Blog 342. Trinidad Jesús Iglesia, teología espiritual hacia la mística católica, Rom 8, 2-4
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En el Blog 341 terminamos en el número 12, seguimos ahora la exposición desde el 13. Luego con el Blog 343 lo haremos desde el punto l. Experiencia y fenomenología mística. Buscamos dar unidad a esta parte, la más importante, de la antropología teológica basada en la Misterio de la Gracia Divinizante Increada y creada, hasta después de la muerte, ser lucesitas en la Luz Invisible del Cuerpo Pneumático del cosmos, Jn 8, 12, φῶς ἐκ τοῦ οὐρανοῦ, Hech 9, 3 a semejanza de la Luz del Resucitado. 13. La Ley del Espíritu de la Vida en Cristo Jesús, ὁ γὰρ νόμος τοῦ πνεύματος τῆς ζωῆς ἐν Χριστῷ Ἰησοῦ, te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Y Dios lo hizo enviando a su propio Hijo. Enfatizando algunos de los estudios de Charles André Bernard, 1923-2001 seguiremos sondeando en la Teología Espiritual. Lo elegimos por sus más de 200 escritos entre 1949 y 2001, medio siglo publicando desde que era un estudiante de filosofía en la Sociedad de Jesús hasta su muerte, y por su profundidad e interdisciplinariedad. Tomados de su mano y de otros autores, ahondaremos en la Mística, la Theoría physiké y theologiké. Esa experiencia misteriosa que percibe al TrinoDios y su creación en Jesús, por una atención contemplativa tanto en la interioridad como en la actividad. En el sufrimiento como en el gozo. En lo apofático de la desfiguración en Getsemaní o lo catafático de la transfiguración en el Tabor. En la soledad y el silencio orantes como en la lectura o el servicio laborioso a los hermanos y la ecología. Cual camino hacia la transfiguración en Cristo. Debido a que no separamos mística de ascesis, Gracia operante de Gracia cooperante, theoretiké de praktiké, habrá incursiones en ejercicios espirituales. No dejaremos de tener en cuenta ante todo, la Autorrevelación de Jesucristo en la Biblia, la Tradición y los pasos evangélicos desde hace años enunciados y comentados.
1. Trinidad
y Jesús 2. Iglesia como Eco 3. Persona libre en escucha
Llamado
Kerigma Metánoia
transmentalidad conversión
Discipulado
Catequesis Koinonía
mente común con Jesús
Misión participativa Mistagogía Akolouthía seguimiento conformación
14. La Théologique Mystic, 2005 es el cuarto tomo, no terminado y póstumo de tres anteriores que hacían de introducción a la inmensa unidiversidad de la mística católica. I. Le Dieu des mystiques. Les voies de l’interiorité, 1994 II. Le Dieu des mystiques. La conformation au Christ. III. Le Dieu des mystiques. Mystique et action. Aparte tendremos en cuenta otros libros tales como Théologie affective, 1984 Teologia Spirituale, 1989 Théologie symbolique, Le Coeur du Christ et ses symboles, y La spiritualité du Coeur du Christ. No citaremos estos libros a cada alusión que hagamos a ellos. Importante tener en cuenta que, no pocas veces, mezclaremos lo que piensa Bernard con nuestras u otras opiniones. Lo que nos interesa es mostrar lo difícil que es expresar la experiencia de Dios. La Teología Espiritual es una disciplina científica teológica, especie de antropología sobrenatural que no deja de lado las ciencias humanas, pero basada en los principios de la Revelación, estudia la experiencia espiritual cristiana, describe su desarrollo progresivo y da a conocer sus estructuras y leyes. La vida espiritual no es un invento ni una iniciativa nuestra. Depende de la libre comunicación de la Vida Divina de la Trinidad en la Luz del Verbo Encarnado dentro de su Iglesia sacramental en el mundo. Esto implica vivir en Gracia, con sus virtudes dones y carismas, peregrinando hacia la visión y la resurrección universal. E implica tener conciencia del Don, y de mi respuesta espiritual al Don. Sin ese concurso libre con las Tres Personas, como vemos sobre todo en los santos y doctores espirituales de la Iglesia, la experiencia o contacto pneumatológico llega a desaparecer. Nadie se hace cristiano por un camino de rosas, hay un precio a pagar. Joseph Fadelle, Le prix à payer El sujeto es el ser humano que se va transformando por la infusión de la Gracia, de pecador en hijo adoptivo de Dios, manteniendo relaciones interpersonales con Él. Y lo hace en todo su ser, en sus sentidos, en su afectividad, en su complementariedad sexual mujer varón, y en sus disposiciones personales, sociológicas y ambientales hasta alcanzar un humanismo sobrenatural. En los cambios del desarrollo progresivo habrá que evitar el gatopardismo, G. Tomasi di Lampedusa, Il gattopardo muchos cambios para que en mí, o entre nosotros, nada cambie. O el frío paralizante de la nieve en Massachusetts, Edith Wharton, Ethan Frome sino actuando modo divino con los dones del Espíritu Santo.
