. La oración litúrgica puede ser tan mística como el éxtasis esponsal en el desierto.
    En las tres primeras se busca tener un corazón que escuche, leb shomea la Sabiduría de Dios. 1 Re 3, 9 Las llamaremos diálogo, reflexión, afectiva. Ésta en relación con las emociones o pasiones de amor odio deseo aversión gozo tristeza ira esperanza desesperación audacia temor y sexualidad. La mancumunicación del Deseo y la Sexualidad con el Espíritu maduran la vida en el Amor. Freud y Jung atisbaron lo numinoso que existe en el fenómeno sexual. C. G. Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos La cuarta es una cierta transición de las virtudes a los dones del Espíritu. Es la simplicidad quietud o hesijía que percibe a los Tres, sin hacer nada porque en la nada está el Todo, por Trascendencia e Inmanencia. En las tres últimas Dios sigue integrando mis facultades. El gusano se envuelve en su capullo, se hace crisálida y muere, no hay transfiguración sin cruz. Las sombras son aceptadas y controladas. La bella y la bestia. El jorobado sordo de Notre Dame y la gitana  Esmeralda de Victor Hugo. Blog 195. Luchar contra las sombras y tinieblas del mal espíritu En la quinta integra imaginación instinto o estimativa y sentido común que reúne las percepciones de los demás, inteligencia voluntad memoria. En la sexta tacto vista oído gusto y olfato. En la séptima se produce la transformación en Evangelio de Totalidad por la misteriosa interpenetración de la Gracia. La mariposa monarca vuela hacia la Trinidad, Toda en Todo. Ya no son necesarias cubetas, norias y arcaduces. Llueve a cántaros entre el Cielo y la Tierra. Puede haber eclipses y sequías. Albert Camus nos recordaría que siempre somos exiliados, extranjeros en la Tierra prometida. Heb11, 9 El Sísifo de los griegos y la xeniteia o destierro voluntario de los monjes, luchando por algo que se nos escapa. Además, Dios impulsa al Supermercado de las obras, que son amores y no buenas razones, para que el Mundo se vaya transfigurando en Iglesia transfigurándose en Reino.

    3. Servidor inútil de todos. Yo estoy entre ustedes como el que sirve. No he venido para ser servido sino para servir. Somos servidores inútiles, hicimos lo que debíamos hacer. Lc 22, 27, 17, 10 y Mc 10, 45 El signo más contrario al discípulo misionero, clérigo consagrado o laico, que se va configurando con los rasgos de Jesús Amor Humilde, es el patrón y propietario autoritario gritón prepotente y despótico. Ese que impone sus propias voluntades, y manipula a los demás para que lo sirvan en sus intereses, de lo contrario los castiga o los elimina. El servidor lava los pies, el patrón mandonea a que se los laven. El servidor hace crecer a los demás, el patrón los disminuye o los anula. El servidor humilde es mirado y acogido por Dios, como María, el patrón soberbio pierde el sentido de Dios, único Señor de la persona humana. El servidor está preocupado por el bienestar de sus hermanos, el propietario por su carrera y sus negocios. El servidor anuncia a Jesús y el depósito de la fe, el propietario se anuncia a sí mismo. El servidor ocupa con alegría el último lugar, el propietario vive avinagrado si no está en el primer puesto. El servidor permanece con Jesús, no baja de la Cruz y no le interesa contentar a los demás, el patrón se aferra a sus criterios y cede al aplauso diabólico. El servidor abre las puertas al gozo del Reino, el propietario las cierra, ni entra él ni deja entrar a los otros. El servidor de todos está siempre en salida incluyendo a los demás, el patrón se encierra y los excluye. El servidor es amable comprensivo y propositivo, desaparece y no llama la atención, el patrón es un espectáculo agresivo, impositivo buscador de reconocimientos y fanfarrias. El servidor cuida cada vida humana inviolable sagrada y de eterno valor, el patrón las descarta cuando no le sirven. El servidor edifica puentes de unión, el patrón muros de división.
    La catarsis, la iluminación tabórica y la théosis o unión con Jesús nos permite discernir el servicio evangélico de la voluntad de poder. Resaca satánica y egolátrica que se levanta ante el Servidor de Yahveh Todopoderoso. La Cruz Transfigurante nos hace servidores inútiles, ya que todos los talentos los recibimos de la Trinidad. Mt 25, 14-30 Responsables del Proyecto de Dios para hacer un Mundo Nuevo. El esquema viejo está pasando. Fijos los ojos en la Pascua del Crucificado al Resucitado, mors janua Vitae. Practicar, obrar, Trabajar desde el Orar y Leer para el bien de los hermanos y el universo. Eso es ser espirituales. Sin este signo de compromiso familiar, comunitario, cultural, historicogeográfico y con el Pueblo, la mística del Verbo se diluye al no tener piel. Es deserción del Evangelio. Ilusión, disociación patológica, alucinación de la Única Imagen Realidad que es la Totalidad del Cuerpo de Cristo. Col 2, 17, Moradas 7, 4, 8

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