miércoles, 7 de enero de 2015

212. Consagración monástica a la Trinidad en estabilizar monastizar obedecer, Sal 119



    Acéptame, Señor, según tu promesa y viviré, que no quede frustrada mi esperanza. Los salmos constituyen la obra maestra de la oración. Abarcan todas las dimensiones de la historia. Referidos a Jesús el Eterno Viviente que los inspiró e intercede sin intermisión, son el elemento esencial y permanente de la oración de la Iglesia. Se adaptan a los hombres de toda condición y tiempo. El 119 es el más largo del Psalterio, un acróstico con las 22 letras del alfabeto hebreo. Canta el amor por la Palabra de Dios, Ley y Lámpara para mis pasos, Luz en mi camino. Benito lo puede haber elegido como la respuesta en Gracia cooperante, al Escucha hijo los preceptos del maestro y ponlos en práctica del Prólogo. Blog 106. Jesús resucitado y la vocación a la vida monástica Coloca en nuestros labios el día de la Profesión solemne y de la Bendición o Consagración del monje, RB, 58 y Blog 146  el versículo 116 de los 176, 22 x 8, que tiene el salmo.
    Quiere que lo cantemos en el Eje absoluto del monacato, la Synaxis o Eucaristía, luego del Evangelio y la homilía, antes de la Presentación de las ofrendas con el pan y el vino. La primera oblación será la cédula de la Consagración firmada sobre el altar, signo de Cristo al que besa. De inmediato, el neoprofeso se arrodilla con humildad a los pies de su Abad y de sus Hermanos pidiendo que oren por él. Se le da la Bendición y se le coloca la cogulla, envoltura de la mortalidad de Cristo para que lo revista al final de su Inmortalidad. La inclusión esencial de lo mariano en la comunión de los santos dentro del carisma monástico se testifica en la cédula al escribir que la Promesa de estabilizar monastizar y obedecer hasta la muerte, según la Regla de san Benito, se hace delante de Dios y de todos sus Santos, en este monasterio de la Orden Cisterciense E.O. construido en honor de la Bienaventurada Madre de Dios y siempre Virgen María. C. 56 A través de la transubstanciación, en el seno de María y en el corazón de la Iglesia y el Mundo, buscamos la transfiguración hacia la Resurrección Universal. Mediante la Consagración monástica, la Iglesia consagra al monje que se integra en un cenobio para vivir el Misterio Pascual. Ese Misterio es de quien muere de una vez por todas para que la muerte ya no tenga dominio sobre él. Es el Misterio de la Fidelidad anticipada del Reino de los Cielos. Pablo VI
    El Blog 199 tiene 50 trilogías del carisma monástico mariano. Pormenorizamos tres. 1. Profesión, Bendición o Consagración total al Dios Trino, en Jesús Amor Humilde, consepultados en su Tumba Anástasis de Unitotalidad con todos los Santos. 2. Estabilizar Monastizar Obedecer según la Regla de san Benito. 3. Por el Verbo hecho carne, Ícono de la Trinidad, Ícono de de los hermanos, Ícono del Universo.
 

    Profesión solemne. Certa bonum certamen fidei, apprehende vitam aternam, ad quam vocatus es, et confessus es bonam confessionem coram multis testibus. 1 Tim 6, 12 Dos palabras que pueden dar lugar a no pocos malos entendidos. Resulta que Professio en latín es mostrar, publicar, dar a conocer, como cuando hacemos profesión o confesión, homologían de nuestra fe trinitaria. No es una profesión que elijo. Es una vocación que me elige. No es imposición de ideologías, ni de religiosidad irracional, ni de confesionalismos fanáticos. Es la regalada exposición de la Belleza dada al mundo. El anuncio de una creación artística, si a usted le gusta se la lleva sino la deja. La proposición en fonemas de que he sido encontrado por la liberación espiritual en Cristo.
    Solemne no significa principesca solemnidad, ajena al desaparecer amando hacia el Resucitado, propio del monje pobre con Cristo pobre. Sollemnis es un término canónico, para sus tres votos. Inmolarse en sacrificio de amor no guardándose algo. Implica la desapropiación en pobreza y castidad con Jesús y los pobres, sin reservarse nada de sus bienes. Ni del uso de su sexualidad debido a la continencia del celibato por el Reino, 1 Cor 7, 4 renunciando a la capacidad de adquirir y poseer. Todo él pertenece y lo recibe del monasterio.