15. La dimensión mística. Hay un progreso espiritual hacia la plenitud, santidad o la perfección del télos, porque nos vamos acercando paso a paso hacia la muerte de esta vida peregrinante y la entrada en la Vida Eterna. No es en todos igual y está perturbado por nuestros pecados que pueden llevar a un retroceso y hasta desaparición. Este progresar se va desarrollando en diversas etapas que por lo general reducimos a tres, purificativa o incipiente, iluminativa o avanzada y unitiva o perfecta. Presupuestos la concepción el peregrinar y la muerte podemos distinguir cinco fases interrelacionadas, imbricadas o mezcladas en el desarrollo dinámico de nuestra existencia en Cristo por el Espíritu al Padre. 1. Iniciación espiritual. 2. Personalización y crisis. 3. Madurez progresiva. 4. Ancianidad y reduccionismo. 5. Desgaste, muerte y Vida Eterna. Todo inseparable de lo que describimos arriba sobre, 1. Trinidad y Jesús. 2. Iglesia como Eco. 3. Persona libre en escucha. La mística es una simplex vel complex intuitio chiaroscura incomprehensibilis Trinitatis in Christo et Ecclesia per Gratiam, o por las Energías increadas o sobrenaturales en interpenetración de ternura viviente y personal con las Tres Personas y los logoi de su creación. Se trata de una apertura al Mysterium fidei contenido en la Eucaristía que transfigura toda nuestra vida basándose en la actuación de los dones del Espíritu Santo. Éstos actúan modo divino, desde dentro de nuestra consciencia cristídem, αὐτὸ τὸ πνεῦμα συμμαρτυρεῖ τῷ πνεύματι ἡμῶν ὅτι ἐσμὲν τέκνα θεοῦ. Rom 8, 16 Son similares a un cohete rumbo a Marte a 25.000 kms por hora, en pura Theoría θεωρία Mística que cuando va a 40.000 da la vuelta a la Tierra cada 60 minutos. Eleva la velocidad de las virtudes que lo hacen modo humano, aún las tres virtudes teologales que son superiores a los dones, alcanzan caminando a 5 kms o a 63 kms por hora corriendo, en un globo aerostático a 18 kms por hora, en un dirigible a 130, en helicóptero a 400 o en un Boing a 1.200 kms por hora. En la vida espiritual somos durmientes a traspiés sin la Luz de Cristo, Ef 5, 14 reflejada en María, los ángeles y los santos. Las virtudes infusas tienen por motor al ser humano y actúan modo humano. Los dones tienen por motor al Espíritu Santo y actúan modo divino. ST, I-II, 68. Los que se ejercitan sólo en las virtudes son como los que van a pie y se regulan de acuerdo a sus propios criterios, trabajando ellos solos. Pero los que son movidos por los dones del Espíritu Santo son llevados en las alas de un águila, impulsados por el viento que viene de lo Alto, corren sin cansancio por los caminos de Dios. Juan de santo Tomás, 1589-1644. Legislar Sapienciar Profetizar, 0090-0100
16. מִ בְּנֵ֬יִ אָדָ֗ם ה֣וּצַק חֵ֭ן בְּ שְׂפְתֹותֶ֑יךָ יָפְיָפִ֡יתָ, Sal 45, 3 Jesús es la Belleza del Verbo hecho carne, Ἐγώ εἰμι ὁ ποιμὴν ὁ καλός. Jn 10, 11 que nos hace trabajar en obras bellas, καλῶν ἔργων, 1 Ped 2, 12 De ahí la importancia de leer serenos relatos literarios y poesía alejándonos de un exceso de internet. Insistimos en el arte de ser frágiles porque la belleza nace de los límites y ser frágiles obliga a confiarse a alguien y nos libera de la ilusión de ser autosuficientes. Alessandro D’Avenia, El arte de la fragilidad. Como la poesía te puede salvar la vida. Sintonizar con la literatura es caer en la cuenta que nos muestra, por lo general de manera velada y aun sin saberlo, el arriesgado duelo que se despliega en la historia, y en cada uno de nosotros, entre el Misterio de Cristo y el misterio de la iniquidad. Lev N. Tolstoi, Los cosacos. Henry James, Otra vuelta de tuerca. César Aira, Diez novelas. Aprender de sus parodias a no tomarse demasiado en serio. Así, El congreso de literatura, donde mezcla lo