miércoles, 18 de abril de 2012

85. Pautas para copensar, cosentir y contactar con Orar Leer Trabajar: Jn 3, 14-21


    Como Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre, sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida Eterna. Sí, Dios Amó tanto al mundo que le entregó a su Hijo Único, no para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que obra mal odia la Luz, el que obra conforme a la Verdad se acerca a la Luz. Nicodemo, es un judío fariseo, maestro y miembro del sanedrín, su nombre griego es significativo Triunfo del Pueblo. Jesús le habla de ser levantado a lo alto de la Cruz, como les hablará a los griegos que lo quieren ver cuando su entrada en Jerusalén. Jn 12 La muerte y resurrección de Cristo atraerá a todas las naciones para congregar por el Espíritu en la unidad a los hijos del Padre que estaban dispersos. Jn 11, 52 La creación es una estructura relacional de Vida Verdad y Amor en unidad, lleva el sello de la Trinidad. De ahí las trilogías o palabras de los Tres, donde las relaciones, ser de y para otro, no modifican la única substancia, ser en sí.
    Orar Leer Trabajar. Son los tres primeros verbos de la Esperanza Viva que, sin anunciarnos a nosotros sino siendo ecos y continuadores de la Obra del Hombre Dios, 2 Cor 4, 5 no sólo proponemos a los cristianos sino a todos los seres humanos. Nos dirigimos al mundo, teatro de la historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias, al mundo creado y conservado por el Amor del Creador a imagen de Cristo, puesto bajo la servidumbre del pecado, pero liberado por el mismo Crucificado Resucitado, al romper el poder del demonio, para que sufra la alquimia del Proyecto de Dios y llegue a su Consumación por el Camino orante, la Fraternidad universal, y la Ecología cósmica. La disgregación diabólica, distinta de la diáspora o dispersión bíblica, desarma el Encuentro con la Encarnación Pascual Trinitaria en Unitotalidad Cosmoteándrica.
    Orantes en comunión para la misión. Son otras tres palabras que, como las demás quieren explicitar, desarrollar y matizar la tríada del título. Inquirimos por la oración, que para los católicos tiene su Centro en la Eucaristía, la liberación del peligro de la idolatría que nos acecha por la concupiscencia. Nuestra vida se unifica en la adoración del Dios Trino y Uno, salvándonos de la infinita dispersión a que los cambios profundos acelerados y globalizados, que llevan a desequilibrios contradictorios e interrogantes fundamentales, nos imponen en este cambio de época. La idolatría es una perversión del sentido religioso innato del hombre que aplica a la creatura lo que sólo debe al Creador. Entrando con amor, respeto y solidaridad en diálogo servicial con la familia humana, para aprender de ella y compartir a Cristo; parecería inútil la proposición de orar a los ateos, agnósticos u otras culturas que no la consideran. La iniciativa de Dios, que nos hace buscar la Verdad a este problema no resuelto que es cada uno, basta para estar en el Patio de los gentiles del Templo del Único Señor del mundo. Leer es fraternidad con el ausente, comunión es comunicación con la Presencia y los presentes. Trabajar no es canija de pacotilla, sino la misión que surge del envío de los Tres.
    Lectio Consideratio Collatio. En el libro hay decenas de pautas diseminadas para no quedar encastados en desolladuras y subir a preciosos malecones para zambullirse en la ciencia, filosofía y teología que pide el diálogo guiado. Somos oyentes y hacedores del Verbum Domini, por eso hacemos Lectura de la Estrella Radiante de la mañana, rodeada de estrellas que son sus pequeñas traducciones santos y doctores en la Tradición. Desde lo Sideral, con Consideraciones, discernimos nuestras Desideratas. Y pasamos a la Collatio o sínodo con primado, que no separamos de la Actio martirial. Dado que el sujeto de toda reflexión sobre la Biblia es el Pueblo de Dios, el Christus Totus, el Templo del Espíritu; mi consideración de la Palabra no es sólo una investigación individual o Yo profesional, que puede tener su espacio y su momento, sino la comunidad el Nosotros interdisciplinario, los que concaminamos alrededor del Resucitado, quien tiene el Primado en Todo. Col 1, 18 
     San Juan Casiano nos muestra como en cada Collatio o Reunión varios aportan, pero hay un Anciano que coordina, por tener una plenitud de sabiduría y autoridad de augere que hace crecer a todos por obra de todos. El conciliarismo, práctica canónica aceptada en el siglo XV que llevó al Concilio de Constanza, XVI ecuménico, 1414-1418 para librar a la Iglesia del Gran Cisma de Occidente con tres Papas al mismo tiempo, nunca fue de fe, prima sedes a nemini iudicatur. Sin embargo es una constante tentación del nihilismo anárquico.
     No puede haber comunidad sin cabeza por razón y por fe. La Collatio siempre es un sínodo con primado, quien también está sometido a Dios y leyes, con conocimientos y capacidades de mantener una gozosa convivencia en medio de los conflictos que no faltarán. Al querer cumplir el Envío, Misión y Proyecto, de la Trinidad; autoridad y obediencia, que tienen decenas de maneras de ejercerse según la espiritualidad de cada comunidad, no son dos realidades distintas ni mucho menos contrapuestas, sino dos dimensiones del Evangelio, de participar en la entrega de Jesús, pues su Autoridad y su Obediencia están personificadas en el mismo Cristo. Dios quiere que se obedezca a quien preside, no porque la orden esté siempre conforme a Su voluntad, sino porque es voluntad de Dios que se obedezca a quien preside, como una mediación humana que hace presente el misterio del Espíritu que nos encamina y guía a la Iglesia a la Verdad Total. Jn 16, 13 El que preside, sin actitudes perimidas de dominio y paternalismo; por la oración, el estudio, el consejo de peritos y el diálogo que suscita la obediencia voluntaria en el respeto de la persona humana a la que se dirige como hermano entre hermanos; tiene la obligación de buscar lo que Dios quiere. En caso contrario, más que representar a Dios, se arriesgaría con peligrosa temeridad a ponerse en lugar de Dios.
     El primado es un carisma y elección que cual padre madre, profeta y pastor, por experiencia y esfuerzo educativo, puede entregar y transmitir en interconectividad con el grupo, lo antiguo y lo nuevo en ardor, metodologías y contenidos teológicos, filosóficos y científicos actualizados. La presencia latinoamericana en el escenario tecnocientífico del mundo es escasa y casi no ha variado desde el 2000. Es de apenas un 3%, y tres países Brasil, México y Argentina concentran el 90% de la inversión en investigación y desarrollo. Una Collatio con primado es turgente y fecunda en Cristo. Sin un buen mentor investigador y dinamizador, será desenergetizada por dementores de la calidad creativa para la nueva evangelización.

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