    La Profesión es un sacramental o signo sagrado que, imitando en cierto modo a los sacramentos, significa y obtiene, por intercesión de la Iglesia, efectos espirituales. Canon 1166 Otorga la Gracia de proclamar a su entorno lo que Dios ha hecho al llamarlo al monacato, manifestar a Dios, edificar la Iglesia, y salvar al Mundo preanunciando la Gloria del Reino Celestial. canon 573 Toma una distancia trascendental de las cotidianas menudencias creadas, mas no se escapa de ellas. Al contrario las une, por el ferviente amor sobrenatural, a la Trinidad Increada. Seleccionar frijoles, limpiar el baño, barrer el jardín, cepillarse los dientes, colaborar con los hermanos. Todo hecho con el ligamento vinculante del amor que nos hace permanecer, ménei en Dios. 1 Jn 4, 16 y Blog 70 No es lo que hacemos lo que vale, sino el amor a Dios con que lo hacemos. Cómo es posible, se preguntaba Abelardo, que el Padre se complaciera en la muerte de su Hijo Inocente, y por ella se reconciliara con nosotros, que cometimos el más grande de los pecados, el de asesinar al mismo Dios. No se hubiera podido perdonar el pecado menor, o sea el original, sin tener que cometer ese horrendo pecado muchísimo mayor. San Bernardo le contesta, lo que agradó al Padre no fue la muerte de su Hijo, ni el pecado de ejecutarlo, sino la decisión de su Hijo que murió en plena libertad por puro AmorCarta 190, 21 No es la cruz lo que vale, sino el Amor en la Cruz. Eso es pasar a la Otra Dimensión, a la dulzura de la Unitotalidad. Blog 205. Puerta hacia el Otro Universo Absoluto y la Ternura de Helfta, Blog 124. Ligamentos que nos energetizan en fe para Evangelizar y Blog 165. El Espíritu Amor que pone en relacionalidad servicial a la Totalidad
    Es una triple Promesa definitiva que la monja o el monje hacen ante Dios, votos perpetuos, y todos sus Santos. Esto da un tinte de Totalidad, Reino y Apocalipsis. La Promesa es ratificada por una Petición escrita o cédula, en nombre de los Santos, cuyas reliquias se encuentran allí, y de su Abad. La Iglesia celestial se une a la peregrinante. Ante ésta es testigo de la Transfiguración que el Padre operó en los Santos por el Amor, ya que la Iglesia es ante todo Madre como María. Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del Altar las almas de los que habían sido degollados, esfagménon a causa de la Palabra de Dios y de su Testimonio. martyrían, Ap 6, 9



    Bendición. Vobis primum Deus suscitans Puerum suum, misit eum benedicentem vobis in avertendo unumquemque a nequitiis vestris. Hech 3, 26 Nos movemos en el Misterio de Dios. Nuestra teología es ciencia, pero no como las ciencias experimentales. Dios nunca puede ser un objeto de investigación. Él es siempre una Substancia Viviente en Tres Personas. La fe orienta en oración hacia la Luz que ilumina a todo hombre, y a participar en el conocimiento que Dios tiene de sí mismo. La bendición es un misterio revelado. Ya en el orden natural el que nos bendigan y no nos maldigan es un bien muy agradecido. El verbo BeRaK en hebreo, relacionado con adoración, energía sexual comunicadora de vida, y rodilla, designa una doble actividad. La gracia o el don que viene de lo Alto y la acción de gracias que se eleva desde abajo hacia lo Alto. Abrám recibe una bendición y en su fe, que lo transforma en Abraham, todos somos bendecidos. Gn 12, 1-3, 15, 6 y Rom 4, 18-25  No puedo quedarme con voces o sonidos, sino con el logos o inteligibilidad. Cristo debe abrirnos la inteligencia para que comprendamos las Escrituras. Lc 24, 45 Jesús es nuestra Bendición, el Bendito eulogéo que viene del Padre. Mt 21, 9 Para darnos el maravilloso intercambio entre lo Divino y lo humano. Por la Bendición suprema del Espíritu en el Cáliz de la Bendición, 1 Cor 10, 16 y nuestra Eucaristía o Acción de Gracias a Dios. Allí es bendecido el monje, que permanece en el Desierto, bendiciendo sin cesar con Jesús que asciende, eulogeîn, Lc 24, 51 a toda la humanidad y el cosmos.