gamberro delirante con lo desconcertante, al clonado Carlos Fuentes y otros en lo surrealista barroco que juega con el inconsciente, los sueños el psicoanálisis y la locura. Roberto Bolaño, Estrella distante. Chimamanda N. Adichie, Americanah. Elena Ferrante, L'amica geniale. S. Jackson, La Lotería Antes de la llegada omnipresente de los medios de comunicación, redes sociales, teléfonos móviles y otros dispositivos, la lectura era una experiencia frecuente, y quienes la han vivido saben de lo que hablo. No es algo pasado de moda. A diferencia de los medios audiovisuales, donde el contenido en sí es más completo, y el margen y el tiempo para enriquecer la narración o interpretarla suelen ser reducidos, en la lectura de un libro, el lector es mucho más activo. En cierta forma él reescribe la obra, la amplía con su imaginación, crea su mundo, utiliza sus habilidades, su memoria, sus sueños, su propia historia llena de dramatismo y simbolismo, y de este modo lo que resulta es una obra muy distinta de la que el autor pretendía escribir. Una obra literaria es, pues, un texto vivo y siempre fecundo, capaz de volver a hablar de muchas maneras y de producir una síntesis original en cada lector que encuentra. Al leer, el lector se enriquece con lo que recibe del autor, pero esto le permite al mismo tiempo hacer brotar la riqueza de su propia persona, de modo que cada nueva obra que lee renueva y amplía su universo personal. Esto me lleva a valorar de modo positivo el hecho de que, al menos en algunos Seminarios, se logre abandonar la obsesión por las pantallas, y por las venenosas, superficiales y violentas noticias falsas, y se dedique tiempo a la literatura, a los momentos de lectura serena y libre, a hablar de esos libros, nuevos o viejos, que tanto nos siguen contando. Pero, en general, hay que constatar con pesar que, en el proceso formativo de quienes se preparan al ministerio ordenado, la atención a la literatura no encuentra en la actualidad un lugar conveniente. De hecho, ésta se considera a menudo como una forma de entretenimiento, es decir, como una expresión poco relevante de la cultura que no pertenece al camino de preparación y, por tanto, a la experiencia pastoral concreta de los futuros sacerdotes. Salvo pocas excepciones, la atención a la literatura se considera como algo no esencial. A este respecto, quisiera afirmar que este enfoque no es bueno. Es el origen de una forma de grave empobrecimiento intelectual y espiritual de los futuros sacerdotes o agentes de pastoral, que se ven así privados de tener un acceso privilegiado al corazón de la cultura humana y más en concreto al corazón del ser humano, a través de la literatura. Carta de Francisco sobre el papel de la literatura en la formación. 17.VII.24. C. P. Gilman, El papel pintado amarillo
17. La experiencia mística en los miles de místicos católicos, o pertenecientes a otras Iglesias o comunidades cristianas, y religiones o culturas que también, de forma sólo a Dios conocida la reciben de Cristo y su Iglesia, nos muestran los insondables e infinitos caminos que existen para ir desde en y hacia la Trinidad en Cristo, atisbada en la mística natural o bien experimentada en la mística cristiana. Debemos descartar toda noción unívoca de mística. Por eso lo valioso de abrirse a la literatura universal. Pero al mismo tiempo, sin entrar en inútiles o legítimas discusiones dialécticas de escuelas, pues todos tenemos derecho de ciudadanía en la Iglesia o fuera de ella, no temer buscar desde nuestra humilde perspectiva, respetando la diversidad, los elementos clave y variados de lo que, de forma verdadera, podemos llamar mística católica, guardando su Unitotalidad en multitud de teologías, ritos litúrgicos y misiones de las más variadas.
a. La Mística aparece en la Primera Alianza sólo dos veces. Sab 8, 4 y 12, 6 y en la Nueva no está. Pero la Misión de Cristo de autorrevelarnos el Misterio de la Trinidad en su Iglesia para el Mundo, y ser Él el más grande Místico que jamás haya existido, es innegable. Su Vida Muerte y Resurrección son el modelo absoluto de todo místico católico. O. González de Cardedal, Cristianismo y Mística Hay más dones del Espíritu que siete. Is 11, 1-5. 1 Cor 12, 1-11 Los dones de la Confianza en el Plan del Padre, la Humildad de Jesús y el Amor del Espíritu, perfeccionando las tres virtudes teologales, son como tres sellos que nos asimilan a la Trinidad, aspirando a la Totalidad de lo Increado con lo creado. La Totalidad que fue, la Totalidad de lo que es y la Totalidad de lo que será, la abrazo en una única mirada. Porque la Totalidad de Cristo abraza Todo lo que existe, e independiente de esa Verdad, nada es conocido en su realidad. Y el conocimiento místico, que está en mi interioridad, ya contiene de alguna forma esa Totalidad. The Theory of the Religious Knowledge of Vladimir Soloviev. E. Ancilli. M. Paparozzi, La Mistica, t. I. Penetrar en la teología de la música es más fácil desde los logoi inmersos en la creación. La exploración teológica de la música de Mozart se presenta como una posibilidad necesaria. pero no porque la teología venga desde fuera, a como ejercer una violencia hermenéutica. Al contrario, la música mozartiana tiene un elemento teológico interiorizado que pide exteriorizarse y ser reconocido. Pablo Gianera
b. Al exceder todo conocer natural la fe como la mística no pueden sino ser claroscuros, están en el orden de la intuición o percepción como en una nube del no saber, no en el juicio ni en el razonamiento, y muy lejos de la Visión Beatífica del Abrazo en la Vida Eterna. Λέγω δέ, πνεύματι περιπατεῖτε καὶ ἐπιθυμίαν σαρκὸς οὐ μὴ τελέσητε. Gal 5, 16 Esta intuición numinosa tiene fluctuaciones y no estará en nosotros controlarlas, el regreso a la ascesis es lo normal, pues la mística y la ascesis cristiana son puro don de Dios. Las místicas no cristianas, sin incluir aquí a la mística judía e islámica, dan gran valor a las técnicas y al esfuerzo humano para alcanzar ciertos tipos de experiencias que en general tratan de excluir lo material. Esto es algo inimaginable para el católico que vive ceñido a la Trinidad en la Encarnación del Verbo unido a toda la humanidad y el cosmos. Soy más amigo del viento. Señora, que de la brisa. Hay que hacer el bien de prisa. El mal no pierde momento. J.M. Pemán, 1897-1981
c. La Mística θεωρία es parte del desarrollo normal de la vida espiritual y no debe confundirse con los así llamados fenómenos místicos extraordinarios, ni sólo con la oración transfigurada en contemplación gozosa o sufriente. También hay mística unida al pensar leer escribir o hablar con sabiduría entendimiento consejo o ciencia, o a cualquier actividad y trabajar con fortaleza que se convierten en laboriosidad evangélica. Εἰ ζῶμεν πνεύματι, πνεύματι καὶ στοιχῶμεν. Si vivimus Spiritu, Spiritu et ambulemus. Gal 5, 25 Sin el Espíritu de Cristo, enviados sin cesar en misiones invisibles por el Padre, la Iglesia no podría adelantar ni aumentar o evangelizar en profundidad sobrenatural. G. Ruhbach y J. Suclbrack, Grandi Mistici. Dal 300 al 1900