    Dios y Padre nuestro, bendice a este hijo tuyo que se reviste del hombre nuevo, creado en la justicia y en la santidad de la Verdad. Tú, al comienzo del tiempo, hiciste un mundo bienaventurado. Aunque destrozado por el pecado de Adán, prometiste un cielo nuevo y una tierra nueva. En los orígenes nos mostraste a Abel como modelo de una vida inocente. De tu amado Pueblo hebreo hiciste surgir hombres santos y mujeres preclaras por toda clase de virtudes. De manera especial resplandecen Abraham, Moisés, Isaías, Ben Sirá y María la Hija de Sión. La tierra se la encomendaste a los hombres, para que la hiciesen fecunda con su trabajo, y recorriendo sus caminos, dirigiesen sus pasos hacia la Ciudad Celestial. Pero a tus hijos, iniciados en los Divinos Misterios, los congregaste en tu Iglesia santa, y les distribuiste diversos dones carismáticos. Para que unos te sirvan en el santo matrimonio. Y otros, renuncien al matrimonio por el Reino de los Cielos. Tengan en común con sus hermanos todos los bienes. Y te amen y se amen con tanta intensidad que lleguen a tener un solo corazón y una sola alma, llegando a ser signo de la Trinidad Familia Eterna. Te rogamos que envíes tu Espíritu Consolador sobre este siervo tuyo, que se adhiere con fe inquebrantable a la Palabra de Cristo. Robustece su ser, y confirma su vida con la doctrina del Evangelio. Haz ferviente en él el amor mutuo. Dale un celo ardiente por la salvación de los hombres a quienes Tú amas con Infinito Amor. Haz que resistiendo con virilidad las luchas de esta vida, reciba el ciento por uno que Jesús prometió a los que lo siguen sin condiciones. Y al fin de su peregrinación recíbelo en tu Casa, con todos tus Santos, por los siglos que nunca tuvieron principio y jamás tendrán fin. Partim ex Ritual cisterciense, 2004



    Consagración. Vos autem genus electum, regale sacerdotium, gens sancta, populus in acquisitionem, ut virtutes annuntietis eius, qui de tenebris vos vocavit in admirabile lumen suum. 1 Ped 2, 9 Consagrar significa apartar una persona o cosa y entregarla al servicio del Señor ante quién y por quién debe desgastarse en parte o en su totalidad, según lo que en alianza se prometa. Es separarla de la dimensión de lo profano para colocarla en la Dimensión de lo Sagrado, de lo Aterrenal, hágios en el Santo de Dios que es el Resucitado. Es pasar del orden de la creación al de lo Increado, de lo natural a lo Sobrenatural en intimidad con Dios. Puede tratarse de una entrega que no cambia mi estado de vida, o cambiarlo por completo con la vida consagrada. Este estado no afecta la estructura que por institución divina tiene la Iglesia de ministros sagrados, obispos presbíteros y diáconos, y los laicos, pero pertenece a la vida y santidad de la misma. C. 207 
    Por la profesión solemne de los tres votos de estabilidad en el lugar, la politéia o conversatio morum, y la obediencia, el monje es consagrado a la Trinidad e incorporado a la comunidad que lo acoge. Renueva, revivifica y reenciende la consagración ya recibida en el Bautismo y la Confirmación. Expresa su total consagración para siempre en la Eucaristía, preparada y prolongada por la Liturgia de las Horas, en su entrega a la Virgen con José y todos los santos, en la unión fraterna, en la soledad y el silencio, en el Orar Leer Trabajar, en la plegaria incesante, y en las demás observancias propias de la disciplina cisterciense. Monja o monje es quien siente el llamado apremiante del Adviento del fin de este mundo, 1 Cor 10, 11 cuyo esquema, sjêma o anteproyecto pronto pasará. Es quien llora como si no llorara y se alegra como si no se alegrara. 1 Cor 7, 29-31 El Reino se ha iniciado pero no está consumado en su Totalidad. Por eso entra en el Verbo hecho Cuerpo Resucitado, Libro, Sacramento, Iglesia y Cosmos. Blog 11. La Palabra hecha Carne, Libro, Sacramento, Comunidad y Cosmos El fin de los siglos ha llegado, y la renovación del mundo está decretada de manera irrevocable. Se anticipa en este siglo, pues la Iglesia, ya aquí en la tierra está adornada de verdadera santidad, aunque todavía imperfecta hasta que lleguen los cielos nuevos y la tierra nueva donde habita la Justicia que nos hace a todos santos. 2 Pe 3, 13, Blog 51. Adviento en la vida monástica, abrir la puerta de la fe con el Palabra
    Las Tres Personas son el autor principal de la consagración. Es Dios quien le da la vocación al monje, como le da la Gracia para formarse y consagrarse, sirviendo en una donación completa hasta la muerte. Todo se hace por ministerio de la Iglesia, para manifestar el desposorio admirable entre Jesús y su Cuerpo Místico. Regla de Benito y Cantar de los Cantares son indesligables en la mística esponsal. Como lo son la mutua iluminación entre virginidad y matrimonio. El amor se funda en la mutua libertad de la Alianza propia del judeocristianismo. Eso es claro en el sacramento del matrimonio, donde Jesús el Hijo muy amado del Padre, ofrece su amistad a los esposos para que se empapen y crezcan en el Amor, que es su Espíritu vivificante. Es como si cada uno declarara con toda la transfiguración de su sexualidad corazón y cerebro, somos dos en una sola historia, por eso te reconozco, te valoro y te amo. Tú eres la persona más importante en mi vida y ya no morirás jamás. Porque te hago entrar en mi cuerpo en mi alma y en mi espíritu, hasta aquella intimidad en que he entablado una relación de amistad trinitaria con el Amante el Amado y el Amor. Nuestros cuerpos se han despertado en el abrazo del deseo. Quiero que despiertes ahora a mi amor por el Resucitado. Quiero darte la seguridad de que Él te ama con cariño a través de mi entrega, figura, palabras y gestos. Y experimentar el éxtasis de que tú me dices lo mismo. Blog 14. Alianza libre en el amor mutuo que transfigura
    La existencia del monje se hace culto continuo de holocausto a Dios Padre por el Espíritu del Amor. De ahí que se consagre en la consagración por antonomasia, la del pan y el vino, en el Cuerpo y Sangre de Verbo hecho carne. Es una epifanía de lo Sagrado, como una estrella muestra el camino hacia Jesús. Encuentra la Transfiguración y una multitud invisible la encuentra a su lado. Si no se transfigura y resplandece con el Sol manifestando al Santo de Dios, fallará en la misión que Dios le encomendó.
    Este riesgo se ha agravado por la época de increencia e indiferencia religiosa que nos ha tocado. La sana secularización, respeto por la autonomía de las realidades terrenas, se ha transformado en un secularismo deletéreo haciendo surgir una grave crisis cultural y espiritual. Se pierde la verdad sobre la persona humana. Un nihilismo antropológico reduce al hombre a sus instintos y tendencias primarias, a su psicología, a la satisfacción de sus pulsiones sexuales y a la búsqueda del bienestar material. El secularismo, que resalta lo profano, va de mano con la falta de captación del pecado y de lo que Trasciende todo lo creado, el Misterio de lo Santo, de lo Sagrado. La desacralización se ha infiltrado algo en la Iglesia, en ritos, cantos, música, expresiones, maneras de vestirse, arquitectura, formas de vivir y celebrar. A los consagrados, a pesar de nuestros pecados, se nos desafía a ser Confesión de la Trinidad, Signo de fraternidad, Servicio en el Amor, Indicios del Reino Futuro. Si esto se obnubila, perdemos identidad y nuestro aporte espiritual se esfuma. No podemos transar con la mundanidad, como Jesús nunca transó con los métodos mundanos. Al contrario, se consagró para consagrarnos en Él, dándonos la Gloria del Padre, para manifestarla al Mundo. Jn 17, 14-22
    Su comunidad eclesial como todo cuerpo humano, está expuesta a enfermedades y tentaciones, al mal funcionamiento. El monje no es ingenuo. Tiene que estar alerta y observar los vicios como lo hacían los Padres del Desierto. Huir de olvidar el Amor que nos tiene el Padre, los logismoi y las virtudes del Evangelio. Caer en las malditas ocupaciones. Perder la sensibilidad humana y de Jesús. Llevar doble vida. Maldecir en vez de bendecir. Ceder al exhibicionismo la curiosidad los chismes difamaciones y calumnias. Acumular contra la simplicidad y austeridad monástica. Promover grupos cerrados al copensar cosentir contactar. Buscar el carrerismo.
    San Benito no pensaba en la triple Promesa como si fueran tres votos separados. Aunque hoy es así, y está bien. Su mirada es más amplia, y ambas cosas deben ser mantenidas. Él buscaba indicar una trilogía de vasos comunicantes que envolviera en unitotalidad a los otros muchos aspectos de la vida monástica. Permanecer en Jesús, perseverando en su comunidad, estable en su monasterio. Convertirse cada vez más a los valores y virtudes propias del monacato. Escuchar lo que el Espíritu dice a las Iglesias, y guardar docilidad a la Regla, al Abad y a la obediencia mutua entre los Hermanos. 