f. La siempre Virgen María, Inmaculada Madre de Dios Asunta al Cielo, Figura de la Mujer Iglesia que es una mística Persona unida a Cristo, poseyendo esa plenitud de la Gracia propia del más grande de todos los simples seres humanos, que la refusiona por encima y acompañando a la jerarquía los consagrados y los laicos, es sin lugar a dudas el paradigma más importante de la Mística. Por supuesto sin confundirla con la Única Humanidad Divina distinta al Infinito transmetafísico, del Theántropos Jesús. Lo antropológico de la mística se fundamenta en la Gracia, y Ella, con su nuevo nombre, Κεχαριτωμένη, Gratia plena, Vetus Latina, Ave Gratificata. Agraciada mucho antes de la misma Anunciación ya tenía la Plenitud de la Gracia, la de la Inmaculada, dada desde el instante de su concepción para su Maternidad. M.J. Scheeben, Las maravillas de la Gracia divina. I. de la Potterie, Marie dans le Mystère de l’Alliance La Virgen María es indisociable de la Liturgia y debe estar en todas las formas de nuestra piedad diaria, siempre que se presente con claridad la nota trinitaria, cristológica y eclesiológica que le es intrínseca y esencial. Piedad que debe ser bíblica, ecuménica e interreligiosa, antropológica y ecológica, adaptada a las adquisiciones cambiantes de las ciencias, la psicosociología, y la concepción de la mujer en la actualidad desde lo filosófico y teológico. Pablo VI, Marialis Cultus La Virgen tiene un sobreabundante empuje personal y pastoral inigualables, como suprema Maestra de la vida espiritual, para iniciar o hacer crecer en los caminos místicos. Es Virgen oyente, orante, madre y oferente, repitiéndonos hagan lo que Jesús del diga. Gn 41, 55. Jn 2, 5
g. Pensar, hablar y actuar en la Trinidad y el Corazón Conciencia de Jesús. La persona espiritual tiene características que ciertos autores llaman el Fruto del Espíritu, ὁ δὲ καρπὸς τοῦ πνεύματός. Gal 5, 22-24. Jn 15, 5 La vida espiritual se vivencia en el pensar de la conciencia, en el hablar de la comunicación y en las expresiones exteriores de nuestro actuar. Sin dejar de presuponer el hecho innegable de las fluctuaciones entre la ascesis y la mística, el accionar del diablo el pecado y la mundanidad contra la Gracia que diviniza, la batalla entre la mediocridad con su egolatría. Tenemos que confiar en que Dios, con nuestra cooperación, nos llevará a la santidad, al triunfo del permanecer en la Trinidad y en Cristo y su Iglesia. Esto lleva al amor el gozo y la paz con muchos otros frutos para pensar, hablar o actuar en Dios. El Fruto del Espíritu que nos hace permanecer o morar en Jesús puede ser inferido por otros, pero lo fenomenológico de la santidad es dificilísimo de discernir, debido a la presencia del mysterium iniquitatis, τὸ μυστήριον τῆς ἀνομίας, 2 Tes 2, 7. Ap 20, 7-10 que actúa en la oscuridad del padre de la mentira. Jn 8, 44
h. En los días que meditaba en este misterio del sin ley, tuve un sueño aterrador no en colores sino entre las sombras del infierno. Tres semanas antes había tenido otro más demoníaco y tenebroso del que nada recuerdo sino el estruendo final de la Voz apocalíptica, no saquen la Imagen de la Virgen en la Laptop, con María lo cuido. F. Costa, Tecnoceno. Algoritmos, biohackers y nuevas formas de vida Era encargado de recibir a los huéspedes en el monasterio de Azul. Anochecía, antes de Completas, cuando llegó un joven culto alto robusto bien vestido pero en quien noté algo del mal espíritu en sus ojos que brillaban. Comió poco, con elegancia, sin hablar. Lo llevé a una habitación y de inmediato sacó un IPhone 18.912 GB que no me asombró y se puso a trabajar. A eso de la una de la madrugada me desperté. Supe que debía ir de inmediato a ver qué hacía, pues tenía la sensación imposible que mi celda estaba al lado de la suya. Exorcicé para arrojar esa ilusión, me abrigué y salí hacia la hospedería. El frío afuera era glacial, verdad que era julio’24 con 9° bajo cero en Hinojo, y la oscuridad tal que era como si la Casa de huéspedes hubiera desaparecido, seguí la senda entre los árboles que rugían, no golpeé en su puerta, entré y todo estaba transformado en una inmensa sala de cantidades de aparatos para conversar con AI, que aprendía y optimizaba por sí misma, y enviar mensajes transformados por su maligna imaginación. M. Sigman y S. Bilinkis, Artificial Me miró y, aunque conservaba su elegante algoritmo humano, vi un demonio. Sin prestarle atención, abrí un portón artístico de gruesa madera tallada con los monstruos de Bomarzo de Láinez, y que ahora estaba al lado de su inmenso escritorio. Me encontré con una bóveda incólume donde cientos de otros similares a él conectaban tecnoaparatologías vertiginosas para intrusionar, en miembros de comunidades monásticas, toda clase de contornos enloquecedores y tentaciones. La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido. Asustado tomé el Rosario Mysteria Christi, comenzando a despertarme, y una Voz empática en griego sonó, el μυστήριον τῆς ἀνομίας sólo se vence el μυστήριον τοῦ Χριστοῦ. Μαρία Κάλλας, 1923-1957 parece lo sufrió. A. Jolie, en el film, Maria.
i. De ahí que san Bernardo sea cauto en De diligendo Deo, con su mística afectiva basada en el amor no separado del conocimiento, duae sunt contemplationes, alia amoris, alia rationis, quae sunt sapientia et scientia. Sabe que el motivo o la causa de amar a Dios no puede ser otro que Dios, y el modo o cuánto debemos amarle es sin medida. Esto presupone la conversión o metánoia que nunca termina, y nos hace tener fe en el amor que Dios nos tiene porque nos amó primero, y nosotros en consecuencia tenemos que amarnos los uno a los otros. 1 Jn 4, 10-11 Describe cuatro grados del amor humano, sin ser ninguno malo, sino por los que subimos al encuentro con Dios hasta alcanzar su Fruto pleno en la Vida eterna. 1. El hombre se ama por sí mismo. 2. El hombre ama a Dios porque Dios es bueno con él. 3. El hombre ama a Dios por Dios. 4. El hombre se ama a sí mismo sólo por Dios, γενηθήτω τὸ θέλημά σου, ὡς ἐν οὐρανῷ καὶ ἐπὶ γῆς. Mt 6, 10 lo que se daría en chispazos durante esta vida, y en plenitud ni en el Cielo del alma separada, sino sólo en la resurrección universal.