    Juan Casiano cuenta que con su amigo Germán hicieron, por el año 380, su deliberada Promissio en el Monasterio de Belén. Delante de todos los Hermanos. En la gruta donde nació nuestro Señor del aula útero virginal. Y a nuestro Señor tomamos por testigo. Col. 17, V Este delicado memorial de la Virgen señala para nosotros la importancia esencial de María en la consagración monástica. Ella, con su nombre nuevo Kejaritoméne Gratiaplena, es la garante y el paradigma de un monacato Trinitario orante en comunión para la misión. El triunfo de la Divina Gracia sobre el pecado del hombre. Dios otorga, como a María, a cada monje en particular su Gracia sólo de modo que beneficie a todo el Pueblo de Dios. De manera preferencial a los más pobres y descartados. Curando heridos en hospitales de campaña y cuidando la ecología de Los Nadies. Para que entre en interrelación con los Tres, los ángeles, los hombres y el universo, y así construya el Cuerpo Total de Cristo. El irrefrenable amor a María y a los Santos tiene tanta importancia porque expresa el poder transformante de la Gracia, la autocomunicación del Creador Absoluto a la creatura relativa, junto con la capacidad de la libre aceptación. La humildad que nos pide la multitud de la comunión de los Santos es estar contento de ocupar el último lugar, ceder el sitio a los otros para que crezcan y yo disminuya, y vivir bien con las diferencias generacionales. Jóvenes Promesa, adultos Servidores, Ancianos Memorial. La Eucaristía, Dios lavándonos los pies y alimentándonos, nos hace a todos servidores inútiles, intercesores para que llueva la Gracia de Dios. Blog 180. El Amor Humilde de Jesús en el corazón benedictino



    Escucha, Juantzin Juan Diegotzin, el más pequeño de mis hijos, ten por cierto que no son escasos mis servidores, a quienes encargo que lleven mi Aliento y mi Palabra. Pero es necesario que tú vayas y por tu intercesión se realice mi querer. Ve otra vez mañana a ver al obispo y hazle saber mi voluntad, que se haga aquí mi templo. Y que yo en persona, la Siempre Virgen Santa María, la Madre de Dios, soy quien te mando. Nican Mopohua María hubiera podido presentarse de manera directa a Zumárraga, pero sigue el modo de actuar de Dios, asocia al hombre a su acción bienhechora a favor de la humanidad y del cosmos. Ese es el Misterio de la mediación intercesora. Moisés es la figura cautivante de la oración de intercesión que tiene su plenitud en el mismo Dios Hombre. Cristo Jesús Único Mediador entre Dios y los hombres, que está siempre vivo para interceder en nuestro favor, junto al Espíritu Santo, que intercede por nosotros con clamores inefables. 1 Tim 2, 5, Heb 7, 25, Rm 8, 26-28 Guadalupe nos confirma en nuestra vocación de discípulos orantes en comunión para esta misión contemplativa evangelizadora. María nos muestra la fuerza misionera de la intercesión, que no nos aparta de la Trinidad ya que la contemplación que excluye a los demás es un engaño. La intercesión lleva a las creaturas al Seno de la Trinidad. Así la Energía, la Palabra y el Amor de Dios, se derraman en toda la creación. Zumárraga, con lágrimas y tristeza, oró y le pidió perdón a la Estampación de la Virgen de no haber puesto por obra lo que Ella le mandaba. Y la Casita se levantó. La iniciativa partió de Dios y de su Madre, pero sin la intercesión de Juan Diego, un viudo empobrecido de 57 años, no se hubiera realizado.
    Acéptame, Señor, según tu promesa y viviré. La monja o el monje entran en la Vida cuando profesan y son bendecidos o consagrados para buscar la transfiguración de toda su comunidad, de la Iglesia y del mundo en este suelo pobre. No el brillar soberbio y vanidoso de una super estrella luciferina, sino la verdadera libertad y humilde creatividad de desaparecer amando en millones de galaxias que son los infinitos rostros de la Totalidad de Cristo. Porque donde brilla el Sol, no tienen luz las estrellas. Liturgia de las Horas Pregunta a cien católicos sobre qué es lo más importante en la Iglesia. Te contestarán, la Misa. Pregunta a cien católicos sobre qué es lo más importante en la Misa. Te contestarán, la transubstanciación. Diles a cien católicos que lo más importante en la Iglesia es su transformación. Se enojarán. No, todo debe quedar como está. L. Zenetti, Inconsecuencias, Frankfurt Bockenheim

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