j. Eucaristía y Mística, siguiendo a Jesús en la Misa y en la adoración, el Espíritu es el que da Vida, la carne no sirve para nada, Is 40, 6-8. Jn 6, 63 que contiene no sólo la energía de la Gracia sino a Jesús Dios Hombre Uno con el Padre y el Espíritu, nos iniciamos en la vida oculta con Cristo en Dios, ἡ ζωὴ ὑμῶν κέκρυπται σὺν τῷ Χριστῷ ἐν τῷ θεῷ. Col 3, 3 Pero no podremos guardarlos para nosotros. Al fortificar en cada Comunión la inhabitación de las Tres Personas de la Trinidad nos convertiremos en misioneros sinodales para muchos llenos de compasión o sympathéia. Amos Oz, La caja negra Lo vemos en Benito de Nursia, 480-547 Corporis et Sanguinis perceptione munivit, erectis stetit, Dialogorum, XXXVII para los monjes, Gertrudis, 1256-1301 para Helfta, Lorenzo Justiniano, 1381-1456 para Venecia, Toribio de Mogrovejo, 1538-1606 para la pastoral de América, Pascual Baylón, 1540-1592 para los Congresos Eucarísticos, Rosa de Lima, 1586-1617 para conocer la Belleza de la Gracia, Margarita María, 1647-1690 para el amor al Sagrado Corazón, Mama Antula, 1730-1799 para los ejercicios ignacianos, Pedro J. Eymard, 1811-1868 para los misioneros de la Eucaristía, Cura Brochero, 1840-1914 para pastorear una parroquia, Charles de Foucauld, 1858-1916 para los tuaregs, Catalina Drexel, 1858-1955 para los aborígenes y negros, Carlo Acutis, 1991-2006 para los influencers. Encerrado en la paz de estos desiertos. Con pocos, pero doctos libros juntos. Vivo en conversación con los difuntos, Y escucho con mis ojos a los muertos. Si no siempre cerrados siempre abiertos. Ilustran o corrigen mis asuntos. Y en músicos contrapuntos. Al sueño de la vida hablan despiertos. Quevedo, 1580-1645
k. Mística y crecimiento espiritual. No nos detenemos en las fases sino en un interrogante en el que suelen sentirse conenvueltos los que comienzan a entrar por el camino místico. Siempre seremos peregrinos, en la tierra, el Cielo y la resurrección universal. Esto nos hace insistir en la importancia del conocimiento de Dios hacia la visión beatífica adonde nos llevan las tres virtudes teologales. Insistimos en que no se puede amar lo que no se conoce. Visio enim est quaedam causa amoris. Deus quanto perfectius cognoscitur, tanto perfectius amatur. ST, I-II, 67, 6 En la unión abrazo de amor, divinizando lo sexual erótico y el agapé en y con Dios, consistirá siempre nuestro conocimiento y gozo eternos de la Trinidad. Abrazo no significa sólo la experiencia mística esponsal o Brautmystik sino también la mística esencial o Wesenmystik en parte renano flamenca. Aunque de las tres virtudes teologales sólo permanecerá la caridad, por supuesto transfigurada, se puede decir que de forma distinta también permanecen la fe en la Visión, Ultima et perfecta Beatitudo no potest esse nisi in visione Divinae Essentiae. 1 Jn 3, 2. ST, I-II, 3, 8 y la esperanza en el Gozo de la Verdad que es Jesús, Non potest esse Beatitudo sine delectatione concomitante. ST, I-II, 4, 1 pues las tres existen entrelazadas y en camada con las cardinales. La Visión sólo sería posible por el lumen gloriae, que es la participación en la Luz del cosmos que es Jesús Transfigurado Resucitado. La experiencia enseña que no podemos, mientras estamos en esta historia huidiza y temporal, y nos pasará algo análogo en el cielo y en la resurrección, separar la Theoría del Estudio y el Acompañamiento. Teresa de Ávila veía en los libros su retrato. Comencé a leer las Confesiones de san Agustín, paréceme me veía yo allí. Se hizo amiga de letrados, santos y doctores en teología porque no quería errar, el trato con ellos y los libros la ayudaron en su epéktasis hacia Jesús. Y ese es el secreto de manera especial en las doctoras y doctores de la Iglesia. No encontrar buenos libros, confesores y algo expertos en espiritualidad. O uno equivocándose comenzar a dejarlos de lado, es el error que más lleva a la mediocridad, a la paralización o a la pérdida de la vida en el Espíritu. Cuando buscándolos no se encuentran, hay casos en que el Señor da una sabrosa ciencia y compañía infusas. La lucha del inicio en este mundo, y eso es la Gracia, de la Visión el Gozo y el Abrazo con la Trinidad en la Luz de Jesús Resucitado unido a su Iglesia, piden mantener la trilogía Theorizar Escribir Acompañar. Manteniendo todo tipo de oración. Ermanno Ancilli, La Preguiera. Bibbia, teologia, esperienze storiche, 985 p. Con Dios jamás he hablado. Ni lo visité en el Cielo. Pero segura estoy de a dónde viajo. Cual si me hubieran dado el derrotero. Emily Dickinson, 1830-